Enlace Judío México e Israel – Incluso los miembros del Likud se dan cuenta de que el primer ministro Benjamín Netanyahu se ha convertido en una carga para su partido, escribió el viernes el líder de Kajol Laván, Benny Gantz en su cuenta de Facebook, según un reporte del sitio The Jerusalem Post.

Gantz escribió el mensaje de cara a una reunión decisiva de los equipos de negociación de Kajol Laván y el Likud con el presidente de la Knéset, Yuli Edelstein este domingo. Ambos partidos deben llegar a un acuerdo sobre un gobierno de unidad antes del 11 de diciembre para evitar ir a terceras elecciones en menos de un año.

“Netanyahu se niega a reconocer los resultados de las elecciones y su situación legal. Netanyahu se ha vuelto una carga para los miembros del Likud que, en base a mis conversaciones con ellos, comprenden que lo correcto es permitir que se forme un gobierno sin él. Si es exonerado, puede volver y servir como primer ministro durante dos años”, agregó.

Gantz señaló que Israel necesita un primer ministro que se centre en ayudar al pueblo en lugar de ayudarse a sí mismo, que sea una figura unificadora y que respete el Estado de derecho.

La respuesta del Likud no tardó en llegar: “Basta de excusas, tú mismo reconociste que la única razón por la que no hay unidad no es Netanyahu, sino Yair Lapid, que quiere rotarse”.

La presidenta de Hayamin Hajadash, Ayelet Shaked, manifestó su confianza de que se pueda formar un gobierno de unidad antes de la fecha límite del 11 de diciembre y consideró que “la propuesta de que Netanyahu sirviera por menos de seis meses, seguido de Gantz, es muy justa”.

Shaked agregó que también podría haber un gobierno de derecha que incluiría a Israel Beitenu, Yahadut Hatorá y Shas.

“Espero que Kajol Laván o Israel Beitenu asuman responsabilidad y permitan la formación de un gobierno”, escribió Shaked.

Mientras tanto, el líder de Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, presentó una nueva lista de demandas sobre asuntos de religión y el estado para unirse a una coalición de gobierno que incluyen la aprobación del proyecto de ley sobre el servicio militar de jóvenes ultraortodoxos, la derogación de la ley que prohíbe la apertura de comercios en Shabat, la conversión por rabinos municipales, el matrimonio civil, la ratificación del plan para una sección mixta de rezo en el Muro Occidental de Jerusalén y el transporte público en Shabat. También dijo que insistiría en insistiría en la implementación del plan de estudios básico que incluye matemáticas e inglés en las escuelas ultraortodoxas.

“Queremos un país normal en el que los ciudadanos vivan de acuerdo con el principio de’vivir y dejar vivir'”, enfatizó Lieberman. “No pido abrir tiendas en Bnei Brak durante el Shabat, pero tampoco estoy dispuesto a que se cierren las tiendas en Ashdod”.

Ayer, Lieberman se reunió con periodistas de los medios de rusos en Tel Aviv, y explicó por qué no pide la renuncia de Netanyahu: “En 2001, durante el mandato de Ariel Sharon, se promulgó una ley que permite al primer ministro permanecer en el cargo tras una acusación. Yo voté en contra de la ley. Rivlin, Livni, Meretz y el Partido Laborista votaron a favor. Si ya hay una ley, respeten el juego y las leyes que han promulgado”.

Se espera que Lieberman se reúna con el presidente de la Knéset el domingo y ambos discutan las propuestas para formar un gobierno.

Activistas de la alianza Avodá-Guesher se manifestaron esta mañana frente a la casa del ministro de Justicia Amir Ohana, como parte de una campaña de protestas frente a las casas de los ministros del Likud. Los activistas instaron a los ministros a “ser fuertes y enviar a Bibi a casa”, según la cadena pública Kan.

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