Enlace Judío México e Israel – El líder del partido Kajol Lavan, Benny Gantz, descalificó las acusaciones de Benjamín Netanyahu contra las autoridades fiscales e instó a que deje el cargo de primer ministro de Israel.

“Tengo una total confianza en las autoridades legales al mando del fiscal general de Israel, Avijai Mandelblit”, escribió Gantz al inicio de un mensaje publicado en un mensaje de Twitter.

Previamente, poco después de que se hiciera público el anuncio del fiscal general de Israel sobre la acusación, Gantz se había limitado a manifestar su consideración de que este era “un día muy triste para el Estado de Israel”.

“Estoy seguro de que [las autoridades fiscales] hacen su trabajo de manera leal, honestidad y con profesionalismo. No hay en un Israel un golpe contra el gobierno, sino la consolidación del gobierno”, continuó Gantz.

En su reacción a la acusación penal en su contra, Netanyahu se abocó a calificarla como un intento para acabar con su gobierno y a tachar de manera negativa los procedimientos que culminaron en la actual determinación de las autoridades fiscales, sobre las que pidió que se establezca una investigación para aclararlos de manera certa.

“Durante su comparecencia esta noche, Netanyahu demostró que debe de dar fin a su función como primer ministro y enfocarse en sus asuntos legales”, afirmó Gantz.

“También sabe que los grandes retos y los complejos desafíos ante el Estado de Israel tanto en el plano de la seguridad como en el plano económico requieren de un primer ministro que invierta todo su tiempo, esfuerzo y capacidad”, concluyó Gantz.

Gantz ha insistido a lo largo de meses que Netanyahu deje el cargo para que se encargue de los tres casos de presunta corrupción en su contra, ante lo que considera que podría ser un descuido de los intereses del país mientras enfrenta el ahora concreto aunque aún distante proceso penal en su contra.

El líder de Kajol Lavan hizo oficial ayer su fracaso para intentar formar una coalición de gobierno tras la expiración del mandato legal que recibió del presidente Reuven Rivlin a finales del mes pasado, misma situación en la que incurrió Netanyahu semanas antes.

Ante dicha situación, la posible formación de una coalición de gobierno ahora depende de cualquier miembro de la Knéset que obtenga el respaldo de al menos 61 legisladores, en cuyo caso contrario, Israel irá de manera automática a nuevas elecciones, que podrían llevarse a cabo en el mes de marzo de 2020.

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