Enlace Judío –La Casa de las Flores es la nueva serie de Netflix de la cual todo el mundo habla.  Relata las peripecias de una familia disfuncional cuyos secretos se develan cuando la amante del padre se ahorca en medio de una fiesta familiar.

UNA ENTREVISTA DE JOSÉ STRIMLING- Los personajes son Verónica Castro como Virginia de La Mora (la madre y dueña de la florería “La Casa de las Flores”); Cecilia Suárez como Paulina, Aislinn Derbez como Elena , Darío Yazbek Bernal como Julián (todos  hijos de Virginia de La Mora), entre otros.

La sorpresa de la serie es el papel protagónico del actor David Ostrosky, quien representa el psicólogo infantil Salomón Cohen. En la serie, atiende a los hijos de La Mora y es el padre biológico de uno de ellos. Se aborda el tema del judaísmo y hay  incluso una fiesta de Bar Mitzvá, en la cual el conocido violinista Abraham Rechthand toca el Mazal Tov y el Hava Naguila.

Como detalle chusco, una empleada de la florería se equivoca y coloca cruces en los arreglos de flores en las mesas, las cuales son retiradas de forma apresurada por Elena de La Mora.

La escena del Bar Mitzvá fue grabada en una antigua mansión del barrio de la Roma … el mismo día  del sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México.

José Strimling: David, una larga trayectoria en las escenas.

David Ostrosky: En los escenarios, en las tablas, como le decimos, en la vida apasionante de manejar las emociones. En toda esta cuestión de poder expresar y contarte una historia, ya sea en vivo en el teatro, en el cine o en la televisión con tres cámaras.

Y hoy en día con series que es lo que se ha dado. Las plataformas digitales es lo de hoy.

JS: Traes una nueva serie, La Casa de las Flores. ¿Nos podrías platicar un poco de qué se trata? ¿Cuál es tu papel?

DO: Primero te podría compartir que fui a hacer casting para La Casa de las Flores, y vi que era una serie no de narcos, me emocionó. Dije, “¡Vaya!”. Porque estamos infestados de temas de narcos. No me asusta, pero lo que pasa es que gusta mucho, identifica mucho. Los niños dicen, “Yo quiero ser el Señor de los Cielos“. Y la mayoría de la gente que no sabe ganarse el pan de todos los días dice, “Está mucho más fácil”.

JS: La Casa de las Flores trae un tema totalmente nuevo.

DO: Es una familia disfuncional que te muestra sus secretos.

JS: Habrá muchas familias que no muestran sus secretos.

DO: Yo diría que habrá muchas familias disfuncionales. Y el que me diga que tiene una familia perfecta que me la presente. Uno trata de tener una familia íntegra, con valores, etc. Pero una familia perfecta, no hay.

JS: Pero se tocan temas a los que no están acostumbrado el público mexicano a ver en la pantalla chica.

DO: Cada vez menos no quieren ver, y cada vez más se tocan. Lo que quiero decir es que ya se abrió. El tema de la homosexualidad se abrió. El tema de la agenda transgénero también está abierta. La violencia, el racismo, las drogas, etc.

Todo eso se ve. Todo eso está. En la esquina tú volteas y puedes ver a dos hombres besándose o dos mujeres de la mano, o a alguien violentándote. Y el machismo que hemos vivido.

La Casa de las Flores ha sido un tema de humor negro escrito por Manolo Caro, dirigido y producido por él.

Yo creo que le gustó a la gente mucho porque está muy divertida, muy entretenida, y te plantea otra cosa de la vida.

JS: La Casa de las Flores también tiene grandes actores ya conocidos por el público.

DO: Es el regreso de Verónica Castro, que en mi opinión y en el de la mayoría, ha sido una de las grandes actrices de la pantalla chica. De las más queridas. Pero Verónica ha sido queridísima en el mundo entero.

Si te platicara en las locaciones cómo la gente quería saludarla, a pesar de que llevaba 8 años de no trabajar, es increíble. Porque cuando la gente te quiere, te quiere.

JS: ¿Quién más te acompaña?

DO: Cecilia Suárez, espléndida actriz; Aislinn Derbez; Darío Yazbek; Juan Pablo Medina, un actor español que hace de un personaje transgénero,  era esposo de alguien y se vuelve mujer. Y el niño sabe que es su papá, pero sabe que está vestido de mujer.

JS: ¿Cómo toma el público mexicano esta serie?

