Enlace Judío México e Israel – El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu dijo el domingo que su país renegociará dos anexos del tratado de paz con Jordania en un esfuerzo por mantener el control sobre Naharaim y Tzofar, luego de que el Reino Hachemita decidiera reclamar los territorios.

ITAMAR EICHNER

Según el acuerdo, Israel ha estado arrendando la Isla de la Paz en Naharaim y el enclave de Tzofar en la región de Arava durante casi un cuarto de siglo.

Los agricultores israelíes han cultivado la tierra durante muchos años, pero los términos del acuerdo establecen que 25 años después de la firma inicial, cada parte podrá interrumpir el arrendamiento de la tierra con un año de anticipación y este domingo se cumplen 24 años desde que se firmó el tratado.

“Jordania ha reservado la opción de recuperar el área en Naharaim cerca del río Jordán y el enclave de Tzofar en Arava. Hoy nos indicaron que busca ejercer esta opción en el 25° año”, dijo el primer ministro. “Entraremos en negociaciones con ellos sobre la opción de extender el acuerdo existente”.

“No hay duda de que, en una perspectiva general, todo el tratado es valioso, importante para ambos países”.

El tratado de paz con Jordania, aunado al acuerdo firmado por el primer ministro Menachem Begin con Egipto, “son las principales anclas de estabilidad regional”, agregó el primer ministro.

“Además, estamos ampliando los lazos con otros países árabes para los cuales el Estado de Israel no es el enemigo”, concluyó.

El rey Abdalá II de Jordania, quien ha estado presionado para cancelar el acuerdo con Israel, anunció la decisión de reclamar los territorios el domingo.

“Estamos practicando nuestra plena soberanía en nuestra tierra”, dijo Abdalá II. “Nuestra prioridad bajo estas circunstancias es proteger nuestros intereses y hacer lo que sea necesario para Jordania y los jordanos”.

El jefe del Consejo Regional Central de Arava, Eyal Bloom expresó su preocupación por la decisión jordana, y dijo que “las tierras agrícolas en el enclave de Tzofar son importantes para la seguridad del área, el Estado, el sustento de los residentes y la agricultura en la zona central de Arava. Esto significaría el colapso de 30 granjas en un área de aproximadamente 1,400 dunas (346 hectáreas) “.

“Es inaceptable que después de tantos años, haya un cambio tan disruptivo”, agregó.

Bloom instó al primer ministro, Benjamín Netanyahu a resolver la crisis y subrayó que las tierras en cuestión no sólo sirven para la agricultura, sino que constituyen una barrera entre las áreas pobladas de Arava y Jordania y, debido a su ubicación, son críticas para la seguridad de la región y del Estado”.

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