Enlace Judío México e Israel – El día después de mañana es un tema del que los judíos del mundo han comenzado a hablar. ¿Qué pasará con la educación? ¿Será posible unir a las comunidades de Latinoamérica? El director del Departamento de Educación de la Organización Sionista Mundial conversa con nosotros en exclusiva.

 

 

“Muy pocos están hablando de qué va a pasar en el momento que esto termine”, dice Silvio Joskowicz, director del Departamento de Educación de la Organización Sionista Mundial, en entrevista remota desde Israel. “Qué va pasar en el momento que salgamos (…) y vayamos a la escuela judía, a la escuela formal, qué va a pasar, porque hay una serie de temas que nadie los está hablando, y estamos formando un grupo de profesionales de toda América Latina y de Israel en el cual estamos abordando ahora el tema del día después.”

El Departamento de Educación y un grupo de expertos están utilizando modelos de la Universidad de Oxford para delinear distintos escenarios posibles. “Va a haber una problemática económica muy grande, va a haber una exigencia de los padres de continuar con este intercambio vía internet, van a decir ‘a mí me parece genial. Si bien salió por algo malo, continuemos este intercambio.’ Las instituciones, creemos nosotros que van a cambiar.”

Porque mientras muchos sienten ansias por volver a la normalidad, mucha gente alrededor del mundo se está planteando la posibilidad de que esa normalidad ya no exista más. El futuro es incierto y el potencial de una crisis inédita es ostensible.

“Estamos hablando con aproximadamente siete consultores (…) y mañana justamente tenemos un encuentro con directores de escuelas, que representan escuelas determinadas, para seguir charlando sobre el tema. De aquí a un mes vamos a sacar un paper, el cual lo vamos a presentar a todas las comunidades judías de mundo, principalmente a las latinoamericanas, donde vamos a expresar cuáles son los temas que va a haber que abordar porque hay un montón de temas que quedan pendientes y que es un signo de interrogación.”

Sonriente y enérgico, Joskowicz aun festeja la realización del séder de Pésaj virtual que unió, vía teleconferencia, a todas las comunidades judías de América Latina, en un evento donde el sionismo y la identidad del pueblo judío se volvieron una sola fuente de energía. Sin embargo, no hay mucho tiempo que perder. Las preocupaciones sobre el futuro de la educación judía en el albor de una crisis económica global no dejan de surgir.

“Una directora de una escuela en Argentina nos decía: ‘Yo tengo una sensación, que cuando abra la escuela para recibir a los alumnos, no sé si voy a tener la misma cantidad de alumnos’, porque la cuestión económica va a hacer que haya una deserción de la educación judía.”

La educación pública y gratuita que ofrecen algunos países del continente podría ser el recurso final para aquellos que sucumban a la crisis económica. Y como la educación pública no es judía, los afectados podrían recurrir a la formación judía online, “porque todas las propuestas esas vinieron para quedarse. Esa es mi sensación.”

Agrega: “La realidad va a ser otra, no va a ser la misma realidad, entonces estamos tratando el tema con gente de máximo nivel para poder hacer los escenarios posibles y tocar temas como (los) financieros, temas como cómo se va a evaluar a partir de ahora, temas relacionados con qué tipo de alumno, de padre, inclusive de maestro vuelve a la escuela.”

Israel debe retribuir a la diáspora

Durante décadas, las comunidades judías de todo el mundo, especialmente las de América Latina, han contribuido enormemente al desarrollo del Estado de Israel. Ahora, frente a la crisis que se avecina, y que podría ocasionar la deserción escolar de los colegios judíos, Joskowicz piensa que ha llegado el momento de que Israel contribuya de vuelta.

“Yo tengo una concepción que no la cambio pese al coronavirus. Yo creo que las comunidades judías apoyaron e hicieron posible la creación del Estado de Israel. Yo creo que el Estado de Israel tiene que tomar hoy en día responsabilidad por las comunidades judías sionistas. Yo creo que el Estado de Israel tiene que devolverle a las comunidades lo que las comunidades hicieron hace 72 años, hace 75 años, que aportaron y apoyaron para la creación del Estado de Israel.”

Asegura, además, que “esto, para el Estado de Israel, es muy poco dinero.” Y quizá lo sea en condiciones normales, pero hoy en día, Israel enfrenta una crisis económica similar a la que se vive en casi todos los países del mundo, derivada de la paralización casi completa de la vida económica.

“Es verdad que  hoy en día, el Estado de Israel está en un problema económico muy grande: el 25.8% de la población está desocupada. Hay alrededor de un millón 100 mil desocupados en Israel, cuando en febrero eran tan solo 25 mil desocupados (…); pese a esta problemática económica, que va a pasar, el Estado de Israel tiene que tomar responsabilidad respecto a la educación judía sionista” de la diáspora.

