Enlace Judío México e Israel.- El nombre de Rajel Blaustein se ubica al lado de otras mujeres poetas pioneras de Israel, tales como Lea Goldberg, Devora Baron, así como Miriam y Ester Raab. Todas ellas abrieron brecha a las mujeres poetas de Israel, quienes destacan junto a colegas como Maja Bejarano,Jevda Habarki o Leah Ayalon.

PERLA SCHWARTZ PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Como mujer poeta, Rajel escribió para expresarse a sí misma. En su escritura destacan múltiples pequeños detalles. Su temática parte de sus sentimientos y padecimientos. Vida y obra se mezclan de modo indisoluble.

En su estilo destacan su carácter existencialista, así como el testimonial, por ello su poesía posee una especial frescura.

Solía decir que escribir la hacía sentirse viva y eran sus vitaminas para luchar por su deteriorada salud física. Rajel nació a las orillas del Río Volga en 1890, en una ciudad llamada Saratov, en Rusia septentrional. Llegó a Eretz Israel, a sus 19 años, como parte de la Segunda Aliah (Inmigración).

Se fue a radicar al Kibutz Kineret, ahí pasó sus mejores días con un profundo apego a la tierra. Leemos en su poesía: “Tus manos son tiernas como el regazo de una tierra patria/ como él de ésta, es agradable su contacto, es olvido y calma. / Aferrarse a ellas y saber / aquí no temeré/ Una mujer, sólo soy una mujer. / sarmiento- vástago de la vid.”

Aquí la poeta se percibe así misma como una vid delgada, que se eleva cargada por su propio peso, de donde brotan las hojas y los racimos. El vástago se eleva con sutil movimiento, retoma la tierra que lo acoge.

Rajel viaja a Francia para perfeccionar su técnica en el cultivo de la tierra, sobre todo aprender la técnica para rehabilitarla. Estudia agronomía en Europa.

Estalla la Primera Guerra Mundial, ella queda atrapada en territorio galo, y tiene que desempeñarse en duros trabajos para sobrevivir. Es cuando contrae la tuberculosis, con la que batalló el resto de su vida.

Antes de regresar a Israel fue maestra de niños en Rusia. Rachel volvió a Israel en el barco Ruslan hacia 1919. Estaba muy delgada y pálida, sumamente desmejorada y se fue a vivir al Kibutz Degania. Por su enfermedad, los residentes la invitan a marcharse, temían que los contagiara.

En una situación de impotencia abandona la granja colectiva; le dolió vivenciar que el sueño de unión y justicia era algo que no se apegaba a la realidad y se fue a radicar a Jerusalén.

De ahí se fue a Tel Aviv, donde estuvo una temporada, cuando su enfermedad empeora se interna en un Hospital de Guedera.

Agonizante y en plena soledad, muere en el Hospital Hadassa de Tel Aviv el 17 de abril de 1931.

Fue sepultada en Kvutza Kineret, acompañada tan sólo por un puñado de personas.

La relación con la muerte, la lucha por mantenerse viva, son dos ejes temáticos de su poesía. Sobre todo ello resulta más evidente en su segunda etapa poética: “Aquí está el dolor / Aquí está desnudo a tu lado / tan cerca como para tocarlo / tan terrible como para temblar / ¿Por qué la mirada es fría / por qué está indiferente el corazón?” (Poema 21)

Las virtudes líricas de Rachel son innegables: el amor y apego a la tierra es otra de las vertientes temáticas de su poética, sutil, sencilla pero sumamente penetrante. En su escritura hay un dejo coloquial.

Escrita en hebreo, no fue siempre fácil para ella: “No te he cantado tierra mía, / ni he ensalzado tu nombre / con hechos heroicos /con motines de guerra / Solo un árbol han plantado mis manos/ en la orillas tranquilas de Jordán. ” (” A mi tierra”, 1926).

En su literatura hay bases comunicantes entre el ruso y el naciente hebreo. La belleza de sus letras se centra sobre todo en la sencillez, en la fresca naturalidad que le da su dominio del lenguaje. Lo mismo que por sus citas bíblicas.

Poeta emblemática de su época, ella es autora de “Safiaj” (1827), “Mineguev”(1930) y “Shajarait Rachel” (1935). Su obra de pionera ha sido traducida a varios idiomas.

 

 

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