Enlace Judío México e Israel – Bondad, celebración, trabajo, esperanza… El rabino shlomo Zaed habló de estos conceptos en una serie de conferencias que comenzó el 29 de mayo con “Nueve lecciones de vida”, en la sinagoga Sha Le Simjá. 

 

El 29 de mayo, en la sinagoga Sha Le Simja, el rabino Shlomo Zaed presentó la conferencia “Nueve lecciones de vida”, dentro de una serie de siete conferencias que dará cada miércoles.

Dijo que el Jesed (bondad) es uno de los pilares en le vida de la persona. E invitó a procurar el bien común. “Las lecciones de vida que hoy vamos a aprender vienen de uno de los personajes más maravillosos que tuvimos en la historia”, aseguró refiriéndose al rabi Bar Yajai.  “La energía de rabi Shimon Bar Yojai empieza desde Lag Baomer hasta Shavuot.”

Así comenzaron las nueve lecciones. La primera de ellas, Celebrar la vida. Dijo que se trata de la mejor bendición y se preguntó, paradójicamente, ¿por qué celebrar la muerte? En el caso de Bar Yojai, “él se levantó en contra de los romanos. Para escapar de la muerte se escondió en una cueva por doce años. Mientras estuvo en la cueva escribió el Zohar. Ahí solo tenía para comer un fruto llamado algarrobo y agua. Cuando ya pudo salir todavía vivió varios años más.” Dijo que festejamos su muerte por el hecho que debería de haber muerto y vivió más años de manera natural. Concluyó que celebrar la vida es ver el panorama completo viendo lo positivo de la vida.

La segunda lección fue  trabaja con constancia para tener un buen nombre y ser un buen ejemplo para los demás. Según el estudioso, en la mishná (consolida la tradición judía) dice rabi Shimon Bar Yojai que existen tres coronas en el judaísmo. Tres personas que merecen tener una corona. La primer es Keter Torá (corona de la Torá). “La merecen todas aquellas personas que estudian Torá, tanto hombres como mujeres. La segunda corona en Keter Geuna. Es la corona de los Cohanim (aquellos que descienden de los máximos sacerdotes). Todos los Cohanim merecen el respeto de los que no lo somos. Inclusive si un hombre se casa con una mujer descendiente de Cohanim, ella merece más respeto de su esposo. La tercera corona es Keter Malú, los que vienen de la tribu de Yehuda.” Dijo que para rabi Shimon Bar Yojai esta es la corona Keter Shem Tov, la corona del buen nombre. La corona del buen nombre es un trabajo constante de toda la vida. Compórtate bien aun cuando estés solo para poder dar un buen ejemplo cuando estés ante la gente.

La lección número tres: mientras estés vivo todo se puede reparar, nunca pierdas esperanzas en nada. Dijo que muchas veces las cosas cambian para bien y que siempre se puede tener esperanza. Todo lo bueno que hagas en el transcurso de tu vida, lo perderás si te comportas mal al final. Lo mismo en tus pensamientos hacia lo Torá: puedes rezar, estudiar y comportarte bien en los preceptos pero si al final reniegas de tu vida religiosa pierdes todo lo bueno que hiciste. “Aquel que fallece renegando de Hashem perdió todo lo bueno que hizo en la vida”.

La cuarta lección es: cuida mucho los sentimientos de los demás y mucho más de los cercanos a ti. Las palabras que más hieren vienen de la gente más cercana a ti, dijo. “Es preferible arrojarse a una hoguera encendida antes que avergonzar a un compañero.”

La quinta lección fue: estamos aquí de paso, aprovecha la vida. Piensa en el mundo venidero. Dijo que si una persona que siempre ha estudiado la Torá decide dejarla para tener un negocio le va a ir bien, pues D-os da libre albedrío. La ambición bien canalizada en muy buena. La vida pasa como una sobra y hay que aprovechar lo que se nos presenta. “Haz conciencia del mundo venidero.”

La lección seis versó sobre no jurar y no manipular a los demás y menos a tu pareja, mientras que en la siete dijo que, si hablas con Hashem, habla buenas palabras, o sea, agradecimientos y peticiones. “Muchas veces los problemas que Hashem nos manda es para que recemos, porque cuando todo va bien uno se olvida” de hacerlo.

Dos lecciones más para el final: si evitas groserías, insultos y Lshon Hara (malas palabras), tus rezos serán impresionantes. Recordó que Shimon Bar Yojai dijo que si él hubiera estado cuando la Torá fue entregada a Moshe Raveinu, le hubiera pedido un cambio. Que le diera al hombre dos bocas, una para rezar y otra para cosas mundanas. Sin embargo, después reflexionó pensando que con una sola boca se dirá menos Lasho Hara.

El rabino Shlomo Zaed finalizó su conferencia con una última y sencilla lección: Hashem te pide esfuerzo dentro de tu capacidad, no más. Hashem no te exige más de lo que puedes dar en diferentes circunstancias de la vida.

 

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