Enlace Judío México.- Simon Sinek, orador, consultor, escritor y TED speaker, cuya platica “How great leaders inspire action” es hoy de las 10 pláticas más vistas en este famoso canal, además algunos conceptos de sus pláticas han cobrado gran popularidad como “Start with why” y “The golden circle”.

GINA HALABE PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Simon nació en Wimbledon, Inglaterra, en octubre de 1973, pero desde muy pequeño se mudó a vivir a diferentes países del mundo, estableciéndose finalmente en Nueva Jersey. Su carrera universitaria la estudió en Inglaterra obteniendo títulos de honor por su desempeño académico. Su madre, Susan, es judía y de descendencia húngara.

Al principio me costaba entender por qué toda la gente que escuchaba a este famoso orador salía feliz, hasta que decidí sentarme y concentrarme únicamente en la plática, a lo mejor así podría encontrar lo mismo que sus seguidores, pero no solamente pasó eso, si no que busqué más platicas de él y cada una de ellas tiene algo que te atrapa.

Al escuchar a Simon te das cuenta de que aprendes de muchas materias, desde biología hasta psicología y desde sociología hasta civismo y moral.

En este artículo les quiero platicar sobre lo que él definió como “El círculo de oro” (“The golden circle”). El círculo de Sinek se trata de un círculo que tiene tres divisiones, y en cada una de ellas anota una pregunta, en el primer nivel del círculo se encuentra el ¿qué?, en el segundo se encuentra el ¿cómo?, y en el tercero se encuentra el ¿por qué?

El círculo se puede usar en cualquier contexto y para cualquier materia, desde un negocio hasta los principios de un líder, el objetivo es entender la diferencia y la importancia de cada una de las divisiones de su famoso círculo.

Cuando se mencionó la variedad de materias que involucra en sus pláticas, una de las que se mencionaron es biología, pues él relaciona directamente “El círculo de oro” con la composición del cerebro humano, a continuación veremos cómo.

Toda la gente tiene la capacidad de pensar en un qué, todos tenemos algún proyecto o alguna idea en mente y el primer paso ya lo tenemos, posteriormente la gente busca encontrar el cómo. Al ser un paso más complicado, no todos tienen la habilidad o la oportunidad para llegar al segundo nivel, pero sobre todo hay que pensar en el tercer nivel, en el ¿por qué? Si tenemos las razones correctas, las razones que te atrapan o una razón con un principio que compartas se puede decir que ya la hiciste, si tienes la razón incorrecta, tu proyecto, desafortunadamente, está destinado al fracaso. Y para entender esto podríamos encontrar miles de ejemplos históricos. Creo que después de entender esto es más fácil relacionarlo con el cerebro.

Hablamos que en el círculo la primera división trata el qué. En el cerebro la primera división del cerebro está en la neocorteza que es la responsable de nuestros pensamientos analíticos y racionales, es la que tiene que ver con el lenguaje. Y que en la división 2 y 3, con las preguntas ¿cómo? y ¿por qué?, en el cerebro correspondería al cerebro límbico, que es el encargado de nuestros sentimientos, del comportamiento humano y de la toma de decisiones, esta parte del cerebro no tiene nada que ver con el lenguaje, por eso es la responsable de la toma de decisiones instintivas.

Entendiendo esto, que a lo mejor de primera impresión parece un poco complicado, podemos hablar de lo que realmente hay que hablar, de por qué los buenos líderes inspiran a los demás a actuar y por qué las empresas logran o fracasan en sus objetivos.

Aunque los tres pasos del círculo son importantes, el que define el resultado de todo lo que hacemos es el tercer nivel.

El objetivo, de acuerdo a Sinek, es hacer negocio de lo que uno cree, no de lo que uno hace, porque la gente compra o se va con el por qué uno lo hace, los otros dos pasos dejan de ser importantes para la gente. Como mencioné en la primera parte de este artículo, una buena o mala razón es la que define el futuro de nuestro proyecto, la que define su éxito o su fracaso, ya que tu razón, porque eso es lo que te hace diferente a todos los demás y es el punto en el que la competencia puede volverse a tu favor.

El objetivo no es vender lo que uno tiene, el objetivo es vender la sensación de que uno comparte las creencias de su público.

Todo cambia en el momento en que te guía una causa, un propósito o una creencia, es cuando logras la atención y la preferencia de la gente, por eso es tan importante atraer a los que comparten nuestras creencias, porque finalmente esa gente es la responsable de hacer que se demuestren.

Lo interesante es cuando lo pasamos al campo del liderazgo y de la acción.

Para Sinek hay líderes y personas que lideran, la diferencia radica en lo siguiente: los líderes son una figura de autoridad y de poder, pero los que lideran son personas que inspiran, y los seguimos no porque tenemos que hacerlo, al contrario, lo hacemos por nosotros, los seguimos porque queremos hacerlo y de nuevo surge lo que los hace diferentes de los líderes o de cualquier otra persona de la sociedad, empiezan en el ¿por qué? y su respuesta logra que te sientas identificado, que quieras aportar algo a la sociedad y a actuar de acuerdo al ejemplo lo que convierte esto en un ciclo de actos replicados buscando llegar a más, a inspirar a más.

Lo mismo ocurre con las empresas, quien funda la empresa con el fin de hacer dinero y tener una vida cómoda y sin presiones financieras es probable que fracase, quien lo hace por razones que implican valores y algún esfuerzo, logra que quienes trabajan ahí, así como tú das lo mejor de ti, aguantas las lágrimas, el sudor y la felicidad, ellos lo hagan.

Esto nos puede dar más claridad en el camino hacia el éxito de nuestros proyectos, aunque tengamos la idea más descabellada, el tener la razón correcta puede elevar a la cima todo lo que planeamos, además de inspirar a más gente a trabajar por lo mismo que tú o a soñar como tú lo hiciste.