Enlace Judío México e Israel.- La iniciativa árabe apunta a repudiar el movimiento BDS, renovar el diálogo israelí-palestino

Numerosas figuras públicas del mundo árabe, en representación de 15 países en toda la región, se reunieron el martes y miércoles para rechazar el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), además de pedir mayores relaciones civiles directas entre Israel y sus países, informó el London Jewish Chronicle.

La conferencia incluyó una ceremonia de firma de declaración, formando un grupo llamado Consejo Árabe para la Integración Regional, que fue seguido por una extensa discusión sobre temas endémicos en Medio Oriente, como las relaciones con Israel, la cooperación económica regional y el extremismo islámico. Los delegados también discutieron la falta de reconciliación entre Egipto e Israel, y Jordania e Israel, desde la firma de los tratados de “paz fría” firmados en la década de 1990.

Las figuras clave en el evento incluyeron al diputado egipcio Mohammed Anwar Sadat, sobrino del difunto presidente Anwar Sadat, pacificador con Israel asesinado en 1981; el ex Ministro de Información de Kuwait, Sami Abdul-Latif Al-Nisf; y dos prominentes figuras religiosas islámicas, Hassen Chalghoumi, un clérigo tunecino con sede en París, y el imán libanés Saleh Hamed, según The Jerusalem Post.

Se señaló que los participantes consistían en una multitud diversa, incluidos jóvenes, mujeres, diplomáticos y artistas, que creen en seguir una comprensión matizada de los problemas actuales en Medio Oriente y el potencial de lograr una paz constructiva con Israel.

Muchos de los oradores hablaron sobre buenas relaciones históricas entre judíos y árabes en Medio Oriente, y también pidieron que los judíos regresen a los países árabes y trabajen para la reconciliación.

Mohammed Dajani, un académico palestino que ganó controversia en el mundo árabe por llevar a sus estudiantes a visitar Auschwitz, señaló que el nuevo Consejo Árabe podría publicar historias de interacciones árabe-judías cercanas, como un medio para generar mejores relaciones.

Ningún israelí asistió al evento, debido al hecho de que muchos participantes podrían ser procesados ​​por tener contacto o relaciones con israelíes, lo cual es una forma de normalización.

Dennis Ross, un negociador principal durante las conversaciones de Camp David a principios de la década de 2000, dijo a la multitud que “ustedes representan las voces que dicen lo suficiente. Cuantas más voces como la suya estén preparadas para hablar, mayor será su voz [al hablar] con Israel, y más influirá en los líderes de Israel“.

Con respecto al movimiento BDS, la declaración fundacional de la organización declaró que el boicot “[obstaculiza] las esperanzas de paz entre los pueblos israelí y palestino: impidió que los dos pueblos se involucraran directamente, los árabes no pudieron cultivar lazos que podrían habernos permitido fomentar la conciliación y el compromiso de ambas partes. En resumen, el boicot aumentó el sufrimiento de nuestras sociedades y debilitó nuestras capacidades“.

El evento fue patrocinado por el Centro para Comunicaciones de Paz con sede en los Estados Unidos.

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