Enlace Judío México e Israel – Lo que distingue su plataforma de la derecha actual es el retorno a la capacidad para gobernar, la reducción de las divisiones sociales, la lucha contra la corrupción y la protección de las instituciones estatales.

NOA LANDAU

Por lo general, después de una larga espera por alguien o por algo, en la vida política o en la vida real, es difícil superar las expectativas, y es muy fácil decepcionar.

Sin embargo, en el caso del nuevo líder del partido Hosen L’Israel y candidato a primer ministro, Benny Gantz, una vez que rompió su largo silencio, además de los clichés y la música de ascensor, se escuchó un primer discurso serio y detallado en el que Gantz presentó una visión clara en la mayoría de los temas de importancia.

La respuesta del primer ministro Benjamín Netanyahu y su partido Likud – que Gantz es de izquierda – es superficial y sorprendentemente infantil ante los comentarios de Gantz. Además, la respuesta fue simplemente incorrecta, porque aquellos que profundizan en las declaraciones de Gantz, particularmente en lo relacionado con la diplomacia y la seguridad, descubrirán fácilmente que él no es del todo izquierdista. De hecho, es de la antigua derecha.

Gantz describió la visión de un Likudnik liberal de antaño, alguien que pone las cuestiones de seguridad en primer plano, pero que también extiende su mano a la paz, que no teme hablar de valores de igualdad y separación entre religión y Estado en la medida de lo posible.

Habló como alguien que cree en el mercado libre y en redes de seguridad social, en “lograr una paz segura”, siguiendo el eslogan de otra campaña, la de un Netanyahu diferente, un estadista de derecha y no de la nueva derecha que lo persigue.

Entonces, ¿qué hay en la plataforma diplomática y de seguridad de Gantz? Primero, hay una declaración general de patriotismo militarista, de la que no se puede prescindir hoy, al comienzo de cualquier discurso. Es una apología que dice claramente: “Soy sionista”. Y después de eso, lo que sigue son amenazas a Irán (referencias como “el fuerte gana” y “golpes dolorosos y precisos”).

En el proceso, Gantz adopta la narrativa básica de Netanyahu de que este es el tema principal en la agenda de seguridad. Después de eso viene Gaza: una amenaza explícita a los líderes de Hamás, en otras palabras, el retorno a la política de asesinatos selectivos. Criticó a Netanyahu por permitir la transferencia de fondos de Catar a la Franja de Gaza, una declaración bastante populista para alguien que supuestamente quiere la calma, pero no hubo una revelación particularmente de izquierda.

Fue sólo después de muchas palabras que Gantz llegó a la cuestión palestina, en medio de su discurso. “Mi gobierno buscará la paz y no desaprovechará oportunidad para el cambio en la región”, dijo.

¿Y a quién mencionó como personalidades dignas de ser imitadas? “Ese patriota israelí Menachem Begin” y “ese patriota israelí Yitzhak Rabin” y sí, también mencionó la versión de Netanyahu reflejada en su discurso de 2009 en la Universidad Bar-Ilan, y el Memorando de Wye River de 1998.

¿Y qué dice la plataforma de su partido Hosen L’Israel? Incluye la separación de los palestinos por el bien de un Israel “judío y democrático”; el fortalecimiento de los “bloques de asentamientos; el Valle del Jordán como la frontera de seguridad del este de Israel; el énfasis en la seguridad; la declaración sobre la soberanía israelí en los Altos del Golán; y por supuesto:“Jerusalén continuará siendo la capital unida de Israel”.

Esa no es una plataforma de “izquierda”. Es una plataforma que muchos en el antiguo Likud, incluido el mismo Netanyahu, habrían apoyado y, prácticamente, ya lo han hecho. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre Gantz y el liderazgo de la “nueva” derecha actual? No es la plataforma diplomática y de seguridad lo que distingue la plataforma de Gantz, sino un retorno a la capacidad para gobernar, a reducir las divisiones, las luchas internas entre derecha e izquierda y entre los distintos segmentos de la sociedad israelí. Se trata de la guerra contra la corrupción, la defensa de las instituciones estatales, y las relacionadas con el Estado de derecho en particular, la defensa de la cultura y los medios; la separación entre religión y Estado; de  modestia y de un espíritu de optimismo en lugar de infamia y agresión.

En su primer discurso como líder del partido Hosen L’Israel, Gantz no abre nuevos caminos. Por el contrario, propone un anhelo por un pasado nostálgico. “Aré los campos, primero con un caballo y luego con un tractor”, dijo. Gantz se embarcaría en las negociaciones de paz en pro de la esperanza, pero de la misma manera, iría a la guerra sangrienta para mostrar quién es quién. Después de todo, él no es de izquierda.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.