Enlace Judío México e Israel – Miles de personas acudieron este lunes al funeral en la ciudad de Ashdod de un rabino jasídico que murió el domingo por COVID-19, a pesar de las restricciones por el confinamiento nacional en vigor en el país en contra de la epidemia, informó el sitio The Times of Israel.

La procesión fúnebre terminó con enfrentamientos entre los dolientes y la policía, que buscó dispersar a las multitudes congregadas.

Las multitudes crecieron a medida que avanzaba el evento, y según estimaciones vertidas por noticieros de Israel, unas 5,000 personas acudieron.

Videos tomados en el funeral muestran a muchos de ellos usando cubrebocas, aunque no cumpliendo con el distanciamiento social requerido.

El Rebe de Pittsburgh, el rabino Mordejai Leifer, de 64 años, murió durante la noche después de dos meses de batallar contra los estragos del COVID-19. Su título proviene de la dinastía jasídica fundada en la homónima ciudad estadounidense hace unos 100 años y que hoy tiene su centro en Ashdod.

El rabino, que en vida se distinguió por cumplir con las normas sanitarias según la cadena pública Kan, fue enterrado en Ashdod, una ciudad con altas tasas de contagio de coronavirus.

La policía de Israel dijo en un comunicado que la procesión fúnebre había sido aprobada en menor número y que se esperaba que los asistentes mantuvieran la distancia entre ellos y usaran cubrebocas.

Miembros de la congregación del fallecido rabino aseguraron a Kan que la comunidad local cumplió con las aprobaciones, pero que fueron asistentes provenientes de otros lugares del país los que terminaron por infringir las normas.

Las autoridades habían permitido que entre 300 y 400 personas participaran en el evento, pero a medida que llegaba un número mucho mayor de participantes, se desarrollaron enfrentamientos entre la policía y los participantes.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu lamentó la conducta de los ultraortodoxos que acudieron al funeral por infringir las normas del confinamiento.

“Envío mis condolencias a los admiradores del Rebe de Pittsburgh, pero con respecto al funeral en Ashdod, fue una grave violación de las reglas. Esto crea dos problemas que también hemos visto en otras reuniones: crea una incubadora de coronavirus y también deshace la unidad. Esto es algo que es intolerable”, dijo Netanyahu.

“También vemos esto en los rezos, lamentablemente, también lo vemos en las manifestaciones. Hago un llamado tanto al público jaredí como al público secular, todos los ciudadanos israelíes, a cumplir las reglas. Queremos un cumplimiento uniforme de las reglas y una aplicación uniforme. Al final, necesitamos la cooperación de los ciudadanos de Israel y también de los líderes del público”, manifestó el mandatario en un comunicado.

El premier pidió a los observantes que se abstuvieran de asistir a reuniones religiosas como medidas para prevenir los contagios de coronavirus: “El Simjat Beit Hashoeva está ante nosotros. Los mismos rabinos dijeron este año: absténgase. El Simjat Beit Hashoeva podría convertirse fácilmente en una tragedia de Beit Hashoeva. Por ello, una simple regla: quien quiera proteger su vida, que se mantenga alejado. Pido la cooperación de todos en un solo esfuerzo en Sucot para unir al pueblo de Israel en torno a estas reglas simples.

“Digo esto a todo el público en estas reuniones: cuídense, cuiden a sus seres queridos y cuiden a los ciudadanos de Israel. Esto es exactamente lo que se debe hacer en este momento, y cualquier infracción los daña a ustedes, a sus seres queridos y a los ciudadanos de Israel”, dijo Netanyahu.

Las críticas a la comunidad ultraortodoxa han ido en aumento en los últimos días, con reportes que muestran que un número significativo ha hecho caso omiso de las restricciones del confinamiento en esta época de las Fiestas Mayores.

El domingo se produjeron enfrentamientos violentos entre la policía y los ultraortodoxos en Jerusalén y en Bnei Brak, donde 13 personas fueron arrestadas cuando los agentes disolvieron reuniones masivas con motivo de Sucot.

Además de violar las restricciones sobre las reuniones en espacios cerrados, la policía dijo que la mayoría de los fieles no usaron cubrebocas ni cumplieron con las reglas de distanciamiento social. Después de que se comenzó a imponer multas, los fieles “comenzaron a resistirse y alterar el orden público”, según la policía.

La comunidad ultraortodoxa ha visto altas tasas de infección por coronavirus, y una evaluación de la semana pasada encontró que la tasa de infección en la comunidad es 2,5 veces mayor que la media nacional. El comisionado del gobierno para coronavirus, Ronni Gamzu, dijo la semana pasada que el 40 por ciento de los casos recientes de virus se produjeron en la comunidad ultraortodoxa, que constituye alrededor del 12 por ciento de la población.

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