Enlace Judío México e Israel / Rab. Yaakov Menken – “Le canto a Dios, porque Él es exaltado…” (Éxodo 15:1) Después de que Moisés y el pueblo judío vieron el gran milagro de la división del mar, su salvación de los carros del faraón y del ejército egipcio, y la destrucción total de ese ejército, se pusieron a cantar. Estos eventos fueron suficientes para hacer que cualquiera, incluso el más estoico – o sordo – entre nosotros, cantara las alabanzas del Todopoderoso. Su repentina y milagrosa salvación de la muerte no podía ser ignorada.

Sin embargo, hay acontecimientos en la vida que el Talmud (Pesajim 118, Sotah 2) nos enseña son igual de milagrosos, pero no suelen provocar la misma respuesta: cuando una pareja se une en matrimonio, o incluso al encontrar un trabajo, muestra la Mano Divina trabajando.

Incluso algo tan “mundano” como la capacidad del cuerpo para realizar funciones normales, dice el Talmud, es un milagro tan profundo como la división del mar. Dr. Kenneth Prager del Centro Médico de la Universidad de Columbia escribió cómo llegó a apreciar la oración especial del judaísmo “Asher Yatzar” que se dice tras usar el baño “después de ver a pacientes cuyas vidas giraban alrededor de sus máquinas de diálisis, y a otros con colostomías y catéteres urinarios”.

Todos disfrutamos al expresar nuestros sentimientos positivos, o “cantar”, ya sea en forma de canción real, cuando compartimos buenas noticias con otras personas, o incluso cuando mostramos nuestro apoyo al equipo local. Esta habilidad e inclinación natural también podría canalizarse, de vez en cuando, para cantar sobre los milagros comunes de la vida cotidiana. En lugar de decir la oración de “Asher Yatzar” como una simple recitación, podemos dotarla de sentimiento y significado. También podemos, por supuesto, buscar y escribir un diario sobre los milagros que presenciamos cada día de nuestras vidas. Cada día podríamos cantarle a D’s, reconociendo sus milagros diarios y agradeciéndole por otro momento de la vida. Podemos hacerlo en privado, o unirnos a buenos amigos para cantar sobre nuestros milagros diarios. ¿Por qué no deberíamos hacerlo?

Fuente: Project Genesis