Enlace Judío – Un tribunal de Berlín ha dictado una orden de suspensión cautelar contra Facebook. Bajo una amenaza de multa de 250.000 euros o una pena de cárcel, Facebook está obligada a restaurar el comentario de un usuario que había sido borrado. Además, la sentencia prohíbe a la empresa bloquear al usuario por su comentario.

STEFAN FRANK

Esta es la primera vez que un tribunal alemán se ha enfrentado a las consecuencias de la ley de censura de internet alemana, que entró en vigor el 1 de octubre de 2017. La ley estipula que las empresas propietarias de las redes sociales tienen que borrar o bloquear “posibles” delitos penales, como el libelo, la injuria, la difamación o la incitación, en un plazo de 24 horas tras la recepción de la queja de un usuario.

Como muchos críticos han señalado, este Estado censor deja la libertad de expresión al albur de las decisiones arbitrarias de entidades corporativas que probablemente censurarán más de lo absolutamente necesario, para no arriesgarse a pagar una demoledora multa de hasta 50 millones de euros. Según publicó un periódico, los censores de Facebook sólo tienen diez segundos para decidir si borrar un comentario o no.

El caso del que tuvo que ocuparse el tribunal de Berlín fue que el 8 de enero, el diario suizo Basler Zeitung publicó un artículo titulado: “Viktor Orban habla de ‘invasión’ musulmana en su página de Facebook”. El destacado decía:

“Viktor Orban se pregunta cómo en un país como Alemania […] el caos, la anarquía y el cruce ilegal de fronteras se puede celebrar como algo bueno.”

El usuario Gabor B. publicó un comentario:

Los alemanes se están volviendo cada vez más estúpidos. Normal, ya que los medios de izquierdas les contaminan diariamente con noticias falsas sobre ‘trabajadores cualificados’, el descenso de la tasa de paro o Trump.

Este comentario recibió rápidamente la mayor cantidad de “me gusta”, hasta que Facebook lo borró por una supuesta infracción de las “normas de la comunidad” de Facebook. Además, se bloqueó el acceso de Gabor B. a Facebook durante treinta días.

“Uno puede compartir la opinión del que hace el comentario o puede considerarlo polémico o no objetivo”, dijo el abogado de Gabor B., Joachim Nikolaus Steinhöfel, a Gatestone. “Lo importante es que el comentario está amparado por el derecho a la libertad de expresión”. Añadió que antes de ir a juicio su bufete había enviado una carta de aviso a Facebook.

Facebook cedió en parte y desbloqueó al usuario, pero no restauró el comentario. Los abogados de Facebook nos notificaron que “tras un nuevo y concienzudo análisis habían llegado a la conclusión de que se habían aplicado correctamente las normas de la comunidad y por lo tanto el contenido no se podía restaurar”, una valoración que no podemos compartir.

Steinhöfel, además de ser abogado, es un renombrado periodista, bloguero y activista contra la censura. Dirige una página web en la que ha documentado innumerables casos en los que Facebook ha borrado contenido o bloqueado a usuarios, a veces ambas cosas. Al parecer, Facebook suele bloquear a usuarios por comentarios críticos con la inmigración masiva o ciertos aspectos de la cultura islámica. Por ejemplo, en marzo, Frank Bormann fue bloqueado después de hacer este comentario irónico: “Los musulmanes se están buscando una segunda esposa. Para financiarles la vida, los alemanes se están buscando un segundo trabajo”.

A veces, Facebook parece poner reparos incluso a las críticas implícitas a organizaciones terroristas. En abril, Christian Horst fue bloqueado durante tres días después de haber publicado una foto donde aparecían miembros de la organización terrorista Frente Democrático por la Liberación de Palestina haciendo el saludo nazi.

A veces, los usuarios son bloqueados sin ningún motivo aparente. En marzo, Marlene Weise fue bloqueada en Facebook durante treinta días por publicar un conjunto de dos imágenes: en una aparecía la selección nacional de voleibol femenino en la década de 1970, con camisetas y pantalones cortos; en la otra, el actual equipo iraní, con hiyabs y ropas que les cubren los brazos y las piernas.

Steinhöfel explica que el tribunal no suele dar explicaciones sobre una orden de suspensión. Sin embargo, el tribunal acepta la solicitud si el contenido en cuestión que ha sido borrado se considera legal y legítimo al fin y al cabo:

Esta es una decisión que sienta jurisprudencia, y la primera de este tipo dictada en Alemania […]. Al final, los usuarios pueden actuar contra las prácticas opacas de las empresas que se toman su responsabilidad como si estuviesen tratando con bicicletas de segunda mano.

Steinhöfel dice que, dada la ventajosa posición de Facebook en el mercado, el resultado de esta batalla legal tendrá repercusiones de gran alcance para la comunicación e intercambio de opiniones en las redes sociales: “¿Acaso una ley y un usuario que cumple el contrato han de consentir que empresas como Facebook y Twitter eliminen su contenido o lo bloqueen? Esta sentencia es una importante victoria escénica para la libertad de expresión.

Fuente: Gatestone Institute

Traducción de El Medio