Enlace Judío México – Una de las plegarias y peticiones más comunes entre artistas populares, intelectuales conocidos y amas de casa comunes es el deseo porque haya paz mundial. Todo el mundo al menos una vez en la vida lo ha pedido ya sea con una moneda en una fuente, rezando frente a un centro espiritual o en televisión. Sin embargo, ¿qué es la paz? ¿es simplemente la ausencia de guerra o un estado espiritual más profundo? A continuación hablaremos de ello.

Significado de la palabra Shalom

En el judaísmo la palabra que se usa para referirse a la paz usualmente es “shalom.” Sin embargo, este concepto no se refiere únicamente a la paz que se alcanza por la ausencia de una guerra o conflicto, sino se refiere a una paz espiritual, al sentimiento de plenitud y harmonía con el mundo.

La palabra “Shalom” proviene de la raíz “shalem” (completo). Se refiere a la harmonía absoluta entre las partes que conforman un individuo o sistema. A la paz mundial se llega cuando cada individuo, cada ser ha encontrado su lugar en el mundo y puede ser uno con él; puede relacionarse desde su interioridad y su esencia. Shalom, más que un estado o una condición política externa; es un estado de la mente y del corazón. Uno está en paz cuando logra gobernarse bajo las leyes éticas y morales prevalentes en el Universo; cuando logra separarse del mal que irrumpe dicho orden interno y causa angustia y dolor.

Ahora, “Shalom” no sólo es un estado, también es uno de los nombres de D-os y está prohibido mencionarlo en un espacio impropio como el lavatorio o lugares parecidos. Se llama así porque D-os es quien genera la paz. Él es el que une al mundo y genera el orden bajo el cual se rige y es Él quien dota de esencia a todo lo creado. Según nuestros Sabios el objetivo por el cual el mundo fue creado es para llegar a la paz, la plenitud, al Shalom. En la esencia de todo ser creado se encuentra la aspiración a la plenitud y la aspiración a la unidad.

Sin embargo, éste no es un estado al cual se llegué naturalmente. Como todo crecimiento espiritual su desarrollo no es automático requiere de un trabajo interno y de un aprendizaje comunal.

El conflicto y la paz

Otra de las diferencias que distinguen al concepto de “shalom” con el concepto más popular sobre la paz es que a diferencia de lo que se pensaría la plenitud no surge de la tranquilidad sino del conflicto. “Shalom” en realidad también involucra la síntesis de opuestos y puede existir en un estado de guerra también. Esto lo podemos ver en varios pasajes del Talmud y la Torá.

En Avot 5:20 Los Sabios nos dicen que existen dos tipos de disputas aquellas que son en beneficio del Cielo y aquellas que se separan del Cielo. Las que son acorde al Cielo tendrán un resultado positivo las otras tendrán un resultado negativo. El ejemplo de una disputa que fue a favor del Cielo es la disputa entre Shammai y Hillel, mientras que Koraj se vuelve el ejemplo de la disputa que fue en contra del Cielo.

La razón por la que la disputa entre Shammai y Hillel era benéfica y la disputa de Koraj perjudicial radica principalmente en el hecho de que la disputa entre los Sabios abrió lugar para el encuentro individual con D-os, mientras que la disputa de Koraj anulaba al individuo. La base de toda la Torá oral es la discusión, sólo a través de elementos y argumentos contrastantes uno puede acercarse a la verdad, porque puede ver las numerosas facetas que una misma pregunta tiene. El contraste a final de cuentas abre espacio al misterio y en el seno del misterio se encuentra la individualidad. Shalom no es la unidad de las cosas a través de su uniformidad o su parecido. Por el contrario sólo puede haber paz en elementos contrastantes, porque la paz implica el trabajo conjunto de aquello que difiere.

En el caso de Koraj, él se veía como un individuo aislado y superior al resto de la comunidad. Su disputa era perjudicial, porque no abría espacio a la individualidad del otro. Imponía su propia perspectiva política sin interacción, ni apertura a la duda. En lugar de acercarse a la verdad de D-os, quería imponer su propia verdad.

Paz y Justicia

Ahora otra característica del conflicto previo a la paz es que en la concepción judía no puede haber paz sin justicia. La paz surge únicamente cuando se ha erradicado del mundo la maldad y el hombre alcanza la plenitud en el servicio de las reglas divinas. Por eso vemos que muchos de los eventos donde se habla de paz dentro del Tanaj fueron precedidos por actos de violencia o por guerras; porque la paz verdadera sólo llega tras la justicia.

Dos de los ejemplos más significativos son el reinado de David y el pacto de paz que hizo D-os con Pinjas, el sacerdote, tras haber matado al príncipe simeonita al pecar con una mujer medianita. Pinjas realiza esta acción cuando el pueblo había sido seducido por los moabitas a cometer idolatría. Pinjas al ejecutar a este hombre, expió las acciones de Israel y trajo paz al pueblo, tanto así que D-os mismo le da un pacto de paz. ¿Por qué? Por dos razones: la paz no puede estar acompañada del engaño y la paz no puede estar separada de la Ley de D-os y la justicia.

Cuando el pueblo de Israel comete idolatría, no sólo se está doblando frente a una mentira también se está separando de los principios morales de D-os y de la relación con la Divinidad. Corregir ese camino es parte de las condiciones para que haya paz.

En cuanto a David, D-os le dice que no puede construir el Templo Sagrado porque si él lo construye jamás podrá ser destruido. En cambio el Templo de su hijo Salomón no fue tan perfecto como el templo que su padre pudo haber construido. Esto es porque la paz que produjo el reinado de David era mucho más plena que la paz que produjo el reinado de Salomón.

David vivió en guerras constantes, Salomón no tuvo una sola guerra. Lo que está diferencia nos enseña es que la paz alcanzada tras el conflicto es mucho más plena que la paz que se alcanza de manera natural. El conflicto trae en sí mismo la conjunción de partes contrastantes. Shalom en realidad es la paz que se alcanza tras la lucha y la integración de la diferencia.