Enlace Judío México e Israel – El hombre de Hamás ha estado presente en las noticias sobre el conflicto Israelí-palestino desde hace décadas. Su origen, sin embargo, no siempre está claro. 

En la década de los ’80 las calles del Estado de Israel estaban sumergidas en un verdadero campo de batalla. Se trataba de la Primera Intifada, la cual mantenía a israelíes y palestinos en combates violentos y cotidianos. Las manifestaciones con piedras y bombas molotov por parte de los palestinos no eran un reto nuevo para el ejército israelí, pues estas escenas ya se habían vivido con anterioridad, sólo que esta vez el liderazgo palestino había creado el Mando Nacional Unificado de Levantamiento, que dirigido por miembros de Al Fatah, tenía como principal objetivo mantener viva la Intifada por varios años, de este modo, el MNLU se dedicaba a organizar y difundir las fechas, los lugares y los horarios en los que cada revuelta se llevaría a cabo. A estas violentas manifestaciones todos estaban invitados, los padres alentaban a sus hijos, quienes ya por sí mismos estaban bastante incitados.

A los israelíes se les acusaba de cometer ilegalidades, como encarcelamientos sin juicio y deportaciones. Medios palestinos decían que a finales de 1988, 30 palestinos ya habían sido ilegalmente deportados.

Pero el Mando Nacional Unificado palestino encargado de organizar todas las revueltas no era la única novedad de este conflicto, pues en 1987 se fundó la organización terrorista Hamás, y la destrucción de Israel era el principal objetivo de su carta fundacional. De este modo, el estado judío no sólo se enfrentaba a millones de palestinos enfurecidos, sino también a una organización terrorista que incluía en su lucha metas religiosas bastante extremistas.

 

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