Enlace Judío México e Israel.- Queridos amigos, el 5779 ya forma parte de la historia, con sus penas y alegrías, éxitos y fracasos. Esperanzas e ilusiones junto a desengaños y contratiempos.

EDUARDO HADJES

Todo ello, es parte integral de nuestras vidas, lo cual no es un impedimento, para que en estos momentos, al entrar raudamente en el 5780, nos llenemos de renovadas esperanzas, ilusiones y deseos de éxitos ilimitados, pero todo ello, acompañado de mucha salud, salud y salud, que en definitiva, es lo más importante a lo que podemos aspirar.

Rosh Hashaná viene lleno de bendiciones. Que este nuevo año nos traiga todo lo bueno a lo que es posible aspirar, mayoritariamente ya nombrado. Inscritos en Libros de Vida y perdonados de nuestros pecados.

Antes de continuar, quiero aclarar que esto va para la totalidad de mis asiduos u ocasiónales lectores, sin distinción de ninguna especie. ¿Por qué tendríamos que esperar una fecha o acontecimiento especial para tener que emitir buenos deseos y enviar nuestras bendiciones a nuestros semejantes? Creo que debemos comprender que cada instante de nuestras vidas, es el momento justo y preciso para emitir estos buenos deseos, sobre todo, si a su vez, nosotros queremos recibir las bendiciones de quienes nos conocen.

Según la tradición judía, estos días entre Rosh Hashaná (año nuevo) y Yom Kipur (día del perdón) son fundamentales para que Dios determine quiénes han de vivir y quiénes han de morir. Quiénes sanarán y quiénes se enfermarán. Igualmente, se determina quiénes serán perdonados y esto, creo que reviste una importancia trascendental. ¿Quién puede creer que no ha pecado, ya sea consiente o involuntariamente? ¿Quién puede creer que, aun cuando sea sin pensarlo, ha perjudicado a un semejante, incluso convencido que está defendiendo sus propios intereses y bienestar?

Es fundamental que comprendamos que, si realmente queremos ser perdonados, primero deberemos analizar si nosotros hemos sabido personalmente, perdonar a todos aquellos que nos han ofendido o dañado, estando, dada nuestra condición humana, convencidos que eso ha sido injustificadamente.

Será fundamental aprender a perdonar, para que así, tengamos posibilidad de ser perdonados.

Cada religión tiene sus tradiciones y costumbres. Todas ellas, analizadas conscientemente, son razonables y válidas, no acorde a exámenes científicos, sino que basándonos en el principio de la fe, que, desde que el hombre fue tal, ha regido nuestros destinos.

Bajo esta premisa, estamos viviendo días trascendentales. En Yom Kipur, fervorosamente, invocaremos en repetidas oportunidades, nuestra solicitud de clemencia y comprensión ante nuestras trasgresiones. Se enumerará una lista seguramente más allá de nuestras posibilidades de pecar. Deseo, tanto para mí como para cada uno de ustedes, que nuestros ruegos y oraciones, sean escuchados y aceptados de manera de sentirnos realmente renovados. Estoy convencido que es indispensable que tengamos el convencimiento de no volver a transgredir las disposiciones por las cuales solicitamos nuestra absolución. Me parece que sin este requisito, nuestros ruegos no serán escuchados. Recordemos que podemos engañar a nuestros semejantes. Incluso, en algunas oportunidades, podremos engañarnos a nosotros mismos. Lo que categóricamente, jamás podremos lograr, es engañar a Dios Todopoderoso, cuya facultad y magnificencia, va más allá de nuestra capacidad de comprensión.

Para todos mis lectores, vayan mis mejores deseos y bendiciones en este y todo momento de nuestras vidas. Un abrazo cariñoso a todos ustedes.

 

 

 

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