Enlace Judío México e Israel.- El Régime de Vichy (1940-1944) es el nombre con el que informalmente se conoce al régimen político instaurado por el mariscal Philippe Pétain en parte del territorio de Francia, tras la firma del armisticio con la Alemania nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial. El sistema político se encuadraba en los regímenes autoritarios de la época y “es deudor del corporativismo, mostrando simpatía visible hacia la ideología fascista”.
LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Tras la invasión de Francia por parte de la Wehrmacht y el consiguiente derrumbe del Ejército francés en junio de 1940, el Mariscal Pétain asume el poder y solicita un armisticio a Alemania, el Armisticio del 22 de junio de 1940. Después de la caída de Paris el 14 de junio de 1940, el gobierno francés y sus instituciones se reunieron en Burdeos y allí el Senado Francés y la Cámara de Diputados aceptaron la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, Paul Reynaud, el 16 de junio, y se confió la formación de un gabinete al líder derechista Pierre Laval, quien a su vez impuso a los parlamentarios franceses la designación del aquel entonces anciano Pétain como presidente del Consejo de Ministros el 17 de junio con el otorgamiento de “plenos poderes gubernamentales” para celebrar un armisticio con los alemanes bajo la velada amenaza de que, de no hacerlo, Francia se arriesgaba a unas condiciones de paz mucho más duras con el triunfante III Reich. La tarde de ese mismo día el general de brigada Charles de Gaulle, viceministro de Defensa, huyó al Reino Unido para manifestar su rechazo a la paz por separado con Alemania.
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Como consecuencia del Armisticio del 22 de junio de 1940, el Ejército alemán ocupó el norte de Francia, incluso París, y toda su costa atlántica, abarcando casi el 60.0% del territorio metropolitano de Francia, donde el poder efectivo residió en la Jefatura de la Whermacht, aunque de jure el Tercer Reich reconoció formalmente la autoridad de Pétain sobre todo el territorio francés. No obstante, de inmediato Hitler procedió a establecer un régimen administrativo puramente alemán sobre las regiones de Alsacia y Lorena, anexadas en la práctica al Reich, estableciendo la germanización de ambas, expulsando a los habitantes que deseaban conservar la nacionalidad francesa.
Vichy que se convirtió entre 1940 y 1944 en la capital de la Francia colaboracionista, aunque nunca fue declarada oficialmente como tal, era una pequeña ciudad turística de 25 mil habitantes, que hoy esconde un gran drama que muchas personas prefieren olvidar, era conocida por sus aguas termales y sus palacetes de la Belle E´poque, con una gran cantidad de hoteles y casas de veraneo, así como con líneas telefónicas y telegráficas y vías férreas que lo conectaban con el resto de Francia. Los cientos de hoteles que tenía Vichy sirvieron a las instalaciones administrativas y diplomáticas del gobierno colaboracionista.
Los habitantes de Vichy que sobrevivieron a la guerra recuerdan cuando el gobierno de Pétain y su equipo pusieron en marcha un Estado autoritario que sometió Francia a Hitler y cooperó en la persecución de los judíos. También mencionan que en Vichy había escasez de comida y represión contra la resistencia francesa, igualmente no olvidan la veneración inicial de muchos franceses por Pétain, que era el héroe de la Primera Guerra Mundial. “Auschwitz resume lo peor de lo que fue capaz el género humano; en Francia lo más parecido podría ser Vichy”.
La policía del régimen de Vichy fue una de las fuerzas más antisemitas de Europa, participó activamente en la búsqueda y captura de judíos franceses, incluso hizo un proyecto de Ley contra los judíos a través del cual solicitó a su gobierno en Vichy que agravara las penas que se habían impuesto contra los judíos que fuesen capturados. Pétain “orquestó uno de los hechos más deplorables de la Segunda Guerra Mundial, las deportaciones del Velódromo de Invierno en la Francia ocupada. Esta operación empezó en el verano de 1942 cuando 9 mil gendarmes arrestaron a más de 13 mil personas, la mayoría judíos, y trasladó a muchos de ellos hasta campos de concentración donde fueron “gaseados”. Durante su estancia temporal en el Velódromo la gente vivió un “verdadero infierno” apenas recibieron comida y agua y soportaron el calor extremo que hacía en julio.
