Enlace Judío México e Israel – Los primeros tres pacientes tratados con la nueva “vacuna pasiva” para el COVID-19, desarrollada por el Centro Médico Hadassah y la empresa biofarmacéutica israelí Kamada, demostraron un rápido beneficio clínico y han sido dados de alta del hospital, informó Hadassah el jueves.

“Hadassah ha estado recolectando donaciones de plasma de pacientes con coronavirus desde hace tres meses, a pesar de la oposición inicial del exdirector general del Ministerio de Salud,”, indicó el Prof. Zeev Rotstein, director de Hadassah.

El plasma fue recolectado con la ayuda de la organización Yad Avraham y la comunidad ultraortodoxa, donado por pacientes que dieron negativo a COVID-19 en dos ocasiones y mostraron altos niveles de anticuerpos en su sangre, informó The Jerusalem Post.

Personas que desarrollan cualquier virus, incluyendo el nuevo coronavirus, desarrollan proteínas antivirales especiales o anticuerpos que pueden ayudar a pacientes a superar la enfermedad. El plasma es la porción amarilla y líquida de la sangre que transporta importantes proteínas, minerales, nutrientes y hormonas a los lugares adecuados del cuerpo y constituye más de la mitad de la sangre.

Las donaciones de plasma fueron recogidas por el banco de sangre de Hadassah y transferidas, junto con las dosis recogidas por el servicio de emergencia Maguén David Adom, a la empresa Kamada, donde se produjeron los anticuerpos adecuados para el tratamiento experimental.

Kamada utilizó el plasma para producir su “producto de inmunoglobulina derivada del plasma anti-SARS-CoV-2 (IgG)”.

La inmunización pasiva ocurre cuando se administran anticuerpos formados por otro paciente que contrajo la enfermedad. En cambio, en el caso de la vacuna activa, se inyecta una versión muerta o debilitada de un virus real que engaña al sistema inmune y este crea anticuerpos para protegerlo.

Jerusalén, donde se encuentra Hadassah, ha tenido la mayor incidencia de COVID-19 en Israel con 15,542 casos hasta el sábado por la noche.

Rotstein indicó que la vacuna o el medicamento está dirigido a pacientes de COVID-19 en deterioro que requieren de un refuerzo para combatir la enfermedad. Sin embargo, también puede administrarse profilácticamente en casos en los que un paciente de alto riesgo contrae el virus para detener el avance de la enfermedad.

“Es evidente que el equipo de Hadassah está muy satisfecho con la investigación clínica”, expresó el Dr. Asa Kessler, médico de la unidad de coronavirus del hospital. “El plasma se está distribuyendo a pacientes de COVID-19 que desarrollan neumonía y por ahora, estamos muy alentados”.

Hadassah no es el único hospital que está administrando el tratamiento experimental de Kamada. Un total de doce pacientes están recibiendo el tratamiento actualmente con un seguimiento de 84 días.

Kamada anunció la semana pasada al primer paciente para su ensayo clínico de Fase 1/2 de su nuevo producto como tratamiento potencial para COVID-19 en Israel.

El estudio,aprobado por el Ministerio de Salud, evaluará la seguridad del tratamiento, la farmacocinética (el movimiento del fármaco en el cuerpo) y la farmacodinámica (los efectos del medicamento y su mecanismo de acción) en pacientes hospitalizados, no ventilados de COVID-19 con neumonía.

Paralelamente, Kamada seguirá explorando el potencial de su producto IgG para prevenir la enfermedad de COVID-19 en sujetos sanos y de riesgo en un estudio separado, según se indica en su sitio web.

“Estos resultados preliminares deberían generar esperanza en Israel y en todo el mundo”, concluyó Rotstein.

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