Enlace Judío México – La presidenta de la Corte Suprema, Esther Hayut advirtió el lunes que el proyecto de ley para restarle poder a la Corte Suprema amenaza los derechos humanos de ‘cada individuo en la sociedad israelí’.

REVITAL HOVEL

En una ceremonia de toma de juramento de nuevos jueces, Hayut dijo que el proyecto de ley, que permitiría a la Knesset promulgar leyes anuladas por la Corte Suprema de Justicia, eliminará la protección de los derechos humanos y permitirá que se aprueben las leyes que actúan contra esos derechos.

La ley no “reemplazaría” al tribunal, dijo ella; “En realidad, reemplazaría los derechos humanos de cada segmento de la sociedad israelí”.

Hayut pidió que la ley sea eliminada de la agenda pública. Los individuos pueden pedir regular las relaciones entre las tres autoridades, pero eso no puede lograrse a través de una legislación perjudicial, dijo. “Esa legislación no regula ni equilibra nada. Anula la Ley Básica. El uso cínico del problema de los infiltrados como una excusa para legislar tal proyecto de ley no puede ocultar su significado destructivo”, agregó.

Hayut comparó la situación en Israel con la de Estados Unidos. En los 25 años transcurridos desde la revolución constitucional, Israel ha anulado 18 leyes o artículos en leyes; durante ese tiempo, Estados Unidos anuló 50 leyes federales, dijo. Israel tiene uno de los tribunales más restringidos con respecto a la anulación de leyes que violan la constitución.

“Se puede llegar a la misma conclusión al estudiar el porcentaje de peticiones constitucionales que la Corte Suprema ha aceptado en comparación con las que ha rechazado a través de los años. La corte intervino en 18 de las 320 leyes que se promulgaron, lo que desacredita por completo los argumentos de que el tribunal se entromete demasiado en las funciones legislativas de la Knesset”, dijo Hayut.

En cuanto a las acusaciones de que la Corte Suprema usurpó el poder para anular leyes, aunque la ley no le otorga ese poder, Hayut dijo que la constitución estadounidense no establece que la Corte Suprema pueda negar leyes que contravengan la constitución. “Durante los 25 años transcurridos desde que Israel promulgó la Ley Básica para la Dignidad y la Libertad Humana, la Corte Suprema de EE.UU. ejerció su poder para cancelar leyes casi tres veces más que la corte israelí”, explicó.

Las acusaciones de que la corte se entromete demasiado fue adoptada por campañas tendenciosas con el objeto de avanzar en la legislación que permita a la Knesset eludir o anular los fallos de la Corte Suprema, dijo Hayut. “El significado de dicha cláusula es simple: anular la protección constitucional de los derechos humanos anclada en la Ley Básica de la Dignidad y la Libertad Humana”, dijo.

En respuesta a las declaraciones de Hayut, la ministra de Justicia Ayelet Shaked comenzó citando al ex presidente de la Corte Suprema Moshe Landau (1912-2011), quien en 1996 discutió las relaciones mutuas entre la Knesset y los tribunales, y afirmó que el Estado había llegado a un punto de inflexión. “Este obstáculo debe volver a la Knesset ahora. No tenemos otro cuerpo que pueda expresar la voluntad de la gente, y la Knesset no puede eludir más su responsabilidad. Es deber de la Knesset decir claramente lo que tiene que decir utilizando el lenguaje de la ley”, dijo.

“Ayer, después de más de 20 años, el Estado de Israel dio un paso significativo hacia la realización de esta visión”, dijo Shaked. “Creo que la Knesset estructurará las relaciones mutuas entre las autoridades. Es un movimiento necesario que finalmente restaurará la fe del público en el sistema judicial”.

Tras su aprobación en el Comité Ministerial de Legislación este domingo, ahora el proyecto de ley tendrá que pasar por tres rondas de votación en la Knesset.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, inicialmente quiso posponer la votación, pero finalmente se abstuvo de ejercer el poder de veto del partido Likud para impulsar el debate del proyecto de ley luego de que los líderes de Habait Hayehudi amenazaran con dejar de votar con la coalición.

La primera de las tres lecturas del proyecto de ley se espera mañana miércoles. Moshe Kahlon, líder del partido Kulanu, que también es parte de la coalición gobernante, ordenó a los legisladores de su partido que voten en contra, aunque Yoav Galant (Kulanu) anunció que apoyará el proyecto de ley en calidad de ministro de Construcción y Vivienda.

Hayut considera como misión proteger la independencia de la Corte Suprema. En un discurso para celebrar el 70 aniversario del Estado de Israel dijo: “Debemos recordar que una de las garantías necesarias para la democracia es preservar un poder judicial independiente, profesional e imparcial, que lleve a cabo una revisión judicial que a su vez proteja los principios constitucionales del sistema”.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico