Enlace Judío México e Israel – Los niños parecen más susceptibles al miedo que al covid. Al respecto, nuestra colaboradora Carol Perelman conversó con el pediatra Jacobo Borovoy, en exclusiva. 

Un pequeño porcentaje de los pacientes graves de covid-19 son niños. Sin embargo, estos no están exentos de padecer algunas complicaciones y, sobre todo, un estrés que podría traer consecuencias negativas a largo plazo.

En entrevista exclusiva para Enlace Judío, el pediatra Jacobo Borovoy conversó con Carol Perelman sobre los riesgos de la población pediátrica ante la pandemia, sobre cómo hablar con los más pequeños para evitar que sufran un estrés desmedido, y sobre los cambios en el ámbito de la práctica privada de la medicina en estos momentos en que nadie quisiera estar en un consultorio médico, ni siquiera por temas de rutina.

“No sabemos por qué le da menos a los niños” el covid-19, aseguró. “No tenemos idea bien todavía cuáles son los mediadores por los cuales este virus es tan agresivo y tan dañino para unos y tan inofensivo e inocente para otros.”

Lo cierto es que, al menos en México, la población infantil ha sido muy poco castigada por esta enfermedad que ha desconcertado a la comunidad científica mundial. “A nivel privado, en el Hospital Ángeles Las Lomas, ha habido una niña de 12 años internada nada más, que estuvo con neumonía e inflamación cardiovascular y estuvo muy grave pero se fue a su casa en muy buen estado, y es el único paciente pediátrico que ha estado internado por covid.”

Mientras tanto, en los hospitales pediátricos públicos más importantes, tampoco se han registrado muchos casos. En el Hospital Infantil “Federico Gómez”, reporta el doctor Borovoy, “tienen ahorita ocho internados y han tenido un fallecido, que era un pacientito de cuatro años que estaba con un cáncer terminal y básicamente murió por el covid pero realmente ya no tenía cura su enfermedad.”

En el Instituto Nacional de Pediatría, “hasta ayer, había 11 o 12 pacientes internados”, dice. Agrega que, además, en estas dos instituciones “no han visto ni un caso de Kawasaki o tipo Kawasaki.” La aclaración proviene de los casos reportados en Italia y otros países de esta extraña enfermedad, cuyas causas permanecen en el misterio tras 50 años de haber sido descrita por primera vez en Japón, y cuya incidencia ha aumentado mucho a raíz de la pandemia de covid-19

Mencionó que, mientras casi todos los adultos contagiados de covid-19 muestran tos y fiebre entre sus síntomas, en los niños estos son un poco menos frecuentes. Por eso recomienda estar atentos a otros síntomas como el vómito, la diarrea, los dolores articulares y el malestar general.

También hay “un rash muy característico que se ha descrito apenas en las últimas semanas, que se llama ‘dedos covid'”, que son lesiones vasculares en pies y manos, que asemejan a las lesiones por congelamiento de las extremidades y que son más frecuentes en los pies. “Algunas erupciones cutáneas también pueden estar relacionadas con covid”, así que estamos frente a un virus que se puede manifestar de muchísimas formas, desde las más inocuas hasta las más graves.

Razones de peso

Contrario al discurso oficial, Borovoy dice que “la obesidad, hasta donde tengo entendido, como tal, no se ha considerado, no se ha reportado…. se ha mencionado como factor de riesgo” pero no se ha demostrado. “Hipertensión, diabetes, esos sí son factores de riesgo.”

“Me preocupa que los niños estén aislados, que estén conectados a sus consolas, al teléfono, a YouTube, a internet, a Netflix, Amazon, Disney +, etcétera, sí, me preocupa mucho eso. Me preocupa también, por otro lado, que los niños están viviendo, de alguna manera, una película de terror.”

