Enlace Judío México e Israel – El histórico sitio arqueológico, ubicado en el norte de la ciudad de Jerusalén y que se cree que albergó los restos de la reina Helena de Adiabene, cerró en 2010.

Después de 10 años de estar cerrada para visitantes, la llamada “Tumba de los Reyes” en Jerusalén volvió a abrir sus puertas esta semana, informó el periódico Israel Hayom.

El sitio actualmente es propiedad del gobierno de Francia, y el consulado francés en Jerusalén es el responsable de la administración. Una bandera francesa se ostenta en el sitio, ubicado en la calle Salah e-Din al norte de la urbe israelí.

Durante toda esta última década, el consulado aseguró que realizó trabajos de renovación dentro del sitio histórico, por lo que su acceso al público era imposible.

Esta semana, el cónsul galo en Jerusalén, Rene Troccaz, anunció que el acceso será implementado de nuevo para los visitantes. Este jueves un grupo de judíos ultraortodoxos pudo ingresar al lugar.

Sin embargo, las visitas al sitio serán limitadas: solo se podrá ingresar dos veces a la semana, para lo que se requiere hacer un registro y pagar una cuota, de acuerdo al consulado francés.

La decisión llega luego de presiones por oficiales gubernamentales israelíes y residentes de Jerusalén, que incluyeron manifestaciones de protesta por el cierre del lugar, debido a un conflicto legal que se cierne sobre el mismo que data desde el siglo XIX sobre su propiedad.

Hace algunos meses el consulado trató de reabrir el sitio, pero una zacapela entra guardias de seguridad y visitantes terminó por abortar el plan.

Las excavaciones del sitio comenzaron en la década de 1860, con el arqueólogo francés Félicien de Saulcy asumiendo el proyecto en 1863 y con el fin de confirmar si la tumba pertenecía a figuras bíblicas como los reyes David y Salomón, hecho que, pese a ser descartado totalmente, dio el nombre popular que posee el lugar hasta hoy.

Se encontraron varios sarcófagos en el interior y ahora están en el museo del Louvre en París, incluido uno con una inscripción aramea.

Según la hipótesis más aceptada, la inscripción se refiere a la reina Helena de Adiabene, una monarca conversa al judaísmo de este antiguo reino que se localizaba en el moderno norte de Irak, y que pudo haber construido la tumba para su dinastía.

Después de la excavación de De Saulcy, los hermanos Pereire, una familia bancaria judía en París, compraron la tumba, que luego entregaría la propiedad a Francia.

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