Las Lupas de Juan Francisco González Iñigo

Enlace Judío México.- A Juan Francisco González Iñigo que hoy día tiene 74 años, lo conocí en los 70s, era editor de una revista vinculada con noticias de la agricultura, Agrosíntesis. González Iñigo un sonorense, es ingeniero químico, no lo he visto en décadas, empero, tengo información de que ha tenido una brillante trayectoria en el ámbito empresarial, en el público, en el académico y en varias fundaciones académicas. Desde hace varias semanas me envió por internet una publicación extensa que cubre con conocimiento y con un tono irónico y jocoso un sinnúmero de temas. Su publicación se llama las Lupas de González Iñigo. En la Lupa 1269 hace comentarios muy interesantes sobre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que me permito transcribir textualmente.

LEON OPALIN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Sumados a los empresarios varios analistas y escritores de la ultraderecha suelen descalificar a los políticos populistas y carismáticos como AMLO, que según ellos es más falso que un billete de 20 pesos que no alcanza para comprar un dólar. También que AMLO y sus seguidores, “sacados del cesto de la basura de toda la clase política mexicana y de llamada clase empresarial”, llevarán al país a la ruina, al gasto público deficitario, a la hiperinflación y a nuevas devaluaciones. Les molesta, además, la santurronería del Peje, su creciente misticismo. Primero está por verse si gana AMLO, y luego –en caso de ganar- si resulta tan mal gobernante como los que hemos tenido en este nuevo siglo, desde el derechista y pro empresario Vicente Fox, adalid del estancamiento, hasta el derechista y pro-empresario Peña Nieto rodeado de tecnócratas. Solo el tiempo lo dirá, pero no hay porque emitir juicios a la ligera. AMLO lleva 18 años en campaña, y seguro buena parte del pueblo de México considera que merece una oportunidad de mostrar sus ideas y virtudes morales, en caso de portarlas. No por ello se debe considerar idiota al pueblo que vote por AMLO, ya se arrepentirá si se equivoca. Por lo menos AMLO si tiene baños de pueblo; a diferencia de los analistas que escriben desde su zona de confort, sin conocer mucho a los mexicanos de todas las latitudes y clases sociales.

De alguna forma en México está ocurriendo como con Lula en Brasil, que fue candidato muchas veces antes de ganar. El país tenía que pasar por Lula, él fue lo suficiente hábil, como ex sindicalista a negociar, para lograr un equilibrio entre las políticas sociales progresistas y el cuidado de los intereses de la economía y la empresa privada. No sé si AMLO tenga esa capacidad de negociar y llegar a acuerdos, porque ha sido un político toda la vida. Siento que el momento de un cambio drástico que sacuda al sistema ha llegado, quien sabe las consecuencias, pero hay una lógica, después de tantos años de promesas de cambios sociales que no han llevado a nada, en los que la pobreza y la violencia siguen, se trata de probar otro modelo. No sé si lo tiene en detalle, pero la idea ofrece una alternativa. Si ganara el PRI o el PAN uno puede anticipar más de lo mismo. Su momento ha llegado, habrá que ver si es más de lo mismo. Habrá que ver si es una opción o México está condenado a lo mismo de siempre.

En México hay un grado de pánico entre la clase política tradicional y la empresarial. La única duda es si AMLO sabrá negociar para evitar confrontaciones. Una confrontación política fuerte va derrumbar a la economía mexicana. Su desafío será gobernar, avanzar con su programa sin una confrontación que afecte a la economía ¿eso parece mágico no?

Mis Comentarios

La Lupa de González Iñigo me parece ambivalente: Por una parte, menciona quien está detrás de AMLO, muchas personas con antecedentes y yo añadiría sin preparación y vocación para gobernar, por otra, concluye que se le debe dar una oportunidad a AMLO para ser Presidente, por el PRI o el PAN será más de lo mismo, considero que la economía no está para experimentos; AMLO es un narcisista obsesionado por el poder; un mesías redentor que está acostumbrado al conflicto, su mensaje de amor y paz es falso, ya montado en el poder buscará revertir las reformas estructurales y llevarnos a una crisis económica sin precedentes. AMLO es un falso moralista, hay evidencias de que es un corrupto y sus principales colaboradores también.

Lula fue y aún es muy popular en Brasil, pero está en la cárcel por corrupto. Su sucesora, Dilma Rouseff fue destituida por la misma razón, y el actual presidente interino de Brasil también está en la mira de la Justicia de ese país por la misma razón.

La alternativa de AMLO es José Antonio Meade, un funcionario público honesto y altamente capacitado. La posición de México frente a EUA es de interdependencia, un eventual triunfo de AMLO afectaría negativamente la relación bilateral y con inversionistas de otros países.

En un editorial del diario The Washington Post de la semana pasada se consigna que, si AMLO gana la elección las relaciones de México y EUA “ya envenenadas por Donald Trump”, se volverían aún más tóxicas. En el texto del editorial titulado “El futuro presidente de México se parece mucho a Trump”, sin embargo, no quiere decir que se llevarán bien; el periódico señala que AMLO desprecia a las instituciones y promete deshacer los logros históricos de su predecesor, agrega que tiene más que un parecido político con Trump, lo que no significa que se llevarán bien.

