Enlace Judío México e Israel.- Esta semana Pemex volvió a ser noticia, dado que la plataforma donde se pretende construir la refinería de “Dos Bocas” sufrió una inundación que evidenció el riesgo de invertir miles de millones de dólares en una zona sujeta a altos riesgos de impactos ambientales.

ENRIQUE PRESBURGER CHEREM

Y es que de hecho el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) ya había alertado sobre este riesgo de hacer peligrar la inversión millonaria proyectada:

“El área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía y riesgo alto por sismicidad” (IMP, 2019).

Esta situación es además preocupante por la falta de transparencia con la que el gobierno se ha manejado al respecto, pues de hecho Rocío Nahle, Secretaria de Energía, declaró en sus redes sociales: “Cierto que llovió muy fuerte en Tabasco….la plataforma para la construcción de las plantas de la refinaría no sufrió ningún daño” (twitter.com/rocionahle)

Por si esto fuera poco, Pemex reportó un tercer trimestre con resultados muy negativos, mucho de ello provocado por el escenario internacional macroeconómico y de precios de petróleo, pero también evidenciando que internamente su recuperación aún está lejos de concretarse:

Menor flujo operativo: Pemex tuvo una caída del 37% en su flujo operativo con respecto al tercer trimestre de 2018. Esto le ocasionó una pérdida neta en el último periodo trimestral julio-septiembre de 87 mil 858 millones pesos, lo que contrasta con la utilidad de 26 mil 71 millones obtenida hace un año.

Desplome en ventas: Las ventas totales de la compañía bajaron 20% en el trimestre frente al mismo lapso de 2018, al pasar de 439 mil a 350 millones.

Producción en caída: La producción de crudo de Pemex frente al mismo trimestre de 2018 bajó 6.7%.

Escenario internacional adverso: La devaluación del peso registrada en el tercer trimestre provocó un deterioro en la valuación del resultado neto del periodo. El precio promedio del barril de mezcla mexicana de exportación bajó 7.5%, al ubicarse en 57.1 dólares por barril.

Con esto, tenemos un Pemex que sigue en caída libre, persiste en una inversión de altísimo riesgo y costo económico, y se maneja con poca transparencia. Esto es alarmante dado que del éxito de esta paraestatal depende nuestra estabilidad en impuestos, calificación crediticia como país, y solvencia de deuda soberana. Debemos alzar la voz al respecto.

 

 

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