Enlace Judío México e Israel.- México está metido en una encrucijada peligrosa en materia macrofinanciera, pues institucionalmente se está perdiendo credibilidad a nivel internacional, lo cual se podría traducir en que sigan saliendo flujos desde nuestro país al exterior. Concretamente, las instituciones internacionales dudan que el enorme plan de refinanciamiento de PEMEX funcione, siendo pesimistas en el sentido de que la empresa no logre recuperarse de la pérdida operativa y niveles de producción, haciendo que eventualmente la entidad no pueda pagar sus deudas y por lo tanto quede mal ante bancos internacionales; situación que implicaría devaluación inmediata del tipo de cambio y salida masiva de capitales. Así de delicada la cosa.

ENRIQUE PRESBURGER CHEREM

Veamos así las medidas que tendría que tomar el gobierno para prevenir dicho escenario:

1. No imprimir dinero: Estamos viviendo en un entorno de “estanflación”; es decir estancamiento económico más inflación. Esta escasez de flujos de inversión hace que la economía se estanque y que no haya dinero en la calle. El gobierno podría caer en la tentación de “imprimir” más dinero, significando esto endeudarse más a corto plazo con tal de aumentar gastos e intentar reactivar la economía. No obstante, imprimir dinero para gastar sin un plan de inversión es peligroso, pues todo dinero impreso se traduce en inflación, y si no se dirige bien el gasto, el país de todas maneras no crece (aunque sí lo hace su deuda).

2. Visión de Estado de la Banca de Desarrollo: La banca de desarrollo en México es bastante numerosa en entidades: NAFIN, Bancomext, Financiera Nacional de Desarrollo, FIRA, Pronafim, y Bansefi entre otros. Toda esta red en su conjunto sin embargo no rebasa el 2% al financiamiento total del sector privado. Esto quiere decir que mucho de su dinero se invierte en fondos perdidos (créditos mal otorgados en directo al consumidor) o en préstamos al mismo gobierno, lo cual no resulta productivo. Adicionalmente, este tipo de entidades no está aprovechando la operación de Intermediarios Financieros No Bancarios, como SOFOMES, para expandir su alcance. La Banca de Desarrollo por lo tanto necesita reactivarse y cumplir su objetivo de reactivar sectores económicos productivos.

3. Cuidar la calificación soberana: La calificación de México como país es demasiado importante para nuestra vida cotidiana, aunque no lo parezca. Si nuestro país sigue deteriorándose en perspectivas económicas, tendremos que mantener tasas de interés altas de referencia, haciendo que los créditos para invertir, comprar casas y coches -entre otras cosas- se encarezcan cada vez más. Cuando un país se percibe riesgoso, tiene que pagar altas tasas de interés a sus acreedores. Es por eso que tenemos que evitar esta situación, pues no se trata sólo de un problema que impacte a las altas esferas políticas.

4. Cuidar los pagos de las empresas del Estado: La claridad de presupuestos del gobierno es fundamental. Si el gobierno no paga, tengamos cuidado, es una alerta roja. Hoy existen muchas dependencias con presupuestos inciertos, pagos atrasados y deudas importantes con proveedores e inquilinos. Siendo que los proyectos gubernamentales mueven una parte importante de la economía, caer en impagos genera una cadena de quebrantos que se extiende al sector.

Así las cosas. La certidumbre macroeconómica no es un concepto rebuscado de académicos y expertos. Es la base sobre la que nos movemos los individuos comunes para tener una vida estable.

 

 

 

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