Enlace Judío México e Israel.-Por alguna razón que no entiendo, algunos familiares sienten la necesidad de llevar a su pariente adolescente masculino a “estrenarse como hombre” es decir, a tener relaciones sexuales con una mujer.

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No voy a hablar del origen de tan aberrante tradición, pues no quisiera herir susceptibilidades en un tema que no es el importante, es preferible enfocarnos en el presente con el objetivo de hacer consciencia sobre esto, y tal vez y con suerte logremos familias más civilizadas.

Resulta que tenemos un adolescente en la familia de aproximadamente 15 años, su acné y su voz grave nos comprueban que dentro de ese cuerpo las hormonas están a mil por hora, así que por alguna razón, algunos familiares del sexo masculino organizan un plan para provocar un encuentro sexual entre el puberto y una prostituta.

El encuentro sucede, y cuando todo termina, los familiares desconocen lo que sucedió a puerta cerrada, porque obvio, el chavo sólo reporta una experiencia exitosa. Nos quedamos sin saber si nuestro adolescente sintió demasiada vergüenza o inseguridad, porque claro, esos datos forman parte de una intimidad que es difícil compartir con algún familiar.

En el supuesto caso de que la experiencia en realidad fue completamente exitosa y placentera, también fallamos, pues como sus parientes cercanos le acabamos de enseñar a nuestro adolescente una serie de mensajes sumamente nocivos tanto para su persona como para la sociedad.

Algunos de estos mensajes son los siguientes:

1.-“Si en algún momento tus instintos lo requieren, el cuerpo de una mujer puede ser utilizado para saciarte”.

2.-“El sexo no tiene que involucrar sentimientos, podemos, de vez en cuando, tener relaciones sexuales sin sentir el más mínimo cariño. ¡Sí, justamente como los animales!

3.-“Las mujeres que tienen como oficio tener relaciones sexuales constantes con personas distintas pueden ser portadoras de infecciones venéreas que en realidad ponen en riesgo la vida, ¡pero no te preocupes! ¡Un preservativo te salva de todo! Bueno, existe la posibilidad de que el preservativo se rompa pero… esperemos que eso no suceda.

Mensajes como éstos son llevados a nuestros adolescentes de manera directa, y de este modo, formamos una generación de chavos que al tener el cuerpo de una mujer enfrente sienten todo, menos respeto.

Así que recapitulemos y hablemos de lo que sí se debe hacer, es fácil, lógico, humano y no está difícil de entender:

1.- Enseñémosle a nuestros hijos, tanto hombres como mujeres, que tener relaciones sexuales es un acto de suma importancia, una experiencia en la que debe haber amor, respeto, confianza y responsabilidad.

2.-Transmitirle a los chavos que es natural esa “nueva hambre” que llega en la adolescencia, son las hormonas actuando y el cuerpo humano es tan perfecto que ya está preparándose para reproducirse. Sin embargo, faltan muchos años para ese tema de la reproducción, y mientras tanto, la sexualidad debe de experimentarse en relaciones sanas, o bien, en la completa privacidad individual, lo que no se vale es utilizar el cuerpo de alguien para saciar una necesidad.

3.-El siguiente consejo es para los chavos, así que adolescente querido: Puede parecerte de flojera este tema, pero las relaciones sexuales pueden acarrear embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual, así que si quieres hacer algo de adultos compórtate como tal. Es de pubertos idiotas amanecer con extraños granos en la zona genital, así como es de pubertas idiotas asustarse cuando la menstruación no llega por un embarazo en el momento menos indicado de nuestras vidas, perdón por las palabras agresivas, pero a veces es necesario decir así las cosas para que logren impactar, o ¿a poco no es cierto que en México y en el mundo, las mujeres que más se embarazan durante su adolescencia son las menos educadas?

Finalmente, quiero agregar que yo no tengo techo de cristal, con dos hijos pubertos del sexo masculino, desconozco por completo lo que me depare el futuro. Espero que la adolescencia de mis hijos esté llena de decisiones correctas, no estaré ahí todo el tiempo para tratar de que así sea, sin embargo, tengo claro los mensajes que les quiero dar, pues aunque no lo creas, la responsabilidad que yo logre en mis hijos tiene tanto alcance que termina beneficiando a tus hijas, sobrinas o nietas. Espero entiendas de lo que hablo, sólo se trata de poner nuestro granito de arena.

Lograr chavos y chavas responsables en casa, es lograr generaciones de adolescentes más sanas.