Enlace Judío México.- Arnoldo Kraus y Alejandro Magallanes emprendieron un proyecto común y vital. A través del relato breve que se acompaña de ilustraciones, cuentan la vida, el pasado, el presente, el futuro.

El protagonista es a veces el mundo, en otras, la realidad, en muchas, México, pero también la pobreza, la desigualdad, la literatura, la vida, la muerte, los sueños, el dolor, la enfermedad.

“Todo cabe en No eran letras, eran hormigas” (Sexto Piso), conformado por 120 relatos que se nutren de la vida. “Los relatos son todos tomados de la vida, yo pienso que todos tienen una dosis mayor o menor de la cotidianidad, del mundo, de la gente, de nuestro país, de 2018, y del pasado, pero tienen ficción todos los relatos; son retratos de la vida, ilustrados por Alejandro, es una alegría que me lea para que él ilustre lo que él siente”, dice Kraus.

El médico y escritor asegura que hay un feliz matrimonio entre palabras e ilustraciones, el peso de la palabra es el valor del relato y el valor del relato es tratar de retratar y de retratarse ellos en lo que va sucediendo a lo largo de su vida.

Kraus dice que este fue un trabajo a cuatro manos y de cuatro ojos, en un diálogo en el que siempre por supuesto aparecía México.

“Más de una vez hablamos de la tristeza que estamos viviendo en México, de qué más podemos hacer desde nuestra perspectiva de dibujar y escribir para salvar este país”, señala Kraus.

Por eso tiene claro que en el libro hay varios relatos sobre la política, porque ambos autores están inmersos en esas situaciones. “La escritura nos da algo de alegría en tiempos tan lúgubres y en medio de tanta zozobra”, afirma el colaborador de EL UNIVERSAL.

Asegura que nuestro México es muy kafkiano en muchos aspectos, que nos persigue la imagen de Kafka porque no podemos desprendernos de cosas absurdas todo el tiempo. “Kafka es una imagen presente en mi porque lo leí muy chico, pero además, mientras más vamos moviéndonos en este mundo tan cruel y tan dispar, en este México tan cojo, Kafka regresa y regresa y te dice cosas y me encanta que me diga cosas”.

El también autor de Cuando la muerte se aproxima indica que en sus libros está México porque tiene mucho que agradecerle: “Soy un hijo de padres que nacieron en el extranjero, llegaron mis padres a México como tantas migraciones, con una mano por delante y otra por detrás; mi deuda con México es enorme, enorme, todo lo que tengo y lo que he logrado se lo debo a que a mis papás México les abrió las puertas.

México es un tema recurrente, de un agradecimiento inmenso y de una denuncia de la cual no cejo porque es imposible que sigamos conviviendo con 60 millones de pobres. México es una presencia agobiante hoy y de un agradecimiento eterno siempre”.

Alejandro Magallanes señala que muchos de los temas de Arnoldo son de gran sabiduría. “No hay amargura en ellos, si puede haber como tristeza, como ternura, pero siempre tienen esa sabiduría de un escritor que cotidianamente se encuentra con casos muy difíciles ante la vida, de alguien que está experimentando todo tipo de emociones y eso le da a Arnoldo una sabiduría extra y vital”, señala el ilustrador y autor.

Magallanes cuenta que desde el principio, el proyecto fue una conversación, un diálogo de ida y vuelta. “Arnoldo les llama microrrelatos, yo les llamo relatos breves”.

Arnoldo Kraus y Alejandro Magallanes preparan ya el segundo volumen de microrrelatos, de los que Kraus ya tiene unos 80 escritos en la misma dinámica.

“Siempre tengo pluma y papel para decir algo. El relato breve me viene bien porque me permite ejercer la medicina y dar clases y escribir”, afirma Arnoldo Kraus.

 


Fuente:eluniversal.com.mx