Enlace Judío México e Israel –  Un disturbio estalló el jueves por la noche en el barrio ultraortodoxo de Mea Shearim en Jerusalén, en otro episodio de tensión entre algunos sectores de la población de cara a las restricciones del gobierno por el COVID-19, que dejó herida a una menor de edad.

Aproximadamente 100 personas del sector ultraortodoxo se manifestaron contra la prohibición de los servicios de rezo y del uso de las Mikves, restricciones que el gobierno ha tomado para frenar la propagación del coronavirus, de acuerdo al sitio The Times of Israel.

La protesta no había sido coordinada con las autoridades y no se adhirió a las instrucciones del Ministerio de Salud sobre distanciamiento social.

Cuando las fuerzas policiales llegaron para dispersar a la multitud, algunos manifestantes arrojaron piedras, barras de metal, huevos y otros objetos a los policías.

Las imágenes de circuito cerrado de una calle local mostraron el momento en que una granada de aturdimiento disparada por un policía golpeó a una niña de nueve años que no había participado en el motín, y explotó justo al lado de una carriola con un bebé. Oficiales de Policía se encontraban desalojando una sinagoga, donde se encontraban devotos congregados en contra de las restricciones del gobierno.

La niña, Zissel Margaliot, le dijo al sitio de noticias de Ynet que la granada la lastimó cerca de su ojo y sintió que su cabeza estaba “en llamas”. Ella dijo que había corrido, en pánico, buscando personas que la ayudaran.

Imágenes de la herida producida a la pequeña, en un aparente rebote del objeto al momento de golpear el suelo, circularon en redes sociales.

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Los padres de Margaliot dijeron que habían llevado a Zissel a una clínica médica privada en lugar de a un hospital, por temor a una infección por coronavirus.

“Le dieron ungüentos. Tenía dolor y no podía dormir en toda la noche, está en estado de shock”, dijo su padre, Dov, quien dijo que había estado comprando comida para Shabat en esos momentos.

Los padres de la niña estarían planeado presentar una queja después de Shabat ante el Departamento de Investigaciones Internas de la Policía de Israel, de acuerdo a reportes.

Un alto oficial de la Policía de Israel le dijo a la emisora ​​pública de Kan que la granada no había sido arrojada al lugar donde estaba la niña y afirmó que los oficiales habían usado fuerza “razonable”.

La Policía dijo que 12 personas fueron arrestadas y que los agentes “no notaron la presencia de la madre y la niña en el ojo de la tormenta”, mientras dispersaban a los manifestantes.

Desde el sector de la Policía en Jerusalén, calificaron al incidente sufrido por la pequeña como “desafortunado y triste” y dijeron estar “muy consternados” por ello.

Sin embargo, justificaron el uso de las granadas de aturdimiento, afirmaron que los policías se enfrentaron a un “evento violento” que representó un “peligro real” para ellos.

Tres policías resultaron heridos durante los disturbios, dijo la Policía, y uno requirió tratamiento hospitalario.

El ministro de Salud, Yaakov Litzman, que encabeza el partido ultraortodoxo Yahadut Hatora, reaccionó condenando los ataques a la Policía como “contrarios a la ley y a la Halajá”, pero también se posicionó en contra del uso de la violencia por la Policía.

“Debemos evitar el comportamiento policial salvaje, el uso excesivo de la fuerza y arrojar granadas de aturdimiento en vecindarios densamente poblados llenos de niños pequeños”, dijo, y agregó que tales acciones “ponen en peligro la vida humana, crean odio y contribuyen a la erosión del orden público”.

Un legislador de Shas, otro partido ultraortodoxo israelí, también condenó el incidente.

“Se debe emplear una mano dura cuando se trata de alborotadores que usan la violencia en general y hacia las fuerzas de seguridad en particular”, dijo Mijael Maljieli.

“Pero ver videos horribles como este donde se lanza una granada de aturdimiento frente a una niña pequeña es inaceptable en cualquier constelación”, agregó. “Se necesita precaución adicional en áreas densamente pobladas”.

La Policía ha estado trabajando para dispersar reuniones en barrios ultraortodoxos por parte de personas que se niegan a cumplir con las regulaciones gubernamentales por el COVID-19, lo que ha producido constantes enfrentamientos entre devotos y fuerzas de seguridad.

El gobierno amplió el jueves restricciones de movimiento en varios vecindarios de Jerusalén, principalmente jaredíes, hasta el 19 de abril. Jerusalén es la ciudad con más casos de contagio en todo Israel.

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