Asegura que lo niños, especialmente en edad preescolar, están viviendo una crisis “de terror y de temor”, por lo que que recomienda platicar con ellos como Roberto Begnini en La vida es bella. “Un poquito como que esto no es lo terrible que parece que estamos viviendo y tratar de manejárselos como algo más bonito y tratar de darle el twist bonito que se le pueda dar a esto, para que no crezcan con esos temores, esos miedos y ese estrés postraumático que van a tener muchos de estos niños.”

También habló sobre los efectos que la pandemia ha acarreado a las consultas privadas de rutina. “Hay una preocupación real sobre la falta de revisiones, visitas y vacunas” en la comunidad de pediatras en todo el mundo. “Yo, en el consultorio, estoy tratando, en la medida de lo posible, de evitar que la gente venga cuando no es absolutamente necesario”, dice, y advierte que las dinámicas habituales van a cambiar, pues si bien antes los niños llegaban a consulta ante cualquier malestar, por mínimo que fuera, “esto ya no va a poder ser así.”

En su práctica privada, el doctor Borovoy ha implementado distintas medias para prevenir contagios: desde el cambio en los esquemas de visitas hasta la división de pacientes rutinarios de los sintomáticos. “Los pacientes que he tenido con covid, la mayoría se ha quedado en su casa y no los he ni visto porque han estado estables y bien. A uno le conseguimos un oxímetro porque tenía tos y se medía la oxigenación y diario me reportaba cuánto oxígeno tenía y como tosía para evitarle una visita al consultorio o al hospital.”

Transmisión vertical

Hasta hace poco tiempo no existía evidencia de contagios de covid-19 transplacentario, es decir, de una mujer embarazada al feto, a través de la placenta. Sin embargo, “ya se reportó un caso, justamente en Bérgamo, también en Italia, de contagio transplacentario con covid positivo en líquido amniótico y placenta, y placenta con daños.”

Y también hubo una pérdida de un embarazo gemelar en tercer mes, que todavía no se publica, eso ya es verbal, que los bebitos tenían daño típico, característico de daño severo por covid, que eso es insólitamente raro. Entonces, no sabemos bien qué pasó pero sí ya estamos viendo que sí es factible la transmisión vertical.”

Para tranquilidad general, Borovoy asegura que estos casos son “los menos”, puesto que la mayoría de los bebés contagiados verticalmente han estado bien. Y quienes ha presentado complicaciones “son los prematuros, con problema pulmonar asociado.”

Sobre la creencia de que una mayor higiene, en este caso propiciada por el miedo al contagio del SARS-CoV-2, podría mermar la capacidad del sistema inmune en algunos niños, el doctor Borovoy opina que esto no es muy probable. Dice que en niños menores de un año se ha observado que una mayor higiene los vuelve más propensos a sufrir alergias pero no enfermedades infecciosas, y calcula que, una vez que regresen a la escuela, los niños seguirán exponiéndose a patógenos que estimularán su respuesta inmune de manera normal.

Respecto al regreso a clases. Borovoy opina que este debe realizarse en agosto o septiembre, pues los niños no pueden vivir eternamente en cuarentena. Piensa que para entonces tendremos más conocimiento sobre cómo prevenir y tratar esta enfermedad.

Lo que no se calcula que vaya a ocurrir este año es que exista una vacuna disponible para la población general. Un par de farmacéuticas han reportado sus primeros resultados prometedores tras aplicar vacunas experimentales en seres humanos, por lo que parece un buen momento para tratar el tema.

“Hicieron un estudio en Francia”, cuenta Borovoy, ” y le preguntaron a la gente que qué haría si le ofrecen la vacuna del covid. El 27% dijo que no se vacunaría si se la ofrecen ahorita.” Pero el dato es más dramático si se considera solo a la gente de más bajos recursos, con más comorbilidades y mayor riesgo, pues dentro de ese sector los renuentes a vacunarse alcanzaron el 37%, dijo.

Para concluir, Borovoy dijo que una vez que se cuente con una vacuna segura y eficaz, toda la población debería de vacunarse. Comenzando, claro, por los niños.

 

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