Enlace Judío México.- Naciones Unidas ha probado nuevamente su valor como un barómetro fehaciente de los derechos humanos, aunque no en la forma en que estaba destinado el organismo mundial.

Llegó en la votación del jueves por 189 contra 2 en contra del embargo comercial contra Cuba, culpado por los apologetas del régimen como la gran causa de los muchos males de Cuba. Israel fue el único país que se puso del lado de Estados Unidos. La resolución contra el embargo surge cada año. Y cada año desde 1992 Estados Unidos ha votado en contra. Excepto en el año 2016 cuando Estados Unidos se abstuvo porque la Administración Obama estaba coqueteando con La Habana.

Este año la embajadora estadounidense Nikki Haley intentó algo diferente. En vez de votar simplemente no, Estados Unidos trató de inyectar algún equilibrio proponiendo muchas enmiendas que destacaban las muchas atrocidades espantosas del régimen cubano. Estas abarcan desde su negación de las libertades de reunión y expresión, al acoso e intimidación a los opositores al régimen y al encarcelamiento de ciudadanos que se atreven a quejarse sobre violaciones de derechos humanos. Todas las ocho enmiendas fracasaron por márgenes abrumadores, con sólo Israel y Ucrania votando consistentemente con Estados Unidos.
La Srta. Haley notó quien carga los costos reales de este acicalamiento magnánimo. “Es una vez más que los países sienten que pueden poner el dedo en el ojo de Estados Unidos, pero ustedes no dañan a Estados Unidos cuando lo hacen,” dijo. “están dañando literalmente al pueblo cubano diciendo al régimen que su tratamiento a su pueblo es aceptable.”

La gente puede estar en lados diferentes acerca de los méritos de un embargo económico. Pero cuando la O.N.U. condena a Estados Unidos mientras da a Cuba un pase, el organismo en con sede en el barrio de Turtle Bay revela su propia bancarrota moral.

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.