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SOD 44

1.-Olvidadizos.

Claro, sólo se les olvida el cuaderno para estudiar para el examen, porque eso sí, los astutos adolescentes tienen un chip especial integrado en el cerebro para no olvidar lo verdaderamente importante de la vida: el celular, el celular y el celular.

¿Te parece una característica no tan negativa? ¡Espera! Sigue leyendo. ¡Esto apenas va a empezar!

2.-Egoístas.

Para los adolescentes, las necesidades de los demás se vuelven, simplemente, invisibles e imperceptibles. ¿Qué es lo que el adolescente quiere? ¿Qué es lo que necesita? ¿Qué es lo que lo tiene estresado? Eso es lo único importante.
En reuniones familiares muestran una apatía total a todos los temas que les parezcan “de hueva”, es decir, más del 90% de los temas. Sin embargo, también están los adolescentes contrarios, los que quieren opinar con un tono de que todo lo saben, pero esa característica, está en la siguiente categoría.

3.-“Sabelotodos”

Típico, estás en una reunión manteniendo algún tema de conversación y de pronto, escuchas un comentario que tiene la firme intención de sonar a la voz de la razón, cuando te das cuenta, el comentario proviene de un adolescente, que con una particular arrogancia muestra la seguridad que tiene en sí mismo y opina sobre todo lo que cree saber, lo que no sabe es lo mucho que ignora. De hecho, dicen que las personas con poco conocimiento son como las alcancías con poco dinero: entre menos tienen más ruido hacen.

4.-Esfuerzos definidos

Decidí no titular esta categoría con la palabra “flojos”, pues la verdad, no considero flojos a los chavos de hoy. Más bien, definen cuáles serán sus esfuerzos para luego enfocarse en ellos. Es cierto, estudian una carrera, la cual se las paga papá o mamá, sin embargo, ¿si tuvieran que trabajar ellos mismos para pagarse esa carrera universitaria igualmente lo harían? Seguramente muy pocos, y eso por el motivo de que los esfuerzos juveniles hoy son específicos y muy moderados. Por ejemplo, antes era común que los hijos varones adolescentes les ayudaran a sus padres en el trabajo sin ningún pago a cambio, ¡hoy en día eso sería impensable! En resumen: la mente del adolescente actual opina que sin recompensa no hay motivo para trabajar.

5.-“Creídos”

Cierto, nuestro adolescente ya sabe manejar, es más, tal vez ya tiene su propio coche con el que va y viene, pero por favor, ¡que alguien le explique que sigue siendo un hijito o hijita completamente dependiente! El saber fumar o irse al plan que se armó el sábado en la noche no los convierte en adultos, es más, si a esos adolescentes les quitáramos todo lo que sus padres les han dado se quedarían completamente desnudos. ¡Alguien que se los diga por favor!

6.-Pedinches.

¿Que alguien me explique quién le dijo a los chavos que eran merecedores de tanto? ¿Quién les dijo que tenían que salir cada de semana, que podían comprarse esa prenda de marca o que a fuerza tenían que tener ese carísimo celular? ¿Quién les dijo? No lo sé, pero es patética esa nueva costumbre en la que el chavo o la chava le pide dinero a sus padres con una simpleza palpable. Claro, tienen que hacerlo, pero sería maravilloso que en vez de extender la mano aprendan a ganarse aunque sea una tercera parte de lo que piden. Pues nuestros hijos se gastan en un fin de semana lo que bien podría ser el sueldo semanal de cualquier empleado de clase media baja en nuestro país. ¿Ahora resulta que gastar está mal? No, lo grave está en gastar sin valorar.

7.-Malagradecidos.

Claramente, los chavos ya olvidaron todo lo que sus padres han hecho por ellos, y de pronto, consideran a sus progenitores como las peores personas del mundo cuando éstos, de vez en cuando, se atreven a decir la palabra: “No”.
“No al celular nuevo, no al permiso para ir a la fiesta, simplemente no”. ¡Pero que padres tan desalmados! ¡Que alguien llame al ministerio de lo familiar para salvar a esos adolescentes de la tiranía que sus padres les quieren imponer, a veces no queda otro camino más que el sarcasmo.

8.-Inconscientes

¡Con ese estúpido deseo de querer permanecer los chavos hacen cada idiotez! Toman y luego manejan borrachos o se alcoholizan para luego acabar vomitando en un baño, o tienen relaciones sexuales en el momento menos indicado. Sintiéndose “chingones” prueban o consumen marihuana, como si pudieran darse el lujo de matar la única neurona que les funciona en el cerebro. En fin, sus imprudencias pueden ser tantas que sería imposible enumerarlas.

9.-Malhablados.

Impresiona ver a chavos de familia que han crecido con la mejor educación hablando como viles cargadores de la calle. ¿Que importa el nombre de cada quien? Hoy en día ya todos se llaman “guey” y tanto hombres como mujeres olvidaron todo el vocabulario aprendido, pues para expresarse todo se resuelve con “guey, cabrón, pedo y pendejo”. Sé que la adolescencia es una etapa, ¿pero en verdad tienen que perder toda la educación?

10.-Desafiantes

Reconocidos psicólogos explican que la naturaleza del cerebro del adolescente es desafiar, pues se trata de una personalidad que está buscando su propia individualidad, y para ello, es necesario desafiar. Sin embargo, estar discutiendo con ellos es sumamente cansado, además de que en ocasiones también es hiriente, pues los adolescentes no saben que cuando toman valor para respondernos feo, lo único que logran es rompernos el corazón, pues nosotros sólo queremos lo mejor para ellos.

Así que sí, los adolescentes pueden llegar a ser muy difíciles, sin embargo son sumamente inteligentes, y gracias a esas mentes más jóvenes nuestro mundo está viviendo grandes transformaciones.

¿Los adolescentes son difíciles? Sí, es cierto, pero también es cierto que son el futuro de nuestro mundo y sólo por eso vale la pena invertir en ellos.

 

 

 

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