Enlace Judío México e Israel – Este lunes, la Corte Suprema de Justicia de Israel suspendió los planes de las FDI para demoler la casa de un palestino acusado de la violación y asesinato de una adolescente israelí.

Arafat Irfaiya, un residente de 29 años de Hebrón en Cisjordania, fue acusado el mes pasado de la violación y asesinato con motivación terrorista de Ori Ansbacher, de 19 años, en un bosque de Jerusalén el pasado 7 de febrero.

El tribunal suspendió la orden de demolición en respuesta a una petición presentada por la familia de Irfaiya. El Comando Central de las FDI tiene 48 horas para responder a la petición, informó el sitio Ynet.

Las FDI notificaron a la familia de Irfaiya sobre la demolición el pasado 6 de marzo.

Según la acusación del mes pasado, Irfaiya entró ilegalmente a Israel desde Cisjordania a principios de febrero armado con un cuchillo.

“Se encontró con Ansbacher y decidió matarla porque era judía”, de acuerdo a la acusación formal de los fiscales. “Él atacó a Ori con violenta crueldad, y aunque ella trató de luchar contra él, la dominó. La apuñaló con un cuchillo varias veces por todo su cuerpo, causando su muerte”.

La Fiscalía del Distrito de Jerusalén dijo que no se revelarían más detalles sobre el asesinato de Ansbacher.

Durante la audiencia, los fiscales estatales presentaron al tribunal pruebas contra Irfaiya, incluido su ADN que se encontró en el arma y en la escena del crimen. Los fiscales también informaron al tribunal que durante su interrogatorio, Irfaiya reveló detalles sobre Ansbacher que lo implicaron en su asesinato.

Según un reporte del noticiero del Canal 12, Irfaiya dijo a los investigadores que no había planeado gran parte del ataque por adelantado, más allá de comprar un kipá para poder entrar a Israel sin ser detectado.

“Compré la kipá dos semanas antes, para poder ingresar a Israel sin ser sospechado o identificado como residente ilegal”, dijo Irfaiya a los investigadores, agregando que no le contó a nadie sus planes de antemano.

“Salí de mi casa para matar a un judío debido a la ocupación y el trato de los árabes en los puestos de control”, habría dicho a los investigadores.

El día del asesinato, Ansbacher, que era voluntaria en un centro juvenil en la capital, fue a dar un paseo por un bosque en Ein Yael, al sur de Jerusalén.

Un portavoz del Shin Bet dijo previamente que Irfaiya había pasado un tiempo en prisión por delitos relacionados con la seguridad y que había cruzado a Israel sin un permiso antes de llevar a cabo el asesinato. A pesar de reportes que indicaron que está afiliado a Hamás, el grupo terrorista no se ha atribuido la responsabilidad del ataque.

El caso provocó indignación en todo el país e instó al gobierno a aprobar la implementación de una ley según la cual Israel deducirá de los ingresos fiscales que recauda en nombre de los palestinos la cantidad que la Autoridad Palestina paga a las familias de terroristas abatidos o encarcelados.

Israel dice que la práctica de demoler hogares de terroristas es un medio eficaz para desalentar futuros ataques, aunque ha sido criticada por grupos de Derechos Humanos como una forma de castigo colectivo y por algunos analistas como una medida disuasoria ineficaz.

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