Enlace Judío México e Israel- La actividad militar por parte de Israel durante el fin de semana del 24-25 de agosto del 2019, informada ampliamente en los medios, aumentó la tensión entre Irán e Israel en la región.

Neville Teller

Porque estas operaciones parecieron ser una respuesta a la amenaza de acción hostil inminente, la idea que pueden ser también consistentes con una estrategia más profunda no fue el tema de mucho comentario.

Pero junto a una determinación de impedir la transferencia de equipo militar iraní a Hezbolá se está volviendo cada vez más evidente una política israelí de degradar constantemente a las fuerzas armadas de Irán y a sus satélites.

Este patrón a más largo plazo del pensamiento militar israelí corre parejo con lo que está surgiendo como los propósitos más profundos de Irán en la región. A pesar de su enfrentamiento con EEUU durante los últimos dos años, la base de poder de Irán en el Medio Oriente ha sido realzada de forma sustancial. Su “Media Luna chií”, una vez un concepto más bien aspiracional, es ahora una realidad. Habiendo apoyado y desarrollado las capacidades militares de sus satélites en Siria, Irak, Líbano, Gaza y Yemen, Irán ahora está involucrado en transferirles a ellos sus capacidades de misiles avanzados y drones no tripulados. Los hutíes en Yemen y Hamas en Gaza están haciendo uso de ellas. Si Irán se sale con la suya, Hezbolá un día los descargará sobre Israel.

Al mismo tiempo, Irán sigue con determinación creciente su oposición a mucho del mundo musulmán suní en general, y a Arabia Saudita en particular, buscando debilitar constantemente y derribar finalmente a sus regímenes. En este en particular el mundo árabe moderado e Israel saben que se encuentran hombro a hombro.

Los últimos choques comenzaron temprano en la mañana del sábado 24 de agosto, cuando, actuando en virtud de información indicando un inminente ataque “asesino” con drones, Israel atacó sitios militares en Siria. Los detalles siguen siendo incompletos, pero parece que los objetivos eran bases controladas por Irán en Aqraba, al sudeste de la capital, Damasco. Hassan Nasrallah, jefe de Hezbolá, el cual está estrechamente vinculado a las fuerzas de Irán en Siria, afirmó que Israel había atacado posiciones de Hezbolá.

Poco después, fuentes libanesas informaron que dos drones de vigilancia israelíes habían caído en un bastión de Hezbolá en la capital libanesa, Beirut. Se dijo que un drone no tripulado ha caído en el techo de un centro de medios perteneciente al grupo, y un segundo ha explotado en el aire y se estrelló en las cercanías. Algunos informes especulan que habían estado involucrados en el ataque anterior en Siria.

Entonces, el domingo 25 de agosto a la noche, aviones israelíes llevaron a cabo tres ataques aéreos profundamente dentro de Líbano contra una base perteneciente al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), el grupo terrorista luchando junto a las fuerzas iraníes y milicias respaldadas por Irán en apoyo del presidente sirio, Bashar al-Assad. La base está localizada en el valle de Bekaa en el este de Líbano, cerca de la frontera con Siria.

Más tarde, ese domingo al atardecer, fueron disparados tres cohetes desde Gaza al sur de Israel. Dos fueron interceptados por el sistema de defensa de misiles Cúpula de Hierro, pero uno explotó al lado de la Ruta 34. Al cabo de horas la Fuerza Aérea Israelí había lanzado una serie de ataques sobre objetivos en la Franja de Gaza, golpeando una base militar de Hamas.

¿Es toda esta actividad militar por parte de Israel, explicable en gran medida como reacción directa a la provocación, consistente con una estrategia a más largo plazo dirigida a debilitar las capacidades agresivas de Irán? Ciertamente han habido algunas actividades contra Irán no reclamadas y no explicadas en el pasado reciente.

Por ejemplo, una explosión el martes 2o de agosto por la noche causada aparentemente por un ataque aéreo, golpeó una instalación de una milicia chií pro-iraní 80 kilómetros al norte de Bagdad. Llegó después de tres explosiones no explicadas en las últimas semanas en sitios de las milicias chiíes iraquíes que sirvieron o albergaron activos iraníes. El último de éstos demolió un almacén de armas. Un informe dijo que 50 misiles almacenados en el sitio atacado fueron destruidos.

Los grupos paramilitares de Irak apoyados por Irán han culpado a EEUU e Israel por la serie de explosiones recientes en sus almacenes de armas y bases. Las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), o Hashd al-Shaabi, es la agrupación matriz de las milicias mayormente chiíes de Irak. Dijo que EEUU había permitido a cuatro drones israelíes entrar a la región y llevar a cabo misiones en territorio iraquí. La coalición liderada por EEUU en Irak para combatir a los remanentes del Estado Islámico, negó la acusación.

Otra explosión la semana anterior en un depósito de armas dirigido por un grupo provocó cohetes disparados hacia el sur de Bagdad, matando a una persona e hiriendo a otras 29. Una investigación gubernamental de una explosión anterior cerca de Bagdad concluyó que fue causada por un ataque con drones.

Israel, en línea con su política normal, ni confirmó ni negó responsabilidad por estos ataques dentro de Irak, pero si los llevó a cabo, sería una extensión de su campaña normal anti-Irán. La última vez que atacó objetivos iraníes dentro de Irak fue en 1981, cuando aviones de combate israelíes bombardearon un reactor nuclear en construcción al sur de Bagdad.

Escalada también ha sido el nombre del juego por parte de Irán. Su intento reciente, frustrado por las Fuerzas de Defensa de Israel, de lanzar una flotilla de “drones asesinos” dentro de Israel ha subido las apuestas. La atribución inmediata de responsabilidad de Israel por el ataque contra las bases controladas por Irán en Siria también toca una nueva nota. Subraya la determinación de Israel de frustrar cualquier ambición que podría albergar Irán de establecer una base de poder permanente ya sea en Siria o en Irak.

El mundo debe esperar que ninguna parte promueva sus objetivos políticos al punto del conflicto armado.

Fuente: The Jerusalem Post