 

Una sola comunidad latinoamericana

“Lo de ayer fue algo muy emocionante”, recuerda Joskowicz. Se refiere al histórico séder de Pésaj virtual, que unió a judíos de países distantes tanto geográfica como circunstancialmente. Dice que el evento “tuvo un tinte sionista, no solamente porque habló el presidente del Estado de Israel, sino porque cantamos el Hatikva”, práctica que no se realiza tradicionalmente.

Para el directivo, esta crisis representa, al mismo tiempo, una oportunidad. “Tengo la sensación que este coronavirus va a cambiar también la concepción de comunidad. Hasta hoy en día hablaban de la comunidad de México y estaba una comunidad de México cerrada, así como la de Venezuela o la de Argentina o la de Brasil o cualquier otra comunidad judía. Me parecen que las fronteras se van a borrar (…) para poder formar una comunidad única.”

Pero antes de la acometida del covid-19, ya la OSM trabajaba en el tema. Había que estrechar lazos entre las comunidades judías del continente y fortalecer a las más pequeñas. Ha sido este un trabajo de al menos tres años para el Departamento de Educación, donde  “estamos dando mucha cabida al tema de reforzar a las comunidades judías pequeñas (…) las que tienen por debajo de 10,000 judíos en cada comunidad (…). Las llamamos Kehilot boutique (y) se transformaron en Kehilot que estaban orgullosas de su judaísmo.

“Tenemos que hacer un trabajo conjunto para toda Latinoamérica y estamos trabajando arduamente, dentro del Departamento de Educación, para poder acoplar a las Kehilot para formar una Kehilá única, porque estoy seguro que México puede ayudar a cualquier otro país, así como cualquier otro país puede ayudar a Argentina y poder presentar proyectos y hacer de esto una calle judía mucho más amplia donde todos puedan recorrerla.”

 

El papel de México

“En México tenemos, hoy en día, un trabajo muy arduo con las escuelas (…). Nosotros queremos tratar de ayudarlos para poder reforzar el mensaje judío sionista, que en realidad no necesitan tanto a la OSM porque la comunidad de México es judía y sionista.”

Pero México sí que tiene que aportar en esta lucha de la OSM por unir al sionismo latinoamericano. “La comunidad de México puede abrir sus puertas para poder trabajar conjuntamente en un mismo nivel, no mirándolos de arriba (…), pero sí una concepción democrática de poder mirarlos a los ojos y decir ‘yo quiero ayudarte en todo el tema de la educación judía formal, yo quiero ayudarte en la educación judía no formal con las tnuot noar’, hoy en día las tnuot noar son muy fuertes dentro de México; la vida comunitaria.

Me parece que se puede copiar muchos elementos que hoy en día existen dentro de la comunidad de México y puede ayudar a todo el continente (…) y me parece que hoy en día las comunidades están dispuestas a abrir sus puertas para poder recibir ayuda.”

 

Las comunidades “boutique”

“Tenemos un grupo de WhatsApp que se llama Ain Letzion (…), tienes que ver los mensajes, principalmente, de esas comunidades. Como dice la gente ‘nos emocionamos y lloramos y estuvimos atentos de cada una de las particularidades del séder (…)’, y justamente, aquellos que tienen un problema fuera de la comunidad son los más creativos.”

Pues, opina, vivir en un entorno conflictivo los hace buscar refugio en su identidad judía y “es tremenda la importancia de poder ayudarlos. Y estoy seguro que México va a dar una mano a esas comunidades. Cuando presentemos el proyecto de Ain Letzion, desde México hasta la Argentina, estoy completamente convencido que va a haber socios que van a querer y van a buscar el beiajad entre las comunidades.”

El proyecto comenzó hace tres años en Centroamérica. “Dijimos ‘no entran los grandes monstruos comunitarios’. No Argentina, no México, no Brasil…” La idea, narra, era reforzar aquellas comunidades hasta que estuvieran listas para abrir sus puertas. Ahora, el plan es lanzar el proyecto comunitario latinoamericano a mediados de este año.

 

América Latina, importante para Israel

Para Joskowicz, “América Latina siempre fue punta de lanza con respecto al hebreo.” Dice que si dejas a un judío latinoamericano en un mercado de Jerusalén, podrá arreglárselas para hablar en hebreo, mientras que un judío estadunidense tendrá que recurrir al inglés.

“El tema principal de América Latina es el contacto con Israel, la identificación total con el Estado de Israel. Eso es principalmente el peso específico de Latinoamérica con respecto a Israel. Está mucho más conectada, mucho más comprometida (…) que otras comunidades judías con Israel.”

Así pues, ante la incertidumbre queda la unión. La tecnología puede hacer frente a las distancias pero para que el esfuerzo del Departamento de Educación florezca, será necesario que los líderes comunitarios de todo el continente una sus voces y sus almas al servicio de un ideal común. El ideal de un futuro posible.

 

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