Enlace Judío México e Israel – Una semana después de que un hombre armado antisemita asesinara a 11 miembros de la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh, la congregación llevó a cabo una ceremonia interreligiosa con la participación de las tres comunidades afectadas por el tiroteo en el distrito urbano de Squirrel Hill.

AMANDA BORSCHEL-DAN

Luego de que una cantora dirigiera las oraciones iniciales de la mañana, la comunidad observó un minuto y 11 segundos de silencio.

“Fue a las 9:52 del pasado sábado, cuando el rabino Jeffrey Myers llamó a los servicios de emergencia”, anunció un congregante, pidiendo al público ponerse de pie.

El rabino Jeffrey Myers subió al podio y habló sobre la Parashá de la Semana:”A aquellos que rechazaron la llegada del presidente Trump, no dejaré que nadie me diga cómo recibir a un huésped en mi casa. Como judío y como líder religioso, respeto y doy la bienvenida, por eso recibí al presidente Trump”, continuó.

“Llevé a Trump y a su esposa Melania a la sinagoga Árbol de la Vida, que todavía es una escena del crimen y lo será por mucho tiempo. Es imposible entrar. La imagen está grabada permanentemente en mi cerebro “, dijo a la congregación el sábado.

Myers agregó que durante su visita, el presidente estadounidense colocó su mano sobre el hombro del rabino y le preguntó cómo estaba.

“Soy una de las pocas personas vivas que presenció la compasión y el amor del presidente de EE.UU. Y recibí mensajes de odio por ello”, dijo y señaló que envió las cartas a Brad Orsini, jefe de seguridad de la Federación Judía.

“No se puede combatir el odio con más odio. Matemáticamente eso no funciona”.

“Dije al presidente: ‘El discurso de odio engendra más discurso de odio’. No culpo al presidente ni a ninguna persona. El mensaje fue: ‘Detenga el discurso de odio'”, afirmó ante estruendosos aplausos.

El presidente de la Agencia Judía, Isaac Herzog y Dani Dayan, cónsul general de Israel en Nueva York, asistieron a los servicios.

“Lo que hemos visto en Pittsburgh es una maravillosa comunidad judía… El ver a todos cantar ‘Shemá Israel’, es la respuesta más impresionante a ese hombre malvado que entró a sinagoga y dijo: ‘Muerte a los judíos'”, puntualizó.

Herzog elogió a la comunidad por su resiliencia y profunda expresión de paz. “Que todos estemos juntos aquí y en Jerusalén”.

Durante el servicio de tres horas y media, mujeres y hombres con kipot (gorras) y talitot (chales de oración) se sentaron juntos, en medio de cantos al unísono: “Levántate, Señor, que tus enemigos se dispersen, que tus enemigos salgan huyendo”.

Cuando se sacaron los rollos de la Torá, la congregación cantó “Etz Hayim” (Árbol de la Vida) y otras canciones del rezo de Shabat. Los rollos llegaron al podio justo cuando la congregación cantaba con entusiasmo uno de los salmos que se pronunciaron en la marcha de solidaridad este martes.

Sollozando, una rabina subió y gritó: “¡Por supuesto que la gente seguirá viniendo al Shul [sinagoga]!”.

“Debemos recordar las vidas de las víctimas y cómo las vivieron. ¡Estas son las primeras personas que acudieron a sinagoga! Debemos recordar su devoción”.

“Dios da a las personas libre albedrío y los seres humanos deciden hacer el mal. Pero nosotros somos responsables de que los seres que eligen hacer el mal no tengan acceso a rifles de asalto”, dijo a estruendosos aplausos.

“Sabemos que el mundo no ha llegado a su fin con la presencia de los gentiles justos. Estoy muy agradecida de que ustedes estén aquí hoy”, expresó.

Todos los sobrevivientes de la masacre de la semana pasada fueron llamados al podio antes de la primera parte de la lectura de la Torá. Juntos, hombres y mujeres pronunciaron las bendiciones de la Torá y recitaron el rezo de Birkat Hagomel, por aquellos que sobrevivieron a incidentes peligrosos.

La oración para los enfermos y heridos fue pronunciada en hebreo e inglés. La congregación luego recitó la “Oración por nuestro país”, el rezo tradicional de la diáspora y la oración por el Estado de Israel para concluir con “Hatikva”, el himno nacional de Israel.

Antes del Kadish, la plegaria del duelo, se leyeron los nombres de las víctimas así como los de los seres queridos que murieron ese día en años anteriores.

Instando a los presentes a ponerse de pie, el rabino Myers dijo, “Somos una comunidad de dolientes”.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico