Enlace Judío México e Israel – Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, emitió este viernes sus primeras reacciones a la masiva explosión en Beirut, con las que negó cualquier nexo del grupo terrorista con el incidente.

El líder terrorista lamentó las pérdidas humanas y envió condolencias a sus familiares, que suman más de 150 hasta el momento, así como los más de 4,000 heridos y los cientos de miles que quedaron sin hogar con motivo de la explosión, que calificó como un desastre humanitario y nacional.

Nasrallah acusó que desde los primeros momentos posteriores a la explosión, algunos medios del mundo árabe trataron de achacar la responsabilidad del desastre a Hezbolá, apuntando en su contra por algún posible depósito o almacén de armas del grupo terrorista en el puerto.

Fue en dicho momento que Nasrallah negó que Hezbolá tuviera relación alguna con la explosión ocurrida en Líbano, reconociendo que incluso algunos miembros del grupo terrorista fallecieron en el incidente.

“No tenemos cohetes ni explosivos allí [en el puerto], ni ha habido en el pasado”, enfatizó. “No tenemos nada allí: ni misiles, ni municiones, ni armas, ni nitrato de amonio, ni siquiera un rifle”, y aseguró que “cualquier afirmación de que Hezbolá controla el puerto de Beirut son mentiras”.

Nasrallah instó a la población libanesa a confiar totalmente en los resultados de la investigación que ha lanzado el gobierno para determinar las causas de la explosión y castigar a los medios árabes que esparcieron rumores que calificó de falsos.

El líder de Hezbolá pidió que la investigación al respecto sea transparente y que los responsables enfrenten sus consecuencias por sus acciones, sin importar quiénes o de qué nivel de la sociedad libanesa sean.

Al momento de acusar a los medios árabes y exhortar por una investigación clara, Nasrallah no descartó la hipótesis de que la explosión pudiera tratarse del resultado de un ataque extranjero, sin ahondar más al respecto.

Afirmó que Hezbolá está a disposición del gobierno libanés, en todos sus niveles, para cualquier ayuda para la población, y aseguró que la llamada Segunda Guerra de Líbano con Israel en 2006 les dejó experiencia en materia de población desplazada.

Nasrallah dejó en claro que solo se enfocaría en el tema de la tragedia ocurrida en Beirut, sin tocar otros temas que tenía planeados, como la reciente tensión con Israel, la crisis por COVID-19 o la decisión del Tribunal Especial para el Líbano sobre la muerte de Rafiq Hariri.

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