Enlace Judío México e Israel – Miles de israelíes se unieron a las protestas frente a la residencia oficial del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu en Jerusalén el martes por la noche, desde donde marcharon a la Knéset, vigilados por una importante presencia policial.

Un total de 34 manifestantes fueron arrestados por alteración del orden público y ataques a oficiales, según la policía. Alrededor de las 12:30 de la noche, agentes policiales comenzaron a dispersar a los manifestantes por la fuerza, utilizando cañones de agua y caballos, informó Haaretz.

Previo a los enfrentamientos, miles de jóvenes marcharon por las calles gritando “no a la violencia”, “vergüenza”, “policía, ciudadano, primeramente hermano”, dirigiéndose a la policía, mientras que otros bailaron, cantaron y tocaron tambores, con la intención de quedarse en las calles toda la noche.

La protesta fue organizada por varios grupos, entre ellos, propietarios de restaurantes enojados por los repetidos cierres en los últimos meses, trabajadores autónomos y los llamados manifestantes de “banderas negras” que piden la dimisión de Netanyahu por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza.

Cerca de 20 ó 30 contramanifestantes, leales a Netanyahu que portaban banderas del partido Likud, también protestaron cerca de la Residencia del Primer Ministro, conocida en Israel simplemente por el nombre de la calle, Balfour.

Los manifestantes marcharon desde allí hasta el edificio de la Knéset luego de recibir permiso de la policía. Partieron alrededor de las 8:00 P.M., y finalmente abarrotaron la plaza frente al parlamento israelí, muchos de ellos sin cubrebocas. Agitaron banderas negras e israelíes, mientras gritaban “soborno, fraude, abuso de confianza”.

El legislador de la Lista Conjunta, Ofer Cassif, el único miembro judío de la alianza de partidos árabes, que representa a la facción de extrema izquierda Hadash, salió a su encuentro fuera del edificio del parlamento.

“Amigos y camaradas… ustedes son los héroes, ustedes son la luz que ilumina la oscuridad en la que estamos”, dijo Cassif a los manifestantes. “Tenemos distintas posiciones políticas, pero estamos unidos en una cosa: debemos luchar todos juntos por un Israel democrático”.

Varios manifestantes se subieron a una escultura de una menorá (candelabro) cerca del edificio del parlamento. Una mujer posó sin playera sobre la escultura, provocando la indignación del presidente de la Knéset, Yariv Levin, quien pidió que fuera arrestada.

Manifestante sin playera posa sobre la escultura de la menorá cerca de la Knéset durante la manifestación contra el primer ministro Benjamín Netanyahu en Jerusalén el 21 de julio de 2020. (Emil Salman)

“Vergüenza”. Defiendo el derecho de cada persona a protestar, manifestarse y expresar su opinión”, escribió Levin en Facebook. “Pero ningún país permite profanar sus símbolos de estado”.

Levin pidió que “llevarla ante la justicia, no sólo para castigarla, sino también por el mensaje educativo y civil que debe ser muy claro”.

La mujer dijo a un reportero del periódico Haaretz, que estudia trabajo social.

“Tal vez ahora si me quito la playera alguien se preocupe por los trabajadores sociales, esto es para cambiar percepciones”, subrayó.

Los trabajadores sociales de Israel alcanzaron un acuerdo con el Ministerio de Finanzas el martes por la noche, tras una huelga laboral de 16 días.

Su sindicato se declaró en huelga a principios de este mes por lo que describen como una carga de trabajo irrazonable, con bajos salarios y constante peligro de violencia.

Los manifestantes finalmente marcharon de vuelta a la Residencia del Primer Ministro, donde bloquearon las calles alrededor de la Plaza de París y más tarde se produjeron enfrentamientos cuando la policía comenzó a dispersar la protesta por la fuerza.

Decenas de propietarios y trabajadores de restaurantes también se manifestaron en la ciudad de Haifa, bloqueando una avenida importante durante una protesta organizada por Hadash. “No pueden seguir cerrando restaurantes sin ofrecer una compensación”, expresó Fadi Najjar, propietario del restaurante Douzan en el barrio de la Colonia Alemana de la ciudad.

Anteriormente, 61 residentes del barrio Rehavia de Jerusalén, donde se encuentra la residencia del primer ministro, solicitaron al Tribunal Superior que impidiera las manifestaciones. “Niños, ancianos, jóvenes y adultos por igual son rehenes de una protesta que se ha vuelto violenta… con total desprecio por el coronavirus que hace estragos en todo el mundo”, escribieron los demandantes. El Estado debe responder a la petición antes del 5 de agosto.

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