Enlace Judío México e Israel – La Guerra de Yom Kipur y la firma de la paz entre Israel y Egipto, dejó a los palestinos solos en su lucha, una que usó al terrorismo como arma principal, lo que terminó por condenarlos a un perpetuo estado de dominación. 

En la década de los ’80 el pueblo palestino se sentía, quizá, más solo que nunca; por un lado, la Guerra de los Seis Días de 1967 que tanto habían incitado los países árabes vecinos, se había traducido en una gran pérdida de territorios para el pueblo palestino, mientras que por el otro lado, la Guerra de Yom Kipur iniciada por Egipto en 1973 conllevó a la paz entre Egipto y el Estado de Israel. Este acuerdo de paz dejaba claro que la causa palestina estaba cada vez más olvidada tanto por los países árabes como por la atención internacional.

Sin embargo, la mayor desgracia del pueblo palestino era el círculo vicioso al que ellos mismos se habían sometido, pues al realizar ataques terroristas para expresar su rechazo al estado judío provocaban en el gobierno israelí estrictas políticas de control.

Las medidas de seguridad que el gobierno de Israel implementó sobre el pueblo palestino fueron justificadas por muchos y condenadas por otros tantos, pues perjudicaban la libertad de los palestinos y por supuesto sus opciones de trabajo.

Aquel líder que alguna vez se comprometió con la causa palestina se encontraba exiliado en Túnez a principios de 1980, no había para los palestinos ni líderes sinceros, ni las más mínimas promesas.

Así que la paz entre Israel y Egipto y la nula ayuda que recibían los refugiados por parte de los países árabes vecinos mostró a los palestinos su verdadera soledad. Era un hecho, Israel había sido atacada en 1948 por países como Siria, Líbano, Irak, Egipto y Jordania, pero ante la victoria israelí los países árabes simplemente dieron la espalda, dejando a los palestinos sin recursos, sin nacionalidad y sin la más mínima ayuda humanitaria.

 

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