Enlace Judío México e Israel – La Conferencia de Presidentes de las principales organizaciones judías de EE. UU. condenó estemartes el comentario del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que su decisión de convertir a la iglesia de Santa Sofía de Estambul en una mezquita fue un precursor de la “liberación” de la mezquita Al-Aqsa en Jerusalén, informó The Times of Israel.

“Estamos horrorizados por la declaración incendiaria y ofensiva hecha por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan… que implica que busca tomar el control de los lugares sagrados en la Ciudad Vieja de Jerusalén, que es el hogar de la mezquita de al-Aqsa”, dijo en un comunicado el grupo que congrega a 53 organizaciones judías.

El viernes pasado, Erdogan anunció formalmente que la emblemática basílica romana del siglo VI de Estambul sería reconvertida en una mezquita y declarada abierta al culto musulmán, horas después de que un tribunal superior anulara una decisión de 1934 que la había convertido en un museo bajo la naciente República de Turquía de Mustafa Kemal Atatürk.

Fue entonces cuando el líder turco declaró que “la resurrección de Santa Sofía fue el precursor de la liberación de la mezquita Al-Aqsa, y los pasos de la voluntad de los musulmanes de dejar atrás días difíciles”, según el diario turco progubernamental, Yeni Şafak.

La Conferencia de Presidentes dijo: “Esta escandalosa retórica con respecto a la Mezquita al-Aqsa puede incitar a la violencia contra Israel y sus ciudadanos, y ha incitado a la misma, y ​​aumentará las tensiones en la región. Lo condenamos enérgicamente e instamos al presidente Erdogan a retractarse de sus palabras y acciones incendiarias”.

Jerusalén estuvo hasta 1917 bajo la autoridad del Imperio otomano, el precursor de la República de Turquía, cuando fue capturado por los británicos durante la Primera Guerra Mundial. Erdogan, un islamista, frecuentemente critica a Israel con respecto a la mezquita al-Aqsa, considerada el tercer sitio más sagrado del islam.

La decisión sobre Santa Sofía, una antigua basílica cristiana ortodoxa que se convirtió en una mezquita después de la conquista de Estambul por el Imperio otomano en el siglo XV y que había servido como museo durante 86 años, provocó una gran consternación entre los cristianos ortodoxos a nivel mundial.

El alto tribunal administrativo de Turquía apoyó una petición presentada por un grupo religioso y anuló la decisión del gabinete de 1934 que convirtió el sitio en un museo. En cuestión de horas, Erdogan firmó un decreto entregando Santa Sofía a la presidencia de Asuntos Religiosos de Turquía.

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