DO: Yo pensé que la “gente moral” se iba a asustar un poquito. Pero no, la gente está diciendo, “gracias, me divertí muchísimo“, “la vi en dos días, la vi en un día”. Son capítulos cortos. Y hoy en día la plataforma es tan deliciosa que lo ves cuando quieras, como quieras, sin anuncios, te paras, regresas.

JS: Se toca el tema religioso en la serie.

DO: La religión yo creo que no la puedes excluir nunca. En este caso yo soy un psicólogo infantil que 30 años atrás, Virginia (Verónica Castro) y yo tuvimos una relación, y nos volvemos a ver.

Y como ellas (las mujeres de La Mora)  tienen un servicio de florería, yo hago que el Bar-Mitzvá de mi nieto me lo hagan ellas. Y hay cosas muy chuscas y muy bonitas en esa escena, porque acaba el capítulo con un baile jasídico-israelí en medio de una persona que no sabía que era judía.

JS: Sé que la serie tiene también muy buena música.

DO: Sí, tiene muy buenos gráficos, muy buena música. Es por la modernidad.

JS: ¿Es por el director joven?

DO: Es por el director y por la gente que él reúne y llama para hacer el arte. El arte es precioso, la música, tiene una buena productora, sí, es un buen equipo.

JS: ¿Tu personaje te gusta?

DO: Sí, me gusta mucho. El Dr. Salomón Cohen. Es un psicólogo infantil que cuando los niños no pueden hablar, el saca un muppet, que es un calcetín que se llama Chuy, y entonces les habla y les pregunta, “¿qué tienes?”, y empiezan a relacionarse.

JS: Es el amigo imaginario.

DO: Sí, pero no es imaginario, es real. Empiezan a salir algunas verdades de la relación de ellos dos, porque el esposo de Virginia ha estado haciendo cosas que no son tan morales o decentes para él. Es lo de menos, la trama está sabrosa.

JS: ¿Habrá segunda parte? ¿Hasta cuándo acaba esta serie?

DO: Ya acabó la primera parte.

JS: ¿Están pensando hacer una segunda?

DO: Son gente muy hermética los de Netflix. Yo no lo dudaría. No me han confirmado.

Uno está a la espera en la vida, pero hay que aprender a esperar, y a mi me costó mucho trabajo, hasta que empecé a aprender a hacerlo. Aprender a esperar es hacer otra cosa. Si te llega eso, qué padre; si no, es muy angustiante.

Es como un llamado. Tienes 3 o 4 escenas ese día, pero a lo mejor tienes la primera, la que es después de comer y la última. Y estás ahí 14 horas. Si no sabes esperar, es angustioso.

Creo es una metáfora para saber esperar. Si es para ti, va a llegar. Yo pienso que el resultado para Netflix fue espléndido, porque en la calle, el 90% de la gente ya la vio, y al 95% de ese 90%, le encantó. Y sólo uno o dos te dicen, “¿Sabe qué? A mi no me gustó”.

También aprendí que no todo lo que hago yo tiene que gustarte, porque si no se te amarga la vida. Yo espero hacer mi trabajo lo mejor posible, lo más sabroso. Y como yo pienso que debe ser y como un profesional.

Y trabajo con profesionales, y llegamos a los que nos truje y órale. Es lento porque es el método de cine, con una cámara. Es lento, es sabroso. El resultado es muy bueno en HD. El ritmo fue muy bueno. Yo creo que la edición les salió muy bien, y yo creo que la gente quería ver algo así.

JS: ¿Se filmó en México?

DO: Sí. El año pasado íbamos a salir antes y después dijeron que no por el Mundial, cosa que se me hizo raro, porque cuando es Netflix no tiene tanto que ver. Si fuera televisión abierta, sí.

JS: ¿Netflix la envía al extranjero?

DO: Sí, claro a todo el mundo. A 130 países nada más.

JS: ¿Alguna anécdota de esta serie?

DO: Hay muchas. Para mi fue como volver a la actuación pura, de no tener un apuntador, de que no sea televisión, de no maquilar en un día 30 escenas como lo hemos hecho toda la vida, porque la televisión así es.

Aquí fue como el terciopelo de repasar su escena, después ensayarla y después filmarla.

Yo me divertí mucho, y soy el más personaje más serio de la serie, pero muy bondadoso y generoso. La gente me ha dicho, “lo amé”. Porque es un personaje entrañable, que ha ayudado y que ha resuelto cosas.

JS: Y gente que se identifica también en la serie.

DO: Muchísima gente. Y los niños también, aunque no la ven muchos porque sí está atrevidona, pero está sabrosa.

Que siga la vida con salud y con ganas de hacer lo que nos gusta hacer.

 

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