Enlace Judío México e Israel.- Al leer este título se podría pensar que esta historia relata la carrera de una calificadora de gimnasia, sin embargo, va mucho más allá que eso, de hecho, en la historia que estoy por contarte te platicaré acerca de la que fue figura en las Olimpiadas de 1952. Y para ello te pido que nos intentemos imaginar esta época, en donde, como breviario cultural, el mundo se encontraba en los estragos de la Segunda Guerra Mundial y en la primera etapa de la Guerra Fría.

ISAAC SHAMAH EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Enfocándonos en la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética intentaban tener el control y poder del mundo en todas las áreas posibles, entre las cuales se encontraba el deporte. Por lo que, para cuando llegaron las Olimpiadas de 1952 en Helsinki, Finlandia, ambos países llevaron grandes equipos, con una tremenda inversión en ellos, para demostrarle al mundo quién era el que mandaba en el tema deportivo.

Aquel equipo de la URSS estaba integrado por grandes figuras, entre ellas, María Gorokhovskaya, una gimnasta que, en 1948, ya había ganado oro en la disciplina de viga a nivel nacional y que a pesar de que para esas olimpiadas llegaba con 31 años de edad, los rusos le tenían una confianza bárbara y esperaban que fuera una de las referentes del país en las olimpiadas.

Aquella gimnasta, que nació en la pequeña ciudad Rusia de Yevpatoria, en una familia judía que había estado en una situación muy complicada años antes y que perdió sus mejores años deportivos por el periodo de la Segunda Guerra Mundial, sabía que, a pesar de que llegaba a Helsinki con 31 años, lo que suena casi imposible en la gimnasia olímpica, en su caso, lo mejor estaba por venir.

Al llegar a las olimpiadas, desde el inicio María se consagró como la líder del equipo ruso de gimnasia, con el que, a pesar de la difícil competencia contra el equipo húngaro, logró la medalla de oro.

Después de su primera medalla, María parecía imparable, prueba de ello fue que se quedó con la medalla de oro en el concurso general femenino con una calificación de 76.78.

Más tarde en la competencia, María volvió a triunfar con el equipo en la competencia de aditamentos, con el que ganó medalla de plata y logró las medallas de plata en las pruebas individuales de Barra de Equilibrio, Barras asimétricas, piso y salto de caballo. En esta última, María obtuvo una calificación de 19.19 mientras que su compatriota y amiga Nina Bocharova, quien ganó el primer lugar, obtuvo 19.20.

Al concluir las olimpiadas, María se llevó 7 de las 71 medallas, que le dieron a la Unión Soviética el segundo lugar olímpico, por detrás de Estados Unidos, que obtuvo 76. Las 7 medallas de María en unas olimpiadas son un record que se mantiene hasta la fecha para una mujer deportista.

Al regresar a casa María siguió con su carrera y dos años más tarde, a pesar de que ya tenía 33 años, logró ganar la medalla de oro en competencia por equipos en el mundial de gimnasia, además del bronce en la competencia de piso.

Después del mundial, María se retiró y por asares del destino, se convirtió en jueza de su país, cargo en el que duró hasta 1990, año en el que decidió hacer Aliyah (inmigración de judíos a Israel) para trabajar como maestra de gimnasia e impulsar el deporte en Tierra Santa.

Para 1991, el Salón de la Fama Internacional del Deporte Judío incluyó a María dentro de dicha generación, para ser recordada como una de las judías más destacadas en el deporte.

En 2001, María falleció en Israel.

 

 

 

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.