Enlace Judío México e Israel.- Usando fragmentos de concha de huevo descubiertos en la Ciudad de David de Jerusalén, el profesor Bar-Ilan reconstruye un huevo antiguo y aprende sobre los hábitos dietéticos de la época.

ABIGAIL KLEIN LEICHMAN

Las cáscaras de huevos de gallina encontradas en las excavaciones en la Ciudad de David de Jerusalén, que data de finales de la era del Primer Templo (c.1000-586 aC), se han analizado y reconstruido utilizando tecnología del siglo XXI.

Los huevos confirman el lugar de los pollos domesticados en los platos de la clase alta de Jerusalén en tiempos bíblicos, según un estudio dirigido por el Prof. Zohar Amar del Departamento de Estudios de la Tierra de Israel de Martin (Szusz) y Arqueología de la Universidad de Bar-Ilan en Ramat Gan.

El estudio analizó varios cientos de fragmentos de cáscara de huevo encontrados en desechos y cenizas durante las excavaciones realizadas por el arqueólogo Eilat Mazar hace aproximadamente una década.

Amar examinó todos los fragmentos utilizando un nuevo algoritmo único desarrollado por el Dr. Avshalom Karasik de la Autoridad de Antigüedades de Israel para la reconstrucción de recipientes de cerámica. Encontró suficientes piezas grandes para reconstruir un huevo completo.

El Prof. Zohar Amar y los remanentes de los huevos de gallina del primer templo. Foto cortesía de la Universidad Bar-Ilan.

La reconstrucción muestra que la altura era de unos 50 mm, su diámetro de 40 mm y su volumen total de 61 cc, similar al tamaño y volumen de los huevos de gallina modernos.

Este hallazgo tiene implicaciones importantes en el campo de la ley judía talmúdica (halajá), que utiliza una medida llamada “kebeytzá” (como un huevo).

Amar notó que rara vez se encuentran cáscaras de huevo en excavaciones arqueológicas debido a su fragilidad. Este descubrimiento es especialmente significativo porque es la evidencia más temprana de huevos de gallina encontrados hasta ahora en el Cercano Oriente.

Hasta ahora, los únicos hallazgos arqueológicos relacionados con el pollo del período bíblico en Jerusalén eran unos pocos huesos y varios sellos de la casa real que mostraban la imagen de un gallo peleador.

Amar compartirá el hallazgo del estudio en una conferencia de Bar-Ilan el próximo mes sobre agricultura y naturaleza en el antiguo Israel. Más adelante se publicará.

 

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