Enlace Judío México – Desde esta semana se expone en el Museo de Israel la miniatura de un monarca que se encontró en el Tel de Evel Beit Mak´á. 



P HUERGO CASO: – Al norte de Israel, en La Galilea, no lejos de la localidad de Metula -casi en la frontera con el Líbano- existe desde el año 2012 una excavación arqueológica, dirigida por Naama Yahalom-Mack  y Nava Panitz-Cohen de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en colaboración con la Azusa Pacific University de California. Un lugar importante donde se han encontrado vestigios de la Edad del Hierro I y del Bronce Medio y Tardío.

Evel era, a mediados del segunda milenio, una ciudad cananea del reino de Jatsor. Aparece en la lista de conquistas de Tutmosis III de Egipto en el 1468 antes de la era común. En el S X, se menciona como refugio de un rebelde contra el Rey David. En el S IX la ciudad fue conquistada por el rey de Aram, Hazael . (Libro de los Reyes) Por esa época también existía el reino israelita  del rey Ajab y su esposa cananea, la malvada Jezabel.  También  cerca estaba el rey  de Tiro, donde reinaba Etba´al.

El verano pasado, el estudiante Mario Tobia encontró en esta excavación una cabeza en miniatura, parte de una desaparecida estatua de unos 25 cms de alto, en la que se representa a un hombre adulto, barbado. Los análisis  de Carbono 14 arrojan una datación entre los años 902 y 806 a.C.  Es decir, puede ser una representación de los reyes a los que antes aludíamos. Pero sea quien sea, dado su alto grado de realismo escultórico, es la primera vez que un ser humano de nuestro tiempo puede mirar a los ojos de un rey bíblico  de hace 2800 años.

El hallazgo es tan excepcional que el Museo de Israel ha decidido exponerlo al público rápidamente. Eran Aryeh,  responsable de los fondos museísticos de la Edad del Hierro y la arqueología persa en el Museo de Israel,  afirmó  en el 44 Congreso de Arqueología  de la Universidad de Ben Gurion   que estamos ante una reliquia exclusiva, hecha de un material similar al vidrio, llamado en español “fayenza” y  que por aquellos tiempos fue un material muy popular para  realizar joyas y figurillas antropomórficas s en Egipto y el Oriente Medio. “El arte figurativo de la Edad del Hierro, si existe, es de baja calidad, tosca, no realista”, explicó E. Arye. “Y esta estatua es de una calidad excepcional”.

El hallazgo fue difundido de inmediato por la prestigiosa revista científica Live Science.

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