Enlace Judío México e Israel.- En septiembre del 2019 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un informe preliminar de la Relatora Especial sobre la libertad de religión o de creencias titulado “Combatir el antisemitismo para eliminar la discriminación y la intolerancia basadas en la religión o las convicciones”.

LEÓN OPALÍN

Este informe al Consejo de Derechos Humanos sigue a las recientes intervenciones del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, sobre el antisemitismo y la libertad religiosa. El informe sobre el antisemitismo se ha evaluado “sin precedentes” al considerar que por su número los países musulmanes predominan en la ONU.

El informe resume que la violencia antisemita, la discriminación y las expresiones de hostilidad son “serios obstáculos para el disfrute del derecho de libertad de religión o de creencias” y que “la frecuencia de los incidentes antisemitas parece estar aumentando en magnitud”, al igual que “prevalencia de actitudes antisemitas y el riesgo de violencia contra personas y lugares judíos”. De hecho, informes recientes de gobiernos y organismos judíos y no judíos, señalan una tendencia alarmante en los incidentes y atentados contra los judíos. En este sentido, en el informe se menciona que si los gobiernos no lo controlan, el antisemitismo plantea riesgos no solo para los judíos, sino también para miembros de otras comunidades minoritarias.

El informe contiene una serie de conclusiones clave, entre las que destacan el aumento de antisemitismo a través de tres fuentes principales: el creciente uso de tropos antisemitas por parte de los supremacistas blancos, incluidos los neonazis y los miembros de grupos islamistas radicales; el aumento del “antisemitismo de izquierda”, que en narrativas o tropos antisemitas en el curso de la expresión de la cólera contra las políticas o prácticas del gobierno de Israel; y señala que los objetivos, las actividades y las del movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) son fundamentalmente antisemitas.

La campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones nació en el 2005 con un llamado lanzado por más de 170 organizaciones de la sociedad civil palestina a la comunidad internacional pidiéndole que apliquen dicha medida coercitiva “hasta que Israel cumpla con el Derecho Internacional y los principios universales de los Derechos Humanos”. El BDS busca poner fin a las políticas “que el régimen sionista implementa en Palestina desde 1948, cuyos rasgos principales son ocupación, colonización y apartheid”. El BDS es una campaña global que trata de incrementar la presión económica y política sobre Israel. El BDS pretende deslegitimar a Israel y se evalúa como falaz, belicoso y antidemocrático. Se boicotea a los regímenes totalitarios y no a las democracias; contravienen las leyes del Derecho Internacional. El BDS presenta como víctimas a los promotores del discurso antisemita.

El informe señala que, en EUA en 2017, el 52.0% de los prejuicios de motivación religiosa eran prejuicios antisemitas, y que los gobiernos también promulgan leyes y políticas que restringen la práctica judía, incluyendo los métodos de matanza kosher o la prohibición política de los judíos en cargos superiores, estas incluyen el uso de la definición funcional del antisemitismo que la Alianza Internacional para la Mejoría del Holocausto, IMRA por sus siglas en inglés, redactó en 2016. La IMRA es una organización intergubernamental fundada en 1998 que reúne a gobiernos y expertos para fortalecer, avanzar y promover la educación, la investigación y el recuerdo del Holocausto en todo el mundo y para cumplir los compromisos de la Declaración del Foro Internacional de Estocolmo del 2000 sobre el Holocausto (Declaración de Estocolmo).

La Declaración de Estocolmo fue fundada por el exministro sueco Göran Peisson. En mayo del 2016 los 31 países miembros de la IMRA adoptaron la definición práctica, jurídicamente no vinculante del antisemitismo: “el antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como odio a los mismos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías y no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”. Las manifestaciones pueden incluir ataques contra Israel, considerado como una comunidad judía. A menudo el antisemitismo acusa a los judíos de conspirar contra la humanidad, y a veces, se utiliza para culparles “de que las cosas vayan mal”, el antisemitismo utiliza estereotipos siniestros y rasgos negativos de su carácter.

