Enlace Judío México e Israel – Un día como hoy, 12 de junio pero de 1964, Nelson Mandela fue sentenciado a ser encarcelado de por vida por “haber intentado cometer actos de sabotaje y alta traición” contra el estado Sudafricano y se puede considerar que tuvo suerte, porque la fiscalía pedía para él la pena de muerte.

Entre 1963 y 1964, Nelson Mandela junto a otros líderes del Congreso Nacional Africano (ANC) fueron juzgados por 221 actos de sabotajes dirigidos a derrocar el sistema vigente de disgregación racial conocido mundialmente como apartheid.

Nelson Mandela junto a otros líderes del Congreso Nacional Africano (ANC)

El 30 de octubre 1963 el ANC, partido de Mandela y de activistas anti-apartheid, en total diez acusados ​​comparecieron en la Corte Suprema de Pretoria por los siguientes cargos:

1 – Reclutamiento para la capacitación en uso de explosivos y en la guerra de guerrillas a los efectos de la revolución violenta y cometer actos de sabotaje.

2- Conspirar para cometer los actos antes mencionados y para ayudar a unidades militares extranjeras cuando invadieran la República.

3- Promover los objetivos del comunismo.

4- Solicitar y recibir dinero para estos fines de simpatizantes en Argelia, Etiopía, Liberia, Nigeria, Túnez y otros lugares.

El juicio terminó el 12 de junio de 1964 con la condena judicial a ocho de los condenados a cadena perpetua. Mandela, Sisulu, Mbeki, Motsoaledi, Mlangeni, y Goldberg fueron encontrados culpables de todos los cargos.

El juez Wet sentenció; “He decidido no imponer la pena suprema. La sentencia en el caso de todos los acusados ​​será una de cadena perpetua”.

La multitud apoyaba a Mandela tras su sentencia

Minutos más tarde, los acusados ​​fueron llevados a empujones en una furgoneta. Un día después ingresan a la prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo, junto con Sisulu y Govan Mbeki.

Nelson Mandela pasó los siguientes dieciocho años en una prisión, trabajó en una cantera de cal y se le permitía una carta y un visitante cada seis meses.

En 1985, el Presidente PW Botha ofreció a Mandela un trato, renunciar a la violencia y ser liberado. Mandela rechazó la oferta, ya que dijo, “sólo los hombres libres pueden negociar, un preso no puede entrar en los contratos”.

En noviembre de 1985, el gobierno del Partido Nacional entró en negociaciones secretas con Mandela para lo que, se esperaba, podría ser una eventual transición a un gobierno multirracial.

A principios de 1990, Mandela es el único de los acusados ​​Rivonia que permanece preso, en un bungalow en la prisión Victor Verster donde continuaron las negociaciones secretas hasta febrero de 1990, cuando el presidente FW de Klerk anunció la liberación de Nelson Mandela.

En abril de 1994, los sudafricanos de todas las razas fueron a las urnas y Mandela ganó con el 62% de los votos, convirtiéndose en el primer presidente negro de Sudáfrica.

Mandela Gran amigo del pueblo de Israel

Es conocida la mutua admiración entre Mandela y miembros de la comunidad judía sudafricana, de la cual surgieron destacados luchadores contra el apartheid.

Esta simpatía se remonta a la juventud de Mandela; en los años ’40, antes de obtener su título de abogado por la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Mandela fue contratado como pasante por Lazar Sidelsky, socio de la firma de abogados Witkim, Sidelsky y Eidelman, Mandela en su autobiografía expresó sobre estos abogados: “Los socios eran judíos y en mi experiencia, éstos suelen tener una mentalidad más abierta que la mayoría de los blancos sobre las cuestiones de raza y la política, tal vez porque ellos mismos han sido históricamente las víctimas de prejuicios.

El hecho de que Lazar Sidelsky, uno de los socios de la firma, aceptara a un joven africano como pasante –algo casi increíble en aquellos días- es buena muestra del liberalismo del que hablo”.

A modo de anécdota es interesante recordar el encuentro de Mandela con el hijo de Lazar Sidelsky durante la visita de Mandela a Israel en 1999. El entonces Primer Ministro, Ehud Barak sorprendió a Mandela al presentarle a Barry “Dov” Sidelsky, quien reside en Jerusalén.

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