Enlace Judío México e Israel – ¿Qué hizo que la cultura teotihuacana desapareciera? ¿Han antiguos reyes enterrados en las grandes pirámides? Teotihuacán es uno de los misterios de la civilización. Sus famosas pirámides han sido tema de conversación desde hace siglos y las preguntas que han llevado a teorías sobre qué hizo que más de cien mil personas desaparecieran de pronto siguen estimulando la curiosidad del mundo científico.

El martes 12 de marzo, en el Museo de Antropología e Historia, la Asociación de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias en México trajo al Dr. Arturo Menchaca —coordinador general del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004— para responder a las inquietantes preguntas que sigue entrañando una civilización antigua y fascinante: Teotihuacán.

Esta conferencia empezó desde un punto de vista antropológico, que explicaba la trascendencia histórica sobre conocer las raíces de nuestro país. Acto seguido, el galardonado científico explicó la técnica que logró después de años, dar un indicio sobre qué se encuentra debajo de estas reliquias milenarias.

La Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna también son uno de los destinos turísticos preferidos de cada visitante en México. Incluso existen muchos que vienen desde lejos con fines espirituales, ya que la piedra que se encuentra en la cima de la Pirámide del Sol, se dice que “recarga” la energía de cualquiera que la toque, insertándole la energía del sol azteca. Hasta Trotsky visitó el emblemático sitio, junto con Frida Kahlo y Diego Rivera.

Paradójicamente, este sitio arqueológico, uno de los más visitados de América, es también uno de los más misteriosos. Pese a haberse estudiado profusamente, el destino de los más de 100 mil habitantes que súbitamente abandonaron la ciudad mucho antes de la llegada de los mexicas al Valle de México, sigue siendo un enigma.

Tampoco se sabe si las grandes pirámides ocultan en sus vientres las cámaras mortuorias de los antiguos gobernantes de la “Ciudad de los Dioses”. Las técnicas tradicionales de la arqueología no han sido efectivas para desentrañar este misterio. Por eso, Arturo Menchaca tuvo que recurrir a la física de partículas para responder esas dudas.

La técnica que utilizó se basa en un mapa trazado por el análisis radioactivo de muones, producidos por rayos cósmicos naturales que provienen del sol, y que permiten observar los espacios que se encuentran dentro de las pirámides. Esta forma de análisis no solamente es costosa, sino que es tan compleja, que solamente puede ser realizada por un pequeño grupo de científicos en el mundo.

Una conferencia interesante aunque desconcertante, que llevó a todos los asistentes adentro de las pirámides, hechas de tierra y piedra. ¿Qué descubrió Menchaca a través del análisis de los muones?

Realmente no hay nada nuevo bajo la pirámide del sol. El estudio no pudo ubicar cavidades con las características de una cámara mortuoria. Así que las tumbas de los grandes emperadores de esta civilización enigmática siguen sin ser ubicadas. Sin embargo, este sistema que se beneficia de la astrofísica para realizar hallazgos arqueológicos podría utilizarse en el futuro, en la búsqueda de nuevos misterios enterrados.

La misma técnica se empleó en 2017 para detectar una nueva cavidad en la pirámide egipcia de Giza.

Antes, en 2002, el arqueólogo japonés Saburo Sugiyama había encontrado tumbas en la Pirámide de la Luna usando técnicas de excavación. Menchaca explicó que, al estar aquellas tumbas cubiertas por tierra, los muones son incapaces de detectarlas. Esto quiere decir que quizá existan tumbas en la Pirámide del Sol, pero no cámaras funerarias como las halladas en Egipto.

 

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