Enlace Judío México e Israel – Hasta hoy, sólo se habían descubierto huesos de pollo en excavaciones de sitios antiguos a lo largo de Israel, pero estos trozos de cáscara son la primera evidencia de huevos de pollo como parte de una dieta en épocas antiguas, dijo el profesor Zohar Amar, del Departamento Martin Szusz de Estudios de la Tierra de Israel y Arqueología en la Universidad Bar-Ilan.

Las cáscaras se volvieron a armar con éxito recientemente mediante el uso de un modelado virtual 3D de alta tecnología, informó el sitio The Times of Israel.

Hace aproximadamente una década, la arqueóloga Eilat Mazar desenterró cientos de piezas de cáscara de huevo durante las excavaciones de una estructura del período del Primer Templo en la Ciudad de David en Jerusalén. Fueron colocados al cuidado del jefe del laboratorio de arqueozoología de la Universidad de Haifa, el profesor Guy Bar-Oz, quien confirmó que en realidad eran huevos de gallina. Debido a su delicada fragilidad, el descubrimiento de cáscaras de huevo es raro y esta es la primera evidencia de huevos de gallina en la región que hoy comprende Israel y los territorios.

Amar le dijo a The Times of Israel que después de recibir las cáscaras de manos de Bar-Oz, buscó una manera de juntar las piezas. Al enterarse de la nueva tecnología desarrollada por la Autoridad de Antigüedades de Israel para recrear la cerámica de algunas piezas indicativas, contactó al Dr. Avshalom Karasik, quien había elaborado el nuevo algoritmo. Bajo el supuesto de que si el programa pudiera tomar varias piezas grandes de cerámica y reconstruir una vasija completa de ellas, Amar preguntó si quizás podría hacer lo mismo con sus cáscaras de huevo.

Amar escogió cuatro piezas grandes de cáscara de huevo y la reconstrucción virtual de Karasik ilustró que todas provenían del mismo huevo. Sus medidas corresponden a las de un huevo de gallina moderno medio. La altura del huevo antiguo era de unos 50 milímetros, su diámetro máximo era de 40 milímetros y el tamaño total de la cáscara era de 61 gramos, según la versión de Bar-Ilan. Amar dijo que el estudio tiene un margen de error del cinco por ciento.

Las implicaciones de las mediciones obtenidas de este huevo antiguo recientemente visualizado cambian la idea que se mantenía de que en ese entonces estos animales sólo se tenían como mascotas o para entretenimiento, e incluso cambiar los conceptos en la Halajá (ley religiosa judía).

Los fragmentos fueron encontrados en la basura de lo que había sido el complejo gubernamental de la ciudad durante el período del Primer Templo, dijo Amar al periódico Haaretz. El mero hecho de que los trozos de cáscara se encontraron en la basura (y la cantidad) atestigua que fueron descartados por el consumo, explica Amar. Si las personas criaran pollos para entretenimiento u ornato, las cáscaras de huevo estarían en su versión de gallineros, no en los basureros de la cocina.

Durante siglos, ha habido una discusión entre los estudiosos halájicos comenzando en la Mishná sobre cuánto pan sin levadura se requiere que una persona coma durante la primera comida de Pésaj. El requisito se da como kazayit, o el tamaño de una aceituna.

Sin embargo, con el tiempo, algunos eruditos europeos que no estaban familiarizados con el fruto del olivo desarrollaron un sistema de solución basado en kebaitza, o el tamaño de un huevo. Hasta hoy, los judíos lituanos que viven en Israel siguen la regla de la Mishna Berura y el Jazon Ish, que establecen que el tamaño de una aceituna es 1/2 o 1/3 del volumen de un huevo antiguo.

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