Los recientes reportes alentadores en torno a los ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer para COVID-19, alimenta las esperanzas de la propuesta israelí, ya que ambas apuntan a la misma proteína del SARS-CoV-2, según expertos.

Pfizer Inc. anunció hoy que en base a datos iniciales de estudios en humanos, su vacuna experimental para COVID-19 tuvo una efectividad de más del 90 por ciento de los pacientes sometidos al ensayo clínico, de acuerdo a The Times of Israel.

Los ensayos clínicos de la vacuna desarrollada por el Instituto de Investigación Biológica de Israel comenzaron la semana pasada. Los expertos afirman que, como muchas de las vacunas que se están desarrollando, la de Pfizer, y la de Israel apuntan a la misma proteína.

“Esto da lugar al optimismo con respecto a la propuesta israelí”, indica Ran Taube, virólogo de la Universidad Ben-Gurion del Neguev. “Da alguna indicación de que este es el enfoque correcto.”

Cyrille Cohen, inmunólogo de la Universidad de Bar-Ilan y miembro del comité asesor del Ministerio de Salud para la vacunas contra el coronavirus, coincide en que este “es un voto de confianza para la vacuna israelí. Y también, es una buena noticia ya que la posible solución de Moderna, que Israel recibirá, y que está en medio de las pruebas, apunta a la misma proteína”.

“Estas son diferentes maneras de exponer nuestras defensas a la proteína del SARS-CoV-2, que se considera el antígeno principal. Me animan estos resultados porque significa que podemos lograr una vacuna aparentemente segura y efectiva”, añadió.

El primer ministro Benjamín Netanyahu anunció en junio que Israel firmó un acuerdo con Moderna para adquirir su vacuna, y fuentes gubernamentales confirmaron este lunes que Israel también está en conversaciones con Pfizer para adquirir la vacuna que está desarrollando con su socio alemán BioNTech.

Netanyahu celebró el anuncio de Pfizer y calificó a este día como uno “muy importante en la lucha mundial contra el coronavirus”.

“Estoy trabajando con entusiasmo con líderes mundiales para traer la vacuna a Israel”, escribió el primer ministro en Facebook. “Veo la luz al final del túnel. No sucederá en años, sino en unos pocos meses”.

El anuncio de Pfizer no significa que la vacuna sea inminente. El análisis intermedio, de una junta independiente de monitoreo de datos, analizó 94 infecciones registradas hasta ahora en un estudio que incluye a casi 44 mil personas en EE.UU. y otros cinco países.

Las autoridades han subrayado que es poco probable que llegue alguna vacuna mucho antes de fin de año, y que se racionarán los suministros iniciales.

Las vacunas fabricadas por Pfizer y BioNTech se encuentran entre las 10 posibles candidatas en fase avanzada de pruebas en todo el mundo, cuatro de ellas hasta el momento en enormes estudios en EE.UU.

Ambos expertos israelíes subrayaron que aunque las inmunizaciones tienen en común el objetivo de la proteína del SARS-CoV-2, las tecnologías exactas que utilizan varían, por lo que su éxito no debe asumirse en base al anuncio de Pfizer – que es en sí preliminar.

La propuesta de Pfizer contiene la información genética que codifica la proteína. En cambio, la de Israel se basa en el virus de la estomatitis vesicular (VSV), un virus animal que ya se ha utilizado contra el Ébola.

Implica la alteración de la composición proteica del VSV, sustituyendo la glicoproteína del VSV por la proteína del SARS-CoV-2.

“Es importante comprender que el enfoque que utiliza la propuesta israelí es diferente al de Pfizer, pero aún así, da lugar al optimismo”, enfatizó Taube.

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