Enlace Judío México – Miles de sirios que huyen de los ataques aéreos de Assad, se han refugiado en la frontera norte de Israel. El Estado debe responder no sólo en base a sus intereses de seguridad nacional, sino de acuerdo con el imperativo moral de ayudar a las personas desesperadas que llegan a nuestras puertas.

PETER LERNER

Desde hace más de una semana, el régimen sirio, junto con sus aliados rusos y milicias chiíes apoyadas por Irán, lanzaron una ofensiva para retomar el área el sur de Siria, controlada por los rebeldes.

Esta es una batalla que Israel no puede ignorar.

Miles de personas desplazadas que huyen de los bombardeos del régimen de Assad han llegado a la frontera entre Israel y Siria.

Según cifras de la ONU, a mediados de la semana pasada, los combates en la provincia de Daraa ya habían dejado al menos 45.000 desplazados internos.

Aunque la mayor parte de ellos han huido a la frontera con Jordania, se estima que 11.000 se han refugiado en la frontera con Israel, en el Golán sirio. Es un acontecimiento inesperado, teniendo en cuenta que durante mucho tiempo los sirios han considerado a Israel como su archienemigo.

Desde 2013, unos 5.800 civiles sirios han sido tratados en hospitales israelíes en el norte de Israel. Desde 2017, aproximadamente 6000 sirios fueron atendidos en un hospital provisional establecido por Israel en un puesto abandonado de las FDI en la frontera con Siria operado por una ONG estadounidense. Además, el ejército ha enviado miles de toneladas de productos humanitarios, medicinas, ropa y alimentos, en el marco de la “Operación Buen Vecino”.

La pregunta pregunta es: ¿qué debe hacer Israel?

El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, escribió en Twitter el viernes que aunque Israel seguirá enviando ayuda humanitaria, no permitirá el ingreso de refugiados sirios a territorio israelí.

Según la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, Jordania ha recibido a 660.000 refugiados; cerró sus fronteras hace dos años y continúa manteniendo esa política, a pesar de la campaña #OpenTheBorder en las redes sociales, pidiendo al gobierno que abra la frontera.

Mientras tanto, las FDI anunciaron el viernes que seis civiles sirios, entre ellos cuatro niños, fueron trasladados a hospitales israelíes para recibir cuidado médico. También enviaron 300 casas de campaña, alimento, ropa, suministros médicos y medicamentos a personas necesitadas en el Golán sirio.

Nuestra compasión no puede expresarse sólo a distancia. Nuestros vecinos en Siria han sufrido, y siguen sufriendo, una devastadora guerra civil, y aunque Israel ha sido considerado como el enemigo mortal de Siria desde 1973, nuestros gestos humanitarios deben ampliarse.

Mientras que la política de cero refugiados de Lieberman es moralmente cuestionable, el razonamiento detrás de esto puede atribuirse a los informes en Israel que citan a fuentes de inteligencia sugiriendo que Irán está tratando de utilizar la Operación Buen Vecino para infiltrar terroristas en Israel.

Israel debe hacer excepciones a su política de “no entrada” y acoger a refugiados, especialmente los niños huérfanos que están en extrema necesidad.

Pero si Israel no está dispuesto a permitir que los refugiados ingresen a su territorio, el gobierno debe establecer una zona segura en el lado este de la frontera.

En el frente internacional, la zona para los sirios desplazados sólo tendrá éxito si el área se mantiene segura. Sólo Rusia puede garantizar que las tropas de Assad y sus milicias se mantengan a una distancia segura. Las FDI tendrán que proteger los desplazados en la frontera, suministrar alimento, refugio, saneamiento y asistencia médica.

Israel también debe apelar a la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS), la misión de mantenimiento de la paz para que revise su mandato. La FNUOS se estableció en 1974 para vigilar y supervisar el alto el fuego entre Israel y Siria que puso fin a la guerra de Yom Kipur. En la absurda realidad del Medio Oriente, eso es lo que siguen haciendo hoy. Hay más de 1000 empleados de las Naciones Unidas desplegados en la zona que podrían ayudar a las personas necesitadas. Sin embargo, desde que comenzó la guerra civil siria, la FNUOS ha evacuado la mayoría de sus puestos de observación en el Golán sirio.

Los intereses estratégicos y de seguridad nacional de Israel en Siria siguen siendo los mismos. Impedir la presencia de fuerzas iraníes en Siria, y alejarlas de su frontera. Israel debe mantener su acceso operativo para frustrar las intenciones de Irán: establecer una base operativa avanzada en nuestras puertas.

Sin embargo, nuestros intereses morales son igual de importantes. Debemos enviar un mensaje claro y tender la mano a las personas necesitadas.

Desde la creación del Estado de Israel, hemos enviado equipos de ayuda, búsqueda y rescate a todos los continentes que enfrentan situaciones humanitarias difíciles. Debemos hacer lo mismo para la gente desesperada en nuestras puertas.

El teniente coronel (res.) Peter Lerner es asesor estratégico en comunicaciones. Sirvió 25 años en las FDI como portavoz militar y oficial de enlace de organizaciones internacionales en Cisjordania y la Franja de Gaza.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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