Enlace Judío México e Israel – El juicio del neonazi alemán de 28 años que intentó perpetrar una matanza de judíos en Yom Kipur, dio inicio el martes en la ciudad de Magdeburg.

Stephan Balliet, de 28 años, está acusado de matar a tiros a dos personas en octubre pasado, después de que intentó sin éxito ingresar fuertemente armado y con una intención asesina a una sinagoga en la ciudad de Halle el 9 de octubre del año pasado.

Su juicio dio inicio el martes en un tribunal de Alemania.

Durante la primera audiencia frente a los jueces, Balliet argumentó, con expresiones racistas, que lo que lo hizo cambiar de rumbo en su vida fue la recepción que Alemania hizo de inmigrantes en el año 2015, lo que llevó notoriamente a una juez a llamarle la atención por su vocabulario.

El sospechoso aseguró que no era su intención asesinar a una mujer transeúnte, la primera de sus dos víctimas mortales, pero que el comentario que ella hizo de él no lo dejó con otra opción, de cara a la transmisión en vivo de su acto mortal que se encontraba realizando, pues, dijo, todos se “reirían” de él si no lo hacía.

Sobre la segunda víctima mortal, asesinado a tiros por él en una tienda de Kebab, afirmó que lo hizo porque le pareció que era alguien con orígenes del Medio Oriente.

Varias personas que ese día se encontraban dentro de la sinagoga asediada por Balliet asistieron a la audiencia. Mediante un comunicado emitido por su abogado, enfatizaron la importancia que debe de dársele al discurso de odio en el internet

Este miércoles, durante la segunda audiencia, sin mostrar signos de remordimiento, insistió ante el tribunal que “atacar la sinagoga no fue un error. Ellos [los judíos] son mis enemigos”.

Balliet es acusado de dos cargos de homicidio y múltiples cargos de intento de homicidio en un caso que sacudió a Alemania y alimentó la alarma sobre el aumento del extremismo de derecha y la violencia antijudía, 75 años después del final de la era nazi.

El video filmado y transmitido en vivo por Balliet durante el asalto se reprodujo como evidencia durante la última audiencia, lo que provocó que algunos abandonaran la sala, mientras que otros se taparon los oídos o miraron el piso durante los 30 minutos en que se desarrollaron las escenas.

Mientras tanto, Balliet sonrió cuando el video comenzó a reproducirse.

Tras señalar que todos tienen derecho a la vida independientemente de su origen o religión, el fiscal federal Kai Lohse le dijo al acusado: “Tendrás tiempo para pensar en esto”.

Si es declarado culpable, Balliet podría enfrentar una cadena perpetua.

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