En el informe se enfatiza que el antisemitismo constituye una amenaza para la estabilidad y la seguridad, y que los incidentes antisemitas requieren respuestas prontas e inequívocas por parte de los líderes.

Cabe señalar que el informe de la ONU define al antisemitismo como un fenómeno global, no en gran parte limitado a EUA o Europa, como ha sido el caso de muchos informes anteriores de esa organización. La frecuencia de incidentes antisemitas y el riesgo de violencia contra individuos y sitios judíos ha aumentado, incluso en países con poca o ninguna población judía. El embajador de Israel en la ONU expresó que “acogemos con beneplácito la publicación del informe sin precedentes sobre el tema del antisemitismo; el informe refleja el cambio organizacional hacia Israel; el antisemitismo no tiene cabida en nuestra sociedad y debe ser denunciado en todas partes y en todas las plataformas”.

La ONU está finalmente reconociendo la severidad del antiguo odio contra los judíos y ofrece una alternativa constructiva a los estados miembros sobre cómo combatir el antisemitismo de manera efectiva en sus propios países y en todo el mundo. El Presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder, mencionó que “estamos agradecidos de haber podido participar en el asesoramiento de esta investigación para asegurar las preocupaciones reales que enfrentan nuestras comunidades diariamente, no solo se tomaron consideraciones, se trataron áreas que merecen la atención seria y directa”.

No obstante, los numerosos elogios que en diversos círculos judíos y no judíos se manifestaron; en la redacción de Radio Jai de Argentina hubo críticas al mismo, básicamente a la falta y parcialidad de diferentes asuntos. Radio Jai considera que sugerir a la ONU, “un notorio incitador contra Israel, podría producir un valioso informe sobre el antisemitismo global parecía descabellado”, sin embargo, esto es lo que ha hecho el Relator Especial de la ONU sobre libertad de Religión o Creencias, Amhed Shaheed. También es notable que el autor provenga del estado insular de las Maldivias, un país musulmán. Vive en el exilio desde el 2012. En este contexto, Radio Jai menciona que se requiere una posición equilibrada. Existen asuntos que faltan en el informe; como mencionar que hay diferencias substanciales del antisemitismo en los diferentes países individuales de la Unión Europea.

Para Radio Jai la línea divisoria entre islamitas y musulmanes no es clara; muchos crímenes contra los judíos han sido cometidos por musulmanes que no tenían una identificación específica con el islam político. Otra cuestión que no se puede ignorar es el antisemitismo en los países socialistas. En el Partido Laborista Británico, que muchos consideran institucionalmente antisemita, se expresa tanto como antisemitismo clásico como antiisraelismo. En muchos países socialistas, social demócratas o laborales, existe principalmente como antiisraelismo.

Por otra parte, según Radio Jai en el informe no se menciona explícitamente al antisemitismo que se refiere a la definición de culpa colectiva por el asesinato de Jesús; “cientos de millones creen en esta falsa acusación”; en este sentido considera que una cuarta parte del total de los cristianos son antisemitas. El informe tampoco incluye el hallazgo de que las teorías de conspiración de los judíos son la herramienta antisemita más utilizada a nivel mundial. Un tropo que debía ser mencionado es la frecuencia del uso de la palabra judío, como sinónimo de una persona malvada.

En el presente, el antisemitismo emerge por una parte, de una nueva ultraderecha, de feroz nacionalismo, cuya bandera es la xenofobia alimentada por miedo a la inmigración, el rechazo a la globalización y la defensa de una entidad nacional compulsiva y excluyente de la diversidad política, cultural y religiosa, que difunde un discurso apocalíptico a través de las redes sociales que produce víctimas de odio y que rechaza todo proyecto de convivencia intercultural y tolerancia y por la otra, el islam radical intolerante, que a través de la Yihad (Guerra Santa) pretende matar a los impíos que no se ciñen a su visión distorsionada del Corán, sus miembros se han convertido en terroristas activos.

 

 

 

 

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