Enlace Judío México e Israel – El prominente rabino ultraortodoxo israelí Gershon Edelstein aseguró conocer la razón por la que las comunidades ultraortodoxas en Israel y el mundo han sido especialmente afectadas por la pandemia del COVID-19.

De acuerdo con Edelstein, la fuente de este problema que han enfrentado las comunidades ultraortodoxas es por el hecho de que los judíos más devotos son más propensos a la retribución divina, muy por encima de los judíos no observantes.

Edelstein manifestó estas consideraciones durante un mensaje en video emitido el martes desde su hogar en la ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak, de acuerdo con el sitio The Times of Israel.

El rabino afirmó que los judíos no observantes caen dentro de una categoría halájica llamada Tinok Shenishba, un término legal que indica que alguien de padres judíos fue criado sin recibir educación religiosa.

Por ello, detalló, cuando un judío no observante transgrede una ley o mandamiento del judaísmo, es como resultado de que carece del conocimiento de la religión y la Halajá, y por lo tanto no es intencional.

“No son culpables”, afirmó. “Su pecado es un pecado inadvertido”, pero esto, señaló, no se aplica a los ultraortodoxos, por lo que el “atributo de juicio [divino] afecta más a los ultraortodoxos”.

Edelstein es una conocida figura rabínica de la rama lituana del judaísmo ultraortodoxo no jasídico y funge como el jefe de la Yeshivá Ponevezh en Bnei Brak.

En una significativa parte, la epidemia de COVID-19 en Israel ha afectado a las poblaciones ultraortodoxas del país, especialmente en los barrios ultraortodoxos de Jerusalén y la ciudad con mayoría ultraortodoxa de Bnei Brak, donde Edelstein vive, así como otras localidades.

Ambas urbes concentran hasta ahora el mayor número de casos acumulados de coronavirus en Israel de los más de 16,000 confirmados: 3,592 en Jerusalén y 2,871 en Bnei Brak, de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud de Israel más actualizados.

El problema en Bnei Brak llegó al punto de que el gobierno israelí tuvo que declarar en abril pasado como “zona restringida” a la ciudad, con el fin de evitar la propagación del virus.

Liderazgos que inicialmente hicieron caso omiso del distanciamiento social, desacatos ocasionales a las instrucciones sanitarias que han terminado en conflictos con la Policía de Israel, una tendencia más frecuente hacia las congregaciones para los servicios religiosos, y la densidad poblacional, son algunos de los factores que explican el fenómeno en las comunidades ultraortodoxas.

En Nueva York las poblaciones ultraortodoxas también han sido afectadas de manera considerable, y como en Israel, no han dejado de ser objeto de controversia.

A finales de abril, decenas de judíos jasídicos se congregaron en las calles para el funeral de un rabino fallecido por COVID-19, haciendo caso omiso del distanciamiento social estricto que se mantiene en vigor en el actual epicentro de la pandemia, por lo que la Policía tuvo que intervenir.

Una sonada controversia se generó luego de que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, lanzó una advertencia a “la comunidad judía” por esta acción, hecho que le generó críticas por este comentario que pareció generalizar a toda la población judía de Nueva York.

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