Enlace Judío México- Después de la II Guerra Mundial, el caos en Palestina continuaba. Judíos radicales decidieron que la violencia sería el medio para obtener los objetivos, mientras David Ben Gurión insistía en que la diplomacia era el único camino.

Finalmente, el Reino Unido decidió transferir el complicado tema a las Naciones Unidas, organismo que después de una votación decidió dividir el territorio de Palestina en dos. Seis meses después de aquella votación, se proclamó la independencia del Estado de Israel.

La Carta de Independencia fue leída por la voz que materializó tan histórico evento: nada más y nada menos que la de David Ben Gurión.

Pero el festejo duró poco, pues 5 países árabes vecinos atacaron simultáneamente para hacer desaparecer al recién nacido Estado judío. En medio de una guerra en curso, se llevaron a cabo las elecciones en el Estado de Israel, en las cuales David Ben Gurión salió electo como Primer Ministro y Ministro de Defensa del Estado de Israel. Desde ese cargo se mantuvo al frente, siempre firme, siempre valiente. Insistió en unir a todos los grupos combatientes judíos bajo un sólo cuerpo militar, pues tenía claro que sólo un ejército unido podría enfrentar a 5 países enemigos.

La guerra terminó en marzo de 1949, el Estado de Israel logró sobrevivir; pero el futuro no sería fácil, pues nuevos retos estaban por venir.

Millones de judíos de todo el mundo decidieron emigrar al nuevo Estado judío; algunos de ellos eran sobrevivientes del Holocausto, otros fueron expulsados de los países árabes. De cualquier forma, el reto era enorme: absorber inmigrantes sin ninguna restricción provocó una crisis económica y una histórica inflación. El Estado de Israel, que tanto había costado trabajo defender, era una pequeña porción de tierra de kilómetros cuadrados, conformada mayormente por desierto, en el que la falta de agua era uno de los miedos más amenazantes.

Con nulos recursos naturales y la llegada de miles de inmigrantes, el recién nacido Estado judío cayó en una profunda crisis económica; una crisis tan complicada que Ben Gurión tuvo que cerrar las puertas del Estado de Israel a más inmigrantes. Esto con el fin de construir una infraestructura capaz de absorber a tantos inmigrantes llenos de necesidades. Después de un arduo trabajo, David Ben Gurión logró estabilizar tanto a la gente como al país. Cuatro años después las puertas del Estado judío se abrieron de nuevo: Israel recibía a sus hijos judíos otra vez, sólo que ahora con mayor capacidad para absorberlos.

El 10 de septiembre de 1952, David Ben Gurión encabezó un polémico debate: ¿Debía recibir el Estado de Israel indemnizaciones económicas por parte de Alemania con motivo de todos los bienes confiscados por los nazis a los judíos alemanes?

La pregunta envolvió a la población en un profundo debate. Mientras algunos se negaban a tener algún contacto con Alemania, otros opinaban que era justo recibir pagos parciales por la inmensa cantidad de bienes confiscados por los alemanes. David Ben Gurión fue claro cuando dijo: “Mataron a nuestra gente; no dejaremos que se queden también con nuestra herencia”. Finalmente, el 10 de septiembre de 1952 David Ben Gurión firmó, con el canciller de Alemania Occidental Konrad Adenauer, el tan debatido acuerdo de indemnizaciones.

Debido a enfrentamientos con miembros de su partido, el 7 de diciembre de 1953 David Ben Gurión decidió renunciar a su puesto de Primer Ministro. Se exilió en el Néguev, un desierto ubicado al sur de Israel. Ahí, bajo un sol abrazador, David Ben Gurión comenzó un ambicioso proyecto:convertir ese árido desierto en una zona industrial en donde las familias pudieran vivir y trabajar. Así pues, David se instaló en una cabaña con su esposa Paula; juntos emprenderían el gran reto de poblar un desierto.

Un año después de su retiro, Ben Gurión volvió a Jerusalem. Se convirtió en Ministro de Defensa bajo el gobierno de Moshe Sharet y en julio de 1955, David volvió a tomar el cargo de Primer Ministro del Estado de Israel.

De este mandato, se recuerda con mayor importancia la guerra de 1956, una guerra que le permitió a Israel adquirir armamento francés, el cual le sería de gran ayuda para la guerra que enfrentaría nueve años después. La guerra de 1956 afianzó la relación entre Francia y el Estado de Israel, y de aquella relación se obtuvieron los elementos para el desarrollo secreto del complejo nuclear en Dimona, un proyecto que estuvo a cargo del entrañable amigo y mano derecha de David Ben Gurión, Shimon Peres.

Pero éste no fue el único capítulo importante en el gobierno de Ben Gurión, pues en 1960 otro suceso sacudió, no sólo al Estado de Israel, sino al mundo entero: el ex oficial nazi Adolf Eichmann fue capturado en Argentina, trasladado a Israel, enjuiciado y condenado. Informar a la población israelí que uno de los nazis más buscados había sido capturado fue, sin duda, uno de los momentos históricos del Estado de Israel.

El 16 de junio de 1963, David Ben Gurión renunció a su cargo de Primer Ministro. Esa sería su renuncia definitiva, pues acaloradas discusiones entre David y sus colegas provocaron su salida del Partido Laborista. Así que Ben Gurión creó un nuevo partido político, Rafi, que por sus siglas en hebreo significa “Lista de trabajadores de Israel”. Sus incondicionales amigos Moshé Dayán y Shimon Peres lo siguieron, pero el partido no se logró consolidar. Ése era el principio del final.

Aunado al fracaso político, David Ben Gurión tuvo que enfrentar otra desgracia: la muerte de su esposa y eterna compañera, Paula. Fue así que en 1970, David regresó a su querido kibutz Sdé Boker en el sur de Israel. Ahí pasó sus últimos días y, el 1 de diciembre de 1973, David Ben Gurión falleció.

Su funeral se convirtió en un evento masivo. Toda la población israelí sabía que estaba despidiendo al más importante líder, al más valiente, al más querido… A aquél al que le había tocado enfrentar las adversidades más complicadas del pequeño Estado judío; por eso merecía ser eternamente reconocido.

Hoy, es simplemente recordado como lo que fue: el constructor del Estado de Israel.