(JTA) Citando el creciente racismo en EE.UU., algunos hispanos no judíos buscan la ciudadanía española basándose en una ley destinada a expiar las expulsiones de la era de la Inquisición, mientras el antisemitismo español se dispara

CNAAN LIPHSHIZ/TRADUCCIÓN: SILVIA SCHNESSEL

Culpando al presidente Donald Trump por el resurgimiento del racismo en Estados Unidos, algunos hispanos están buscando la ciudadanía española basada en sus raíces judías, de acuerdo con el New York Times.

El martes apareció un artículo que identificó a varias de estas personas, entre ellas una mujer de Albuquerque, Nuevo México, que fue criada como católica. El Times informó de un aumento en el interés de los no judíos de Estados Unidos y América Latina que, por diversas razones, han solicitado un pasaporte español basados en una ley de 2015 que España aprobó para expiar la expulsión de judíos durante la Inquisición. Portugal aprobó una legislación similar un año antes.

El artículo plantea varias preguntas interesantes, incluyendo si aquellos que buscan huir del racismo en Estados Unidos harían bien en emigrar bajo una ley con fuertes connotaciones judías a España, un país cuya sociedad tiene una fuerte tradición de antisemitismo que las encuestas sugieren constantemente que no desaparecerá pronto.

Pero una pregunta más práctica se refiere a la propia factibilidad de lo que el artículo de The Times describe como una “estrategia de salida” para los hispanos estadounidenses que no son judíos.

En el papel, no hay razón para que un solicitante católico no deba ser naturalizado. Los “descendientes de Sefardim“, después de todo, podrían incluir a millones de suramericanos y centroamericanos con ascendencia judía, y cientos de miles más en África.

Las leyes de España y Portugal, cuyas constituciones prohíben la discriminación por motivos de religión o etnia, no requieren que los solicitantes sean judíos. Sólo estipulan que demuestren linaje sefardí.

Ilustrativo: Joseph y Doreen Alhadeff (de izquierda a derecha) firmando documentos de ciudadania espanola con funcionarios espanoles el 2 de febrero de 2016 en Torremolinos, Espana. (cortesia)

Pero en la práctica, las leyes de España y Portugal pueden aplicarse de manera demasiado selectiva para servir a un gran número de no judíos. Esto se debe en parte a que las leyes de esos países hacen que las comunidades judías locales sean responsables de examinar las solicitudes.

Algunas comunidades, incluso en Oporto, Portugal, solo aprueban solicitantes considerados judíos según la ley halajá o la ley rabínica. La Federación de Comunidades Judías de España, o FCJE, dice en su sitio web que no judíos pueden presentar su solicitud.

Pero incluso el sitio web del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España alienta a los solicitantes a obtener una certificación rabínica para respaldar su solicitud.

Puede parecer discriminatorio, pero la preferencia de facto en algunas comunidades para las solicitudes por parte de los judíos se puede sostener de acuerdo con el espíritu de la ley, que los funcionarios españoles y portugueses han dicho muchas veces, para expiar la persecución religiosa de los judíos. Musulmanes, ateos y otros también fueron perseguidos durante la Inquisición.

En el terreno, los solicitantes no judíos pueden naturalizarse si tienen un abuelo judío, “o incluso, en algunos casos, un bisabuelo paterno“, según Jacob Bendahan, un abogado israelí que maneja las solicitudes. En cualquier caso, “incluso si el solicitante no es judío, debe presentar documentos que demuestren que descienden de los Sefardíes que fueron expulsados. Una ketubá, algo”, agregó, usando la palabra para un contrato de boda judía.

En esta foto tomada el martes 5 de mayo de 2015, objetos ceremoniales judios descansan en la sinagoga judia en Lisboa. Espana y Portugal promulgaron leyes que otorgan la ciudadanía a los descendientes de judios sefardies exiliados durante la Inquisicion hace 500 años. (Credito de la foto: AP Photo / Francisco Seco)

Es imposible que un solicitante católico con linaje católico se naturalice [solo] porque tiene un apellido sefardí, como Pérez o Cardozo“, dijo Bendahan.

El número de solicitantes aprobados hasta ahora (no más de 6.500 en España y unos 2.000 en Portugal) sugiere que la ley se está interpretando estrictamente.

España y Portugal, países de la Unión Europea con un alto desempleo y deudas nacionales agobiadas por sus políticas de bienestar relativamente generosas, en términos generales no están interesados en fomentar la inmigración de sus antiguas colonias empobrecidas.

¿Pero se sentiría más cómodo en España un solicitante que se sienta discriminado en los Estados Unidos?

La prevalencia del sentimiento antisemita en el reino ofrece poca seguridad, a pesar de la legislación pro-sefardí en España y la creciente conciencia del potencial turístico y educativo de los sitios relacionados con la herencia judía.

España, junto con Italia, encabezó el índice de antisemitismo 2015 de la Liga Anti Difamación en Europa occidental, con el 29 por ciento de la población que tiene opiniones antisemitas. Se suele mezclar a los judíos en España con Israel, incluso lo ha hecho un legislador catalán que exigió al líder de la comunidad judía de Barcelona que sea retirado del parlamento del gobierno local por se “un agente extranjero“.

Funcionarios observan a un empleado colocando un cartel con el nuevo nombre del pueblo espanol ‘Castrillo Mota de Judios’ que significa ‘Monticulo de judios de Castrillo’ en la entrada de Castrillo Mota de Judios, cerca de Burgos el 23 de octubre de 2015 (AFP FOTO / CESAR MANSO)

Hasta el año 2015, España tenía una ciudad llamada “Castrillo Matajudíos“, el nombre ha sido cambiado. Sin embargo, en todo el norte de España, la gente brinda con la frase “mata a un judío“. En una encuesta de países europeos realizada en 2018, los encuestados en España y Portugal fueron los que más estuvieron de acuerdo con la afirmación de que “los judíos siempre persiguen sus propios intereses y no el interés del país en que viven“.

Los boicots de Israel son particularmente populares en España, que tenía unos 50 municipios unidos al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones, un número mayor que en cualquier otro lugar de Europa. En 2015, los organizadores de un festival de música cerca de Barcelona exigieron que el cantante estadounidense de origen judío Matisyahu firmara una declaración en la que condenaba el trato de los palestinos por parte de Israel. Matisyahu, el único artista a quien se le pidió firmar el documento, se negó y le retiraron la invitación.

El antisemitismo relacionado con Israel abunda en toda Europa occidental, pero España todavía muestra signos del clásico odio a los judíos de la variedad religiosa.

Este sentimiento apareció en 2015, cuando la red estatal de RTVE transmitió un programa de radio titulado “Del infierno – el pueblo judío: propagador del culto a Satanás“.

El hecho de que “un trabajo vehementemente antisemita lleno de teorías de conspiración antisemitas y calumnias llegara a las ondas aéreas españolas es gravemente preocupante y merece una condena inmediata del gobierno español”, dijo Jonathan Greenblatt, director nacional de ADL, después de que JTA informara sobre el show.

Yigal Palmor, un portavoz principal de la Agencia Judía y ex portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, tuvo algunas preguntas propias después del espectáculo.

¿Cómo puede una entidad pública otorgar un podio a este tipo de racismo crudo, bajo y asqueroso?“, preguntó en Twitter, agregando “Un retorno de la Inquisición“.

Cnaan Liphshiz tiene su sede en los Países Bajos, donde informa sobre la vida judía en toda Europa. Nacido en Israel, trabajó anteriormente como editor de noticias extranjeras para Maariv y como reportero de Haaretz.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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