AMLO dice que favorece un Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte renegociado con salarios más altos para los mexicanos, pero muchas de sus políticas apuntan a reducir el comercio con Estados Unidos, particularmente en materia de energía y productos agrícolas”.

The Washington Post apunta a que AMLO dice que revaloraría una reforma histórica, la apertura de la industria petrolera de México a la inversión extranjera y cancelaría la educativa que rompió con el poder de los sindicatos de docentes corruptos.

El periódico concluye que “si los mexicanos eligen a AMLO, estarán, como los votantes que respaldaron a Trump, explotando el statu quo sin un sentido confiable de lo que lo reemplazará. Es probable que el resultado sea mayor problema en ambos lados de la frontera”. Por otra parte, también la semana pasada en un larguísimo texto en el que se describen las minucias de AMLO, sus traspiés, su génesis político en las filas del PRI, pasando por el PRD y ahora en Morena, la revista The New Yorker publica un perfil redactado por el periodista Jon Lee Anderson, en el que describe a un político revestido de santo por sus seguidores y que “inspira tanta devoción entre sus partidarios que a veces le meten notas en los bolsillos, inscribiendo esperanzas para sus familias”.

El documento que relata los recorridos de esta campaña, sus asistencias a los debates, también retoma los errores del aspirante presidencial en sus dos anteriores pretensiones a ser Jefe del Ejecutivo y “la mata sigue dando”; la revista británica The Economist en su edición más reciente, advierte que AMLO parece tener poca idea de cómo funciona una economía o democracia moderna. Menosprecia a las instituciones independientes, como la Corte Suprema. Habla de que México sea autosuficiente en alimentos y de construir refinerías, pese a las pocas probabilidades comerciales. Sus ideas son simplistas (…) Sí, AMLO se ha reinventado a sí mismo, pero como un paquete de contradicciones”.

The Economist menciona que AMLO quiere reducir a la mitad los salarios de los altos funcionarios, incluido el presidente, y someterse a un referéndum revocatorio cada dos años. Aunque personalmente limpio, ha formado alianzas con políticos que son todo lo contrario.

“Denuncia la reforma educativa del presidente Peña, que ofrece a los niños pobres la oportunidad de un futuro mejor. Eso hace que su presidencia sea un experimento arriesgado”. El análisis de la publicación se acerca al tema de los mercados y el impacto en ellos por un triunfo de AMLO, y señala al respecto que sí es posible que lo domestiquen. “Pero una mayoría en el Congreso para su partido también podría alentar el radicalismo, podría funcionar bien si, por ejemplo, frena la corrupción o enfrenta a Estados Unidos por el comercio. Y con lo proteccionistas a la cabeza en sus dos estados miembros más grandes, el TLCAN podría colapsar”.

The Economist menciona que AMLO quiere reducir a la mitad los salarios de los altos funcionarios, incluido el presidente, y someterse a un referéndum revocatorio cada dos años. Aunque personalmente limpio, ha formado alianzas con políticos que son todo lo contrario.

“Denuncia la reforma educativa del presidente Peña, que ofrece a los niños pobres la oportunidad de un futuro mejor. Eso hace que su presidencia sea un experimento arriesgado”. El análisis de la publicación se acerca al tema de los mercados y el impacto en ellos por un triunfo de AMLO, y señala al respecto que sí es posible que lo domestiquen. “Pero una mayoría en el Congreso para su partido también podría alentar el radicalismo, podría funcionar bien si, por ejemplo, frena la corrupción o enfrenta a Estados Unidos por el comercio. Y con lo proteccionistas a la cabeza en sus dos estados miembros más grandes, el TLCAN podría colapsar”.

Habla incluso del riesgo de que la relación bilateral se envenene aún más, “lo que posiblemente pondría en peligro la cooperación sobre drogas e inmigración. The Economist critica que AMLO se presente con aire de incorruptible que gusta a muchos mexicanos, así como su promesa de una “revolución radical”, pero dice también que “algunos oyen eso como una amenaza. A veces se ha opuesto a medidas que los gobiernos anteriores han tomado para modernizar la economía. Sus críticos lo comparan con Hugo Chávez. El populismo nacionalista que ofrece no se parece a nada al que México haya visto desde los 80”.

El texto, duro equipara el probable triunfo electoral de AMLO, a quien califica como “un experimento riesgoso”, con la “elección de Donald Trump en Estados Unidos, el voto de Gran Bretaña para salir de la Unión Europea y el giro de Italia hacia el populismo”, y califica estos eventos recientes como una rebelión de los electorados contra “el orden establecido”. Y enlista una serie de “señales de alarma” en su biografía, entre ellas que “urgió a la gente a no pagar sus facturas de electricidad”.

El periódico concluye que los líderes carismáticos que se montan sobre los resentimientos contra el poder son casi siempre falsos profetas, quienes prometen seguridad y prosperidad, incluso cuando erosionan sus fundaciones. El peligro que representa en las nuevas democracias es mayor al de los países donde la democracia está más profundamente enraizada.