Por primera vez, Donald Trump pareció reconocer de cierta forma el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales de EE .UU., aunque sin dejar de acusar un supuesto fraude en su contra sin ofrecer evidencia.

“Él ganó porque la elección estuvo mañana. No se permitieron testigos u observadores, los votos estuvieron tabulados por una compañía privada de izquierda radical, Dominion, con una mala reputación y un pésimo equipo que no podría ni siquiera calificar para Texas (que yo gané por mucho, los medios de comunicación silenciosos y falsos y más”, escribió en un mensaje de Twitter.

El presidente acusó que todos los “problemas técnicos” ocurridos en la noche de la elección no fueron más que intentos de sus rivales demócratas para “robar” votos a su favor y que el voto por correo es una “enferma broma”.

En mensajes posteriores, Trump arreció con su idea: “¡Elección amañada, ganaremos!” y “Él solo ganó ante a de los medios de noticias falsas, ¡no concedo nada! Tenemos un largo camino por recorrer. ¡Esta fue una elección amañada!”.

La postura emitida por el presidente Trump ocurre a una semana de que los medios de comunicación estadounidenses proyectaron a Biden como ganador del estado de Pensilvania, y, con ello, ganador de la elección presidencial al superar los 270 votos electorales mínimos requeridos.

El viernes, el conteo finalizó en los últimos estados de EE. UU., con lo que se proyectó la victoria final de Joe Biden: 306 votos electorales suyos en contra de 232 obtenidos por Trump.

Ayer, miles de partidarios de Trump, incluyendo grupos de ultraderecha, se movilizaron para marchar en la ciudad de Washington D. C. y respaldar al mandatario en sus acusaciones de un supuesto fraude electoral.

De manera breve, Trump saludó a sus simpatizantes desde un vehículo en un convoy que pasó al lado de ellos para dirigirse a su campo de golf en el estado vecino de Virginia.