Pétain padecía de un antisemitismo crónico “cargo contra los judíos excluyéndolos de los cuerpos oficiales del ejército, expulsándolos de la carrera judicial y todos los que ejercían como profesores; a la mayoría se les quitó la nacionalidad francesa. La policía del régimen de Vichy demostró ser una de las fuerzas más antisemitas de Europa”. Pétain no se vio obligado a aceptar el régimen nazi y la promulgación de leyes que no solo afectaban a los judíos, sino a los propios franceses.
Los alemanes mantuvieron al gobierno de Petain creando con ello la ficción de una Francia independiente y porque para los intereses nazis les convenía que la administración Vichy siguiera en sus manos debido a los elevados costos humanos y materiales de instalar una burocracia puramente alemana. Mientras Francia se subordinó a la Alemania nazi, las actividades de la Resistencia francesa se extendieron por ciudades y campos, ello motivó a que el gobierno de Vicky auspiciara con gran energía a la Milicia Francesa como fuerza paramilitar destinada a apoyar la represión alemana contra la Resistencia. Vichy fue escenario de múltiples fusilamientos y ahorcamientos de un gran número de miembros de la Resistencia.
La conclusión de la Guerra en 1945 llevó aparejada la condena de muerte de Pétain, conmutada luego por el general Charles de Gaulle por cadena perpetua por su avanzada edad, 90 años; quien murió en prisión en la isla Yeu en 1951. El mariscal Pétain quien llevó al triunfo al ejército francés en la Batalla de Verdún en 1916, terminó con la condena de la historia por traición a la patria.
En este ámbito, en una decisión aberrante, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en la conmemoración de 100 años de la terminación de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial 1914-1918), dijo en la comuna de Charleville – Mezierez el 7 de noviembre pasado que Pétain merecía elogios por ser un gran soldado en la Primera Guerra Mundial, aunque tomó “decisiones fatales durante la Segunda Guerra Mundial”.
El Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) donde viven 480 mil judíos, la comunidad más grandes de Europa, calificó las declaraciones de Macron de “impactantes y de insultantes”. A su vez el líder del partido France Insoumise, Jean Luc Mélenchon tuiteó, “Pétain es un traidor y un antisemita, sus crímenes y su traición son imprescriptibles, Macron, esta vez es demasiado, Francia no es un juguete”.
Finalmente, después del asombro y de la polémica, Macron canceló el homenaje a Pétain en las ceremonias que honraron a los héroes de la Gran Guerra el 11 de noviembre pasado.
El homenaje se rindió a ocho Mariscales, incluido “el vencedor de Verdún”, empero, su nombre no fue mencionado en ese evento. La historia del antisemitismo en Francia durante la década de los treinta y durante la Segunda Guerra Mundial parece revivir, aunque los judíos franceses hablan de lo que califican como un nuevo antisemitismo, que vincula a la minoría musulmana de Francia, donde viven 5 millones.
Entre 2014 y 2017 alrededor de 20 mil judíos franceses emigraron a Israel; un número indefinido, quizá mayor, lo hicieron hacia EUA, Inglaterra y otros países; no existen registros sobre estas corrientes. En este ámbito, en el aniversario de la “noche de los cristales rotos”, el primer ministro francés Edouard Philippe denunció que los actos antisemitas en Francia aumentaron 69.0% en los primeros nueve meses de 2018. El ministro adelantó que el Ejecutivo prepara algunas acciones para luchar contra el racismo; ¿serán suficientes para atenuar el antisemitismo estructural de Francia que data de siglos